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INACTIVIDAD
Vie Jun 29, 2012 12:14 am por Renvax
Ha pasado casi más de medio mes desde que empezaron las vacaciones y yo hice el esfuerzo de intentar revivir el foro pero no veo actividad por ningún lado ,ahora ni si quiera en el chatbox. ¿Hay alguien ahí? porque yo no veo a nadie en el foro. Os emocionasteis haciendo fichas pero no veo roleo,es que no veo ni en el chatbox.... eso sí,yo no puedo hacer más,he hecho …
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[Mini-trama] Paraíso
3 participantes
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[Mini-trama] Paraíso
- Spoiler:
- PUEDE ENTRAR EL QUE QUIERA
El sol brillaba, el mar estaba tranquilo, las olas chocaban contra la orilla, las gaviotas graznaban, y el agua llegaba hasta los pies de la chica que estaba tumbada en la orilla. Tenía la parte de abajo de los tejanos doblados hasta poco más arriba de los tobillos para sentir más el agua. Habían unas botas marrones y doradas junto a las rodillas de la chica.
La pelinaranja tenía los brazos detrás de la cabeza, los ojos cerrados y una expresión neutra en la cara, como si estuviera durmiendo, y la verdad es que eso hacía, hasta ahora.
Enrah se sentó y estiró los brazos mientras bostezaba. Puso los codos encima de sus rodillas con las manos hacia dentro.
¿Que hacía allí? Ni ella lo sabía. Relajarse y ya está, suponía. Miró hacia un lado suyo y pudo distinguir un curioso árbol que, al parecer, se doblaba hacia un lado, y que el fruto de este árbol tenia forma de estrella, pero estaba en una islita al cual no se podía llegar de un salto. Había que cruzar el puente que daba hacia allí.
Como tenía curiosidad y nada mejor que hacer, la chica cogió una de sus botas y se lo empezó a poner, antes tirando la arena que podía haber dentro.
Enrah Lionnel- Humano
-
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Re: [Mini-trama] Paraíso
- Spoiler:
- OFF: como es una minitrama no se si podría postear o no, ya que ahora mismo mi pj está en otra historia. Espero que esté justificado. No quiero saltarme las reglas. Si no eliminaré el post.
- Spoiler:
Se veía como un humano tranquilo, aunque ¿cómo es que alguien de otro mundo había llegado hasta allí sin una nave gumi?
Mientras la joven humana se acercaba el chico de cabello blanco continuó recostado sobre aquel árbol tan peculiar, mirando el cielo y deleitándose con el graznar de las gaviotas. Ni siquiera se percató de que tenía compañía hasta que Enrah por fin cruzó el puente de madera. Instante en el que el chico misterioso ladeó la cabeza para confirmar que alguien más se había sentido atraído por la magia de aquel hermoso paraje. Ciertamente daba la impresión de ser un humano normal y corriente pero... como decirlo... había algo raro en su presencia. Era casi como si, ¿no tuviese ninguna?
-Hola- sonrió dirigiéndose hacia la simpática turista -¿Vienes mucho por aquí?- por su apariencia también podía ver que ella era extranjera. *Mejor* pensó. Así tal vez podría entablar una conversación interesante.
-Este sitio es completamente diferente al lugar donde nací. Pero no hay duda de que comparte el mismo cielo-.
Ya había pasado más de un año desde que él zarpara de su mundo de origen, La Necrópolis de Llaves espada, para explorar el espacio interdimensional junto a su inventor y maestro, Fausto el sabio, y la hija de este, Noha; pero apenas había tenido tiempo de conversar con otros trotamundos debido a su apretada agenda. Por esta razón estaba tan emocionado con la aparición de Enrah. De hecho casi estaba sonrojado por la ocasión que le había brindado el destino. Quien iba a imaginar que su encuentro signifiacría el preludio de una de sus relaciones más conflictivas.
De hecho el humano que allí se mostró no era más que una réplica, un clon, producto de los recuerdos de su actual ser que, por capricho del destino, se había manifestado como una reminiscencia en uno de los mundos que visitara este en el pasado. Y aunque no era consciente de sí mismo, el falso Greiv continuó allí sentado, tratando de ignorar el paso del tiempo. Ignorando que sus amigos y compañeros de viaje ya habían muerto hace más de diez años...
Greiv- Sincorazón
-
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Localización : En "ni aqui ni alli" (o tal vez no...)
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Re: [Mini-trama] Paraíso
Terminó de ponerse las botas y miró el mar un momento antes de levantarse. Mientras caminaba hacia el puente no dejaba de pensar en qué hacía ella en aquella isla aparentemente desierta, y en por qué no había gente, siendo ese lugar tan relajante y bonito.
Subió al puente y, mientras caminaba tranquilamente hacia la isleta, fijándose más en el árbol curvado que en otra cosa, pudo distinguir a una persona acostada sobre éste. ¿Cuando llegó este chico y por qué vestía de esa manera tan. . . extraña? Parecía una especie de guerrero por la armadura que llevaba en los brazos y las botas que llevaba. Podría pasar por un chico normal si escaseara de tal armadura... y de su expresión incolora.
A medida que se iba acercando más al chico, más se preguntaba si aquello no era más que su imaginación jugándole una mala pasada hasta que el ser la saludó. Esa palabra hizo que Enrah redujera la velocidad a la que andaba y que le recorriera un pequeño escalofrío por el cuerpo, pero trató de no mostrar otra cosa que no fuera una sonrisa de lo más seguro.
Hey... La pregunta de si venía mucho por allí le hizo hasta gracia, ya que ni ella misma sabía cómo había ido a parar hasta allí, pero, por motivos misteriosos, la chica decidió mentir:-Pues...sí, la verdad es que vivo en la isla grande. La casa que está en lo más alto de la isla... Pensó que a lo mejor se metería en algún lío por decir esto. Mas que nada porque no tenía razón para mentir. No hacía reír, por lo que no funcionaría como broma. Pero eso le dió igual.
El chico soltó una frase de lo más filosófica que Enrah creía haber oído antes, aunque solo fuera en parte. "Pero no hay duda de que comparte el mismo cielo"...
Enrah se sentó al lado del desconocido, aunque no relajada del todo, ya que el aspecto del chico tampoco es que invitase mucho a hacer amistades, pero como no tenía nada mejor que hacer, miró hacia la copa del árbol en el que se posaban y se fijó en aquellos curiosos frutos en forma de estrella: Oye... ¿tú sabes qué son esas cosas?. Por un momento decidió mirar a la cara de aquél individuo, pero mirarlo por más de dos segundos hacía que le entrara un escalofrío, por lo que decidió quedarse mirando las frutas del árbol.
Subió al puente y, mientras caminaba tranquilamente hacia la isleta, fijándose más en el árbol curvado que en otra cosa, pudo distinguir a una persona acostada sobre éste. ¿Cuando llegó este chico y por qué vestía de esa manera tan. . . extraña? Parecía una especie de guerrero por la armadura que llevaba en los brazos y las botas que llevaba. Podría pasar por un chico normal si escaseara de tal armadura... y de su expresión incolora.
A medida que se iba acercando más al chico, más se preguntaba si aquello no era más que su imaginación jugándole una mala pasada hasta que el ser la saludó. Esa palabra hizo que Enrah redujera la velocidad a la que andaba y que le recorriera un pequeño escalofrío por el cuerpo, pero trató de no mostrar otra cosa que no fuera una sonrisa de lo más seguro.
Hey... La pregunta de si venía mucho por allí le hizo hasta gracia, ya que ni ella misma sabía cómo había ido a parar hasta allí, pero, por motivos misteriosos, la chica decidió mentir:-Pues...sí, la verdad es que vivo en la isla grande. La casa que está en lo más alto de la isla... Pensó que a lo mejor se metería en algún lío por decir esto. Mas que nada porque no tenía razón para mentir. No hacía reír, por lo que no funcionaría como broma. Pero eso le dió igual.
El chico soltó una frase de lo más filosófica que Enrah creía haber oído antes, aunque solo fuera en parte. "Pero no hay duda de que comparte el mismo cielo"...
Enrah se sentó al lado del desconocido, aunque no relajada del todo, ya que el aspecto del chico tampoco es que invitase mucho a hacer amistades, pero como no tenía nada mejor que hacer, miró hacia la copa del árbol en el que se posaban y se fijó en aquellos curiosos frutos en forma de estrella: Oye... ¿tú sabes qué son esas cosas?. Por un momento decidió mirar a la cara de aquél individuo, pero mirarlo por más de dos segundos hacía que le entrara un escalofrío, por lo que decidió quedarse mirando las frutas del árbol.
Enrah Lionnel- Humano
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Fecha de inscripción : 23/11/2009
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Re: [Mini-trama] Paraíso
El infinito romper de las olas acompañaba los pasos del joven de peliazul que rodeaba la playa con paso lento, cantando una triste canción mientras el agua acariciaba sus pies descalzos y borraba sus huellas una y otra vez. Cantar era algo que siempre le había gustado aunque siempre prefería hacerlo en la intimidad, para lo cual aquella isla era perfecta porque no se había cruzado con nadie hasta el momento, lo cual también era algo triste en cierto modo, pero Donx no estaba pensando en ese tipo de soledad.
El tacto del agua acompañado de la agradable brisa además de su canción habían conseguido hacerle olvidar el vacío y la desilusión que encontró al llegar a aquella isla y no encontrar nada, pero justo en ese momento volvió a recordarlo accidentalmente al rememorar sus pasos. Detuvo sus pasos cortando simultáneamente su canción y mirando por unos instantes el infinito océano que parecía ocultar algo, pero sabía que no obtendría ninguna respuesta con aquello. Dejando escapar un suspiro de su boca, salió del agua haciendo uso de sus poderes mediante un movimiento de manos para alejar la humedad de sus pies y que a estos no se les pegase la arena para después ponerse las botas que había sostenido todo este tiempo con su mano izquierda y alejarse de la orilla cabizbajo como si se hubiese dado por vencido en algo y quisiese volver a su casa, pero fue entonces cuando unas voces no demasiado lejanas captaron su atención.
Alzó la vista buscando rápidamente con los ojos posibles personas, pero aunque no fuese capaz de verlas parecían proceder de un pequeño islote conectado por un puente a una especie de torre que estaba a su derecha. Dudó sobre si debía ir ya que después de todo había encontrado gente que puede que incluso necesitase ayuda, pero no sabía si serviría de algo con aquel estado pasivo-depresivo en el que estaba. "Vamos, al menos haré el esfuerzo...", se dijo a si mismo respirando profundamente como si todo ese tiempo hubiese olvidado que podía hacerlo y se dirigió hacia allí, subiendo los escalones de madera para después cruzar el puente. Ni siquiera tenía claro qué iba a hacer cuando llegase, ¿pero acaso alguien solía planear sus palabras exactas antes de hablar? Solo estaba pensando demasiado. Mientras pisaba la madera que crujía del puente pudo observar a dos jóvenes sentados en un árbol de inclinación peculiar, chico y chica. En ese momento pensó que tal vez estuviese fuera de lugar, ya que tres son multitud, pero era demasiado tarde para dar la vuelta y hacer como si nada hubiera pasado teniendo el cuenta el ruido de sus pisadas por el puente.
-¿Interrumpo algo? - Preguntó en voz alta sin llegar a dirigir una mirada directa a ambos hasta que se hubo recostado en otro árbol más normal dejándose caer sin más. Estaba algo tenso aun sin saber si aquellos dos eran pareja y si en verdad sobraba, pero aquella pasividad que en aquellos momentos lo dominaba hacía que su característica timidez junto a muchas otras emociones se desvanecieran cuantiosamente mientras cruzaba su mirada por primera vez con la de los otros dos presentes.
El tacto del agua acompañado de la agradable brisa además de su canción habían conseguido hacerle olvidar el vacío y la desilusión que encontró al llegar a aquella isla y no encontrar nada, pero justo en ese momento volvió a recordarlo accidentalmente al rememorar sus pasos. Detuvo sus pasos cortando simultáneamente su canción y mirando por unos instantes el infinito océano que parecía ocultar algo, pero sabía que no obtendría ninguna respuesta con aquello. Dejando escapar un suspiro de su boca, salió del agua haciendo uso de sus poderes mediante un movimiento de manos para alejar la humedad de sus pies y que a estos no se les pegase la arena para después ponerse las botas que había sostenido todo este tiempo con su mano izquierda y alejarse de la orilla cabizbajo como si se hubiese dado por vencido en algo y quisiese volver a su casa, pero fue entonces cuando unas voces no demasiado lejanas captaron su atención.
Alzó la vista buscando rápidamente con los ojos posibles personas, pero aunque no fuese capaz de verlas parecían proceder de un pequeño islote conectado por un puente a una especie de torre que estaba a su derecha. Dudó sobre si debía ir ya que después de todo había encontrado gente que puede que incluso necesitase ayuda, pero no sabía si serviría de algo con aquel estado pasivo-depresivo en el que estaba. "Vamos, al menos haré el esfuerzo...", se dijo a si mismo respirando profundamente como si todo ese tiempo hubiese olvidado que podía hacerlo y se dirigió hacia allí, subiendo los escalones de madera para después cruzar el puente. Ni siquiera tenía claro qué iba a hacer cuando llegase, ¿pero acaso alguien solía planear sus palabras exactas antes de hablar? Solo estaba pensando demasiado. Mientras pisaba la madera que crujía del puente pudo observar a dos jóvenes sentados en un árbol de inclinación peculiar, chico y chica. En ese momento pensó que tal vez estuviese fuera de lugar, ya que tres son multitud, pero era demasiado tarde para dar la vuelta y hacer como si nada hubiera pasado teniendo el cuenta el ruido de sus pisadas por el puente.
-¿Interrumpo algo? - Preguntó en voz alta sin llegar a dirigir una mirada directa a ambos hasta que se hubo recostado en otro árbol más normal dejándose caer sin más. Estaba algo tenso aun sin saber si aquellos dos eran pareja y si en verdad sobraba, pero aquella pasividad que en aquellos momentos lo dominaba hacía que su característica timidez junto a muchas otras emociones se desvanecieran cuantiosamente mientras cruzaba su mirada por primera vez con la de los otros dos presentes.
Donx- Humano
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Re: [Mini-trama] Paraíso
Greiv se sentía extraño. De pronto una leve jaqueca casi le hace perder el equilibrio, por lo que decidió llevarse la mano derecha a la frente para disipar los efectos del mareo antes de que la chica allí presente pudiera preocuparse por él. Solo fue un instante y no era razón para alarmarse pero… aún así no entendía el porqué de aquella sensación. Todo a consecuencia de escuchar las palabras de un segundo individuo el cual acababa de entrar en escena. ¿Realmente habría alguna relación? Eso era muy poco probable. Greiv se giró una vez más para ver si por casualidad reconocía el rostro perteneciente a esa voz tan familiar "¿Interrumpo algo?". Casi era como si lo hubiera escuchado antes, en otra ocasión, tal vez… Evocando un encuentro del cual no era consciente. Y precisamente en ese mismo lugar. Daba la impresión de que el nombre que reconocía a dichas islas iba mucho más allá de la simple causalidad.
Como "aquel Greiv" obviamente no había conocido a Donx todavía, no le dio importancia a su jaqueca y decidió centrarse en responder las preguntas de ambos. Empezando por el recién llegado:
-¿Eh? No, que va- esbozando nuevamente una despreocupada sonrisa -Ahora mismo estábamos hablando sobre la naturaleza de esta fruta- Greiv alzó su diestra para señalar la estrella que colgaba de las hojas de la misma palmera sobre la que estaba recostado -Por casualidad no sabrás que son estas cosas-.
Para aquel entonces el dolor de cabeza ya había desaparecido por completo sin que Greiv hubiese hecho nada para remediarlo. Pero con todo el mareo ni siquiera se dio cuenta de la incongruencia en las palabras de Enrah. ¿Cómo era posible que alguien que viviese allí no conociera la estrella? tal vez mintió, o tal vez aquel fruto no era tan famoso y exótico como aparentaba. En cualquier caso daba igual. Greiv no iba a hacer preguntas innecesarias. Ella tendría sus razones.
Greiv se incorporó sobre la rama y se acercó hasta el borde con la intención de arrancar aquella fruta tan peculiar. Tras observarla detenidamente durante unos instantes, decidió pasársela a Enrah mientras con la zurda trataba de invitar a Donx a que se aproximase para contemplarla.
Aquella fruta no tenía nada de mágico. Tampoco aparentaba ser algo muy especial. Quizas solo fuese eso, una especie exótica de las Islas del Destino. Una vez más, ¿De verdad me creeríais si os contara que, desde el mismo momento en que pusieron su atención sobre dicha fruta, los destinos de aquellos tres jóvenes quedaron entrelazados para siempre...?
Como "aquel Greiv" obviamente no había conocido a Donx todavía, no le dio importancia a su jaqueca y decidió centrarse en responder las preguntas de ambos. Empezando por el recién llegado:
-¿Eh? No, que va- esbozando nuevamente una despreocupada sonrisa -Ahora mismo estábamos hablando sobre la naturaleza de esta fruta- Greiv alzó su diestra para señalar la estrella que colgaba de las hojas de la misma palmera sobre la que estaba recostado -Por casualidad no sabrás que son estas cosas-.
Para aquel entonces el dolor de cabeza ya había desaparecido por completo sin que Greiv hubiese hecho nada para remediarlo. Pero con todo el mareo ni siquiera se dio cuenta de la incongruencia en las palabras de Enrah. ¿Cómo era posible que alguien que viviese allí no conociera la estrella? tal vez mintió, o tal vez aquel fruto no era tan famoso y exótico como aparentaba. En cualquier caso daba igual. Greiv no iba a hacer preguntas innecesarias. Ella tendría sus razones.
Greiv se incorporó sobre la rama y se acercó hasta el borde con la intención de arrancar aquella fruta tan peculiar. Tras observarla detenidamente durante unos instantes, decidió pasársela a Enrah mientras con la zurda trataba de invitar a Donx a que se aproximase para contemplarla.
Aquella fruta no tenía nada de mágico. Tampoco aparentaba ser algo muy especial. Quizas solo fuese eso, una especie exótica de las Islas del Destino. Una vez más, ¿De verdad me creeríais si os contara que, desde el mismo momento en que pusieron su atención sobre dicha fruta, los destinos de aquellos tres jóvenes quedaron entrelazados para siempre...?
Greiv- Sincorazón
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Re: [Mini-trama] Paraíso
Mantener la mirada siempre fue algo difícil. En un comienzo Donx se detuvo en la joven allí presente para después contemplar al muchacho de cabellos níveos, quien también pareció realizar un pequeño análisis sobre la persona que tenía delante obligando a Donx a desviar la mirada disimuladamente. El muchacho fue el primero en dirigirse al de cabellos azules dando a entender que el propósito de aquella reunión improvisada era estudiar la fruta que colgaba sobre ellos en el árbol. Donx siguió la dirección del dedo del muchacho con la mirada para encontrarse con aquel fruto tan peculiar con forma de estrella. A simple vista no parecía excesivamente extraño dejando de lado su curiosa apariencia, pero Donx prefería preguntarse a si mismo por cómo sería su interior y su sabor.
-Pues en realidad no. – Dijo tras unos segundos en los que regresó de sus pensamientos para volver a cruzar palabras con el otro joven. - La verdad es que no soy de por aquí... – Terminó por decir bajando la cabeza apenas unos instantes en los que se percató de que no debía aportar datos innecesarios sobre él mismo si no eran estrictamente necesarios aunque no significase que solo fuesen sus palabras las que hablaran. De todas formas dar a conocer que era “extranjero” podría evitar preguntas de ese tipo aunque por otra parte temía que pudiese conducir la conversación por otro camino. En cuanto dijo aquellas últimas palabras, Donx se preparó para ponerse en pie casi como un acto automático tras alzar la mirada y ver como el muchacho pretendía alcanzar aquella fruta con éxito, aunque en un principio pareciese que fuese a caer al agua.
Con la invitación gestual de Greiv, terminó de erguirse apoyándose en el árbol en el que se recostaba para después acercarse con un aire inseguro e inclinarse levemente hacia aquella fruta que les estaba siendo mostrada tanto a él como a Enrah. Observarla no hacía más que poner su mente en blanco al no conocer nada acerca de ella, pensando que aquello comenzaba a resultar incluso ridículo pero en aquel momento reparó en que tal vez le hubiesen hecho aquella pregunta porque de algún modo habían descubierto algo especial en aquella fruta que no conocía, pero por más que la observase no sería capaz de obtener ni siquiera su nombre. - Ni siquiera se como se llama, dudo que la haya visto antes. – Dijo retirándose hacia atrás esperando que ellos le dijesen algo que no supiese. - ¿Acaso tiene algo de especial? – Preguntó inocentemente empezando a sentir auténtica curiosidad por el tema como si aquella magia que envuelve lo desconocido lo atrajese.
-Pues en realidad no. – Dijo tras unos segundos en los que regresó de sus pensamientos para volver a cruzar palabras con el otro joven. - La verdad es que no soy de por aquí... – Terminó por decir bajando la cabeza apenas unos instantes en los que se percató de que no debía aportar datos innecesarios sobre él mismo si no eran estrictamente necesarios aunque no significase que solo fuesen sus palabras las que hablaran. De todas formas dar a conocer que era “extranjero” podría evitar preguntas de ese tipo aunque por otra parte temía que pudiese conducir la conversación por otro camino. En cuanto dijo aquellas últimas palabras, Donx se preparó para ponerse en pie casi como un acto automático tras alzar la mirada y ver como el muchacho pretendía alcanzar aquella fruta con éxito, aunque en un principio pareciese que fuese a caer al agua.
Con la invitación gestual de Greiv, terminó de erguirse apoyándose en el árbol en el que se recostaba para después acercarse con un aire inseguro e inclinarse levemente hacia aquella fruta que les estaba siendo mostrada tanto a él como a Enrah. Observarla no hacía más que poner su mente en blanco al no conocer nada acerca de ella, pensando que aquello comenzaba a resultar incluso ridículo pero en aquel momento reparó en que tal vez le hubiesen hecho aquella pregunta porque de algún modo habían descubierto algo especial en aquella fruta que no conocía, pero por más que la observase no sería capaz de obtener ni siquiera su nombre. - Ni siquiera se como se llama, dudo que la haya visto antes. – Dijo retirándose hacia atrás esperando que ellos le dijesen algo que no supiese. - ¿Acaso tiene algo de especial? – Preguntó inocentemente empezando a sentir auténtica curiosidad por el tema como si aquella magia que envuelve lo desconocido lo atrajese.
Donx- Humano
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