[Mini-Trama] Algo para aliviar el estrés

Se sentó en un taburete de un mugriento bar, situado en una de las calles más transitadas del tampoco muy higiénico puerto de Port Royal. No era ni mucho menos por la noche, por lo que la clientela era escasa. Un pobre borrachuzo con una descuidada barba de tres o cuatro días que se sentaba a dos taburetes de ella, en la esquina derecha, y dos mujeres de grandes atributos que parecían pasar una especie de velada con un hombre de mediana edad trajeado. Aquellas mujeres, que seguramente eran de las que vendían su cuerpo, parecían aprovecharse de lo poco agraciado que era el hombre, y, por lo tanto, de su necesidad de amor. No es que tuviera prejuicios, pero Miia adivinaba que aquel individuo no había estrechado lazos con nadie desde su juventud.
Llamó con un breve silbido al camarero, un jovencito no mucho mayor que ella, con una atractiva perilla, nada que ver con el borracho que tenía a su lado.

El chico titubeó. Parecía tímido a pesar de su aspecto. Era difícil sobrevivir por aquellos lugares si no eras un tipo duro, así Miia se imaginó que no solía hablar con los clientes. Era peligroso. Sin embargo, ella no era más que una jovencita. Inofensiva.

-Guapa... No creo que este sea un lugar para ti. Ni siquiera pareces mayor de... -Miia se apartó un poco el pelo de la espalda. Algo brilló un momento a la luz de los ténues fluorescentes, y finalmente se mostró como el filo de su espada anular. No tenía paciencia para aguantar tantos escrúpulos, no aquel día. El joven, asustado, rectificó-. ¿Qué desea, mademoiselle?

-Whisky. El más fuerte que tengas.

El camarero se apresuró a la bodega. Maldito fuese el día en que los piratas del Capitán Garfio la atraparon y le dieron alcohol para beber a diario al no poseer ni agua. Miia podía sobrevivir perfectamente sin beber, pero cuando se sentia estresada, era en lo primero que pensaba. Se preguntaba que diría Kerloxsand si lo supiera; él, que era tan enemigo de los vicios.

Spoiler:

En uno de los taburetes estaba sentado Daent, con un jarro de cerveza en la mano izquierda. Contando una de sus inventadas historias a un grupo de gente- Me encontraba rodeado de piratas, cien!, no, cientocincuenta! entonces... Miro hacia un barril y tomo un trago de cerveza- Por donde iba? ah, si... Pues habia un barril lleno de... dinamitas! las prendí fuego y... los piratas se distrajeron, aproveche la oportunidad para escapar y...

Hizo una pausa para tomar, pero ya se habia gastado- Camarero! esta jarra no se va a llenar sola! En ese momento vio a Miia, le parecio muy guapa y decidió hablar con ella- Lo siento caballeros, tendre que dejar mis aventuras para otra noche. Se acerco al taburete de Miia y la saludo- Hey, que hace una chica en un bar asi a estas horas, los niños buenos ya tendrian que estar en la camita.

Ya había pasado bastante tiempo desde que estaba en aquel bar, y empezaba a llegar más gente a un ritmo constante. La joven no se había fijado en toda la gente que entraba y salía; tan solo advirtió que el aficionado al alcohol que ya estaba allá cuando ella llegó seguía bebiendo su licor dorado sin parar, y que las mujeres de compañía ya se había marchado con el hombre trajeado, seguramente a alguna esquina oscura.

¿Cuántas copas había bebido ya de aquello? No se había atrevido a contarlas, pero en un cálculo aproxima, no solía consumir tanto. El camarero se había convertido en el tío de la barbilla enorme del desierto, y ahora, en vez de beber de una copa, pensaba que le había abierto la cabeza a un mini Kerloxsand y estaba bebiéndose sus neuronas. En fin, no sabía mal, con eso le valía.

Alguien se acercó entonces a hablar con ella. Miia no distinguía bien su cara, pero parecía amarilla con manchas verdes. Parecía un leopardo.

-Pfuerra de aquí, bitcho... Ezto ez un barr... No un pzoo... ¡Hip! Niñia lo serrá tu abuela... ¿Quierez peliea? -balbució con la nariz completamente roja. Solo uno de sus ojos parpadeaba constantemente, mientras que el otro parecía vago. Señaló su copa-. ¡Camarrerro hindú! Anda, ponme máz de ezto... en... el cacharro donde ze pone... ezto. ¡Hip!

El camarero, habituado a tratar con personas con aquellos trastornos temporales, se limitó a traer la cerveza de Daent y llevarse la copa de Miia para volver a llenarla. Ella miró con una sonrisa estúpida a su interlocutor.

-¿Zabez? Tú erez mi amigo... Yo invitio a ezta... -cogió la cerveza del incorpóreo, pero se la tiró encima de la chaqueta-. Ups... ¡Hip! Ezpera, que pido otra... ¿Cómo te lliamas? Yo Melón... No, Miyu... Miku... Mila... Bah, llámamie como quieraz.

Spoiler:

Parecia que Miia estaba borracha- Bicho? zoo? Pelea? Bueno... Da igual, me llamo Daent y si, somos amigos. Daent silbo para llamar la atención del camarero- Mi amiga, aqui presente, dice que pagara todo lo que he bebido, no es asi? amiga. Sabia que ella no habia dicho eso, pero tenia que aprovechar, ya que no tenia dinero.

Iba a comenzar a beber cuando Miia le tiro la cerveza en la chaqueta. Se levanto rapidamente y rompió una manga de un borracho que estaba durmiendo, se limpio y se sento otra vez- Toma, esta manga de aquel borracho es para ti, has lo que quieras con el... y si ¡ME DEBES UNA CERVEZA! por eso te llamare Oweme, vale?

Spoiler:

Hmmm... Dijo Enrah, malhumorada. Se oyó un gran estruendo en la puerta, que se abreiron de par en par:- Porfavor, un batido de chocolate con nata montada, y si puede ser, una cereza encima! Y sin semilla! Dijo, mandona. Iba con un traje de pirata, sucio y arrañado por algunas partes:- No os imagináis lo que tube que hacer para que esos piratas me lleven hasta aquí!. Gritaba para que todo el mundo la escuchara:- ¿Sabeis lo difícil que es hacer auto-stop desde un flotador de patito?. Se sentó esperando su batido, cuando se acercó el camarero:- No tenemos batidos, ¿que va a tomar?. Dijo:- Pues... no se, sorprendeme. Dijo Enrah, mientras ponia los pies encima de la mesa. Miró alrededor y vió a gente muy rara, borrachos barbudos y demas, y se sorprendió al ver a un chico aparentemente joven hablando con una chica aparentemente joven. Se acercó a ellos e hico una reverencia, inclinandose hacia adelante:- Buenas noches, caballero, y caballera. ¿Os importa que me siente?

Se reía mientras escuchaba lo que Daent iba diciendo. Era divertido ver a un leopardo con manchas verdes poner caras y hablar. Cuando la cerveza se le desparramó por el cuerpo le pareció que algunas manchas se difuminaban y otras no. Y, segundos después, todo se volvió rosa.
¿Pero que le había puesto ese camarero en la copa? ¿Whisky o cocaína líquida? Cogió el trozo de ropa que le había ofrecido Daent, y saltó al otro lado de la barra apoyando el brazo derecho en ésta. Tenía buen equilibrio para estar completamente ebria.

Los ojos de Miia refulgieron con malicia cuando el camarero apareció con más jarras de cerveza de la bodega, para sucesivamente dejarlas caer cuando vio a la joven en una posición tan amenazante. Ella se agazapó y saltó sobre el inocente trabajador. Él trato de defenderse con una navaja que se sacó de la manga, pero Miia fue más rápido. Cogió el arma con la diestra y la lanzó con precisión hacia detrás, sin siquiera mirar. Pasó al lado de Daent, rozó a una chica que acababa de entrar en el bar y se clavó en la pared, cortando la cuerda que sujetaba a un clavo el cartel que rezaba "Prohibidas las peleas. Se avisará a los guardias".

Finalmente, la joven abrió la boca al camarero a la fuerza y le introdujo la manga que le había dado el incorpóreo hasta que se la tragó. Parecía ahogarse.

-Ezto ez por ponerrme cozas rarrias en la... cosa que ze bebe, camarrerro de los... mojicones.

Con una amplia sonrisa, volvió a su asiento y tomó otro trago de whisky ante la atenta mirada de los clientes que no se habían marchado debido al miedo. Apenas advirtió que la joven que había entrado hace nada, rozándole el proyectil que había lanzado, estaba saludándola. Le sonrió mostrando sus blancos dientes con torpeza y le dejó los detalles a su compañero de taburete.

Comenza a reir al ver a Miia saltar sobre el pobre trabajador y no le importaria en absoluto que lo matara, dejo de reir al ver la navaja pasar en frente de su cara, Miro otra vez hacia Miia y comenzo a reir mientras se caia al suelo- Eso es! Dale fuerte! por lo que sea que te alla metido en tu bebida, no tengas piedad!

Cuando Miia se sento en el taburete Daent comenzo a aligerar la risa- Hay... Sabes? me caes bien, puede que normalmente no seas asi, pero borracha eres la monda. Al acabar la frase, vino una chica desconocida que los saludo- Hola?

Giró su cara hacia el chico después de que la chica se sentara:- Hola, soy Enrah Lionnel, capitana de un flotador de patito. ¿Su amiga está borracha? Porque eso parece, si. Miró a la chica de arriba a abajo:- Está echa un desastre.... Dijo con los brazos cruzados. Apoyó sus codos en la mesa:- Oye, no me podeis invitar? No tengo pasta... Dijo, casi susurrando.

Trataba de mantener los ojos abiertos mientras escuchaba lo que Enrah decía. No supo si interpretar aquel "está hecha un desastre" como un insulto. Sin embargo, lo dejó pasar, y sonrió cuando la nueva chica les preguntó si podían invitarla a algo de beber. Saltó de nuevo al otro lado de la barra, ignoró al joven, que estaba prácticamente inconsciente, y se dirigió a la bodega. Allá cogió como pudo una caja llena de licores y la llevó hasta el bar. La dejó sobre el suelo, sacó su espada anular, rompió la parte superior de la caja y gritó:

-¡Venga, adelante, ez todo gratiz! ¡El camarrerro invita! -se carcajeó mientras señalaba el cuerpo inerte-. ¡A bebier! ¡¡Vamoz a cogernoz una cogoirza dezcomunial!!

Todos los que aún estaban el el establecimiento corearon los gritos de Miia, y se dirigieron a coger alguna botella de la caja o directamente a la bodega. La joven peliazul les sonrió a Daent y Enrah, y les indicó que cogieran lo que quisieran. Nadie podía impedírselo.
Al menos, eso era lo que ella creía, ya que unos minutos después de asaltar el almacén de licores, unos guardias armados con alfanjes y pistolas irrumpieron en el bar, alertados por algunos clientes que habían escapado al principio de la locura y confusión provocada por la embriaguez de Miia.

Cogió un par de botellas de la caja que la chica había dejado por el suelo. No es que Enrah bebiera, pero por si las moscas. De pronto entraron unos guardias armado:- !Coñ*! Dijo Enrah. Cogió al chico y a la chica de la mano y salió disparada como una bala, dejando una figura de humo en forma de ella misma detrás, y al instante chocó con un guardia tan grande que se tenía que agachar para pasar por la puerta. Enrah se lo quedó mirando boquiabierta, y sudando de los nervios:- Ho... hola... - Sonrió inocentemente. El guardia le dió un`puñetazo de tal fuerza, que salió disparada hacia la bodega y se cerró la puerta.

Spoiler:

Se vio arrastrada por la capitana del flotador de patito. Veía la estancia bastante borrosa, pero le parecía que una gran masa de gente trataba de salir del lugar. Los guardias, sin embargo, en su sadismo, les golpeaban para detener su carrera, e incluso le rebanarón la cabeza a un par. Desde luego, no parecía guardias que se preocuparan por la seguridad de la gente.

Unos segundos después la mano de Enrah se separó de la suya. Uno de los brutos guerreros la había enviado de un puñetazo a la bodega. Le dirigió una mirada asesina con el único ojo que le funcionaba bien.

-¡Cómo te atrievez a peguiar a mi amiga! ¡Me laz pagaraaaaaaz! -gritó cómicamente, sacando su espapa anular. Sin embargo, cuando Miia trató de cortarle, el filo resbaló por la piel del hombre-. ¿Eing?

Volvió a intentarlo, y recibió el mismo fracasó. El hombre le dio con el mango de su alfanje, sonriendo con satisfacción. La joven se dejó caer al suelo, dolorida.

-Hijo de tu hijo...

Alzó la mano y lanzó un electro que cogió desprevenido a su enemigo. Sorprendentemente, su cuerpo pareció deshacerse ante el hechizo hasta convertirse en un esqueleto andante. Miia arqueó las cejas.

-Ya eztoy aluciniando...

Sin embargo, cuando se levantó y trató de golpearle de nuevo con su arma, el cuerpo del guardia se separó en un montón de huesos que salieron despedidos por todo el bar.

Spoiler:

Enrah, estirada en el suelo bocabajo, escuchó unos sonidos supuestamente altos pero que, por el golpe del guardia, los escuchaba destorsionados y flojos. Oía golpes, gritos, sillas y mesas siendo lanzados... Finalmente decidió levantarse. Abrió la puerta y, tocandose la frente con la mano y los ojos medio cerrados, vió un esqueleto desmontado por el suelo:- ¡¿Pero que es esto?! ¡Pensaba que eran guardias, no muertos vivientes! Dió una patada a un guardia armado que había detrás de Miia en lo ''cajones'':- ¿Donde está el chico?.Preguntó, antes de coger una silla para defenderse.

(Off:Enrah, cada vez me recuerdas más a Renvax con tus posts xD)

Miia asintió a modo de gracias cuando Enrah apareció para despachar momentáneamente a uno de los guardias trató de de atacarla por la espalda. Se tambaleó ligeramente, mareada, pero acerto a lanzarle un electro a otro enemigo. Éste se convulsionó, para convertirse, como el otro, en un amasijo de huesos que salieron despedidos cuales balas cuando el arma de la peliazul rozó su cuerpo. Aquello era demasiado fantástico para ser tomado como algo real.
Y, por lo tanto, Miia decidió que aquello era un sueño. Y si era un sueño, tampoco ella ni los otros dos eran reales. Ergo, el peligro de muerte no existía.

-¿A quién le importa Donete? -se carcajeó, pronunciando mal el nombre-. Nada de ezto es reial.

Y, tras unas demenciales carcajadas, comenzó a formar a su alrededor un concierto de rayos y relámpagos que salían disparados en todas las direcciones posibles, arrasando a su paso a algunos guardias-esqueletos, muebles, civiles que no habían conseguido escapar y el propio local. Todo lo que se encontraba en aquel lugar peligraba de muerte.
Finalmente, los puntos mágicos de Miia se agotaron, y ésta, tras reírse de nuevo y tambalearse, cayó dormida bajo una de las pocas mesas que seguían intactas.

El techo del local caía en grandes trozos de madera sobre todo aquel que se encontrara en lo que antes había sido una taberna, y la luz de la luna menguante iluminó los cuerpos de aquellos guardias que quedaban en pie, revelando su verdadero aspecto como esqueletos y dejándolos vulnerables a los golpes físicos.

(Off: Ale, Enrah y Daent si le da por aparecer, ahora os toca a vosotros encargaros de los enemigos xD Tenéis un montón de cosas a vuestra disposición: trozos de madera, palos puntiagudos, sillas, botellas rotas... Incluso le podéis robar la espada anular a Miia xDDDD)

(Off topic: Oye, mejor no pongas spoilers. No se que pasa, que mi ordenador no me deja verlos.)

¿Que no soy real? ¿Y que es esto? Tiró la silla que sostenía hacia la pared, haciendo que se rompiera un poco. La peliazul estaba borracha, obviamente, e hizo que salieran rayos por todas partes. Enrah, cubriendose la cara con las manos, se acercó a ella, cuando sintió un dolor electrizante en la pierna; un rayo la había alcanzado, y perdió el equilibrio. Se cayó al suelo y ,como pudo, se levantó.

Cuando Enrah ya se había levantado, se acercó cojeando a la chica, quien parecía que se desmayó.
Cogió el arma de la chica, y lo sostuvo como pudo. Unos cuantos guardias se acercaron por la izquierda y, aunque sabía que le dolería, Enrah se subió a una mesa de un salto:- Jod*r! Se dijo a ella misma. Un esqueleto saltó hacia ella, y con el arma le cortó la cabeza, que salió rodando como una pelota por ahí:- Uno abajo! Miró a su alrededor, dándose cuenta de que habían muchos más:- Hostias! Esto será más dificil de lo que creía... Mas vale prevenir que curar! Fué corriendo hacia la chica, a quien cogió en brazos, y se llevó corriendo del sitio, antes de mirar hacia atrás y añadir:- Adios, Donete... Los guardia-esqueletos se dieron cuenta de lo que quería hacer, y fueron corriendo detrás de ella:-Adiós, muertos vivientes!!! Dijo asustada, y salió corriendo de ahí, perdiendo de vista a los muertos vivientes.

Llevó a la chica en brazos hasta la costa:- ¿Que hago, me voy? ¿Me quedo? Uff... Se preguntó, frotándose la cabeza.

Los muertos vivientes no parecían haberse olvidado de Enrah, y durante la indecisión de ésta, fueron ganando terreno. Debido a la masacre creada por Miia en la taberna, quedaban pocos, menos de diez, pero venían ansiosos de venganza y sangre. Cuando al fin vieron a las chicas, parecieron sonreir cadavéricamente, y comenzaron a andar más lentamente, casi acompasando el sonido regular de las olas al chocar contra el puerto.

-Kerl... que... grande... -murmuró Miia en sueños.

En ese momento, de la nada apareció un chico rubio ataviado con una túnica negra, y una capucha que no dejaba ver sus ojos, más sí su cabello. Se acercó a las chicas casi deslizándose por el suelo, sin emitir ningún sonido. Era tan silencioso que posiblemente Enrah no se hubiera dado cuenta de su presencia debido a la emoción de la situación hasta que no se encontró a su lado. La misteriosa aparición cogió a Miia en brazos de una forma asombrosamente delicada, y murmuró:

-¿Piensas dejar que te destruyan?... -su voz era mística y acariciadora, casi parecía un eco por si sola-. Adelante, este será tu bautizo en el arte de la vida, ya que, si no luchas por protegerte a ti misma, ¿por qué vas a luchar?

Se alejó lentamente casi al mismo paso que los esqueletos que se aproximaban a Enrah.
-Sería una pena que un corazón fuerte como el tuyo se perdiese en una situación tan ridícula -su voz era casi un murmullo-. Lucha ahora por tu existencia, o perece sabiendo que nunca podrías haber llegado lejos en la vida.

Y ambos se desvanecieron en una bruma oscura.

(Off: xDD Que conste que lo hago con todo mi cariño, para que practiques el rol combativo :3 Yo haré de narradora, si te place )

(Off: Buff! Que pereza, pero bueno... cuanto antes mejor...)

Enrah vió de reojo cómo ''una bruma oscura'' se formaba en la dirección de la peliazúl:- Pero ¡¿que eres, una fantasma?! Dentro de unos segundos, la oscuridad desvaneció, igual que la chica:- Luego dice que la que és falsa soy yo, oye... Unos guardias se acercaban lentamente hacia ella:- Ahh! No! Yo no sé luchar! Por favor! A los guárdias no parecían importarles lo que decía la chica, y seguían acercándose:- Con que esas tenemos... Levantó los brazos hacia el cielo y, con un rayo de luz, apareciéron un par de garras; uno en cada mano. Uno de ellos esprintó Hacia ella. Enrah saltó hacia atrás dando unas voltereta y, en la última, tomó impulso con las rodillas y salió disparada hacia el guárdia, cortándole la cabeza:- Wow! Tendrían que llamarme La Decapitadora! Se dijo, con una sonrisa malvada. Sin dárse cuenta, esta vez, de que habían unos cuántos más.

Sonó un ruido de lo másalto, parecido al cláxon de un camión. Enrah giró lentamente la cabeza, para darse cuenta de que era un barco pirata:- EEH! AQUI! SALVADME! Dijo, agitándo los brázos, mientras saltaba.

(Off: Por lista te inventas quienes són los piratas! )

Enrah puso sus esperanzas en que aquellos que se encontraban en el barco pirata le ayudaran a salir de la situación en la que se encontraba. Por un momento, parecía que así iba a ser, ya que el barco lanzó al puerto una tabla para que los tripulantes pudieran bajar. Mas lo que bajó no eran humanos, sino más muertos vivientes con forma de esqueleto. Las cosas no pintaban muy bien para Enrah.

De pronto, se oyeron varios disparos, y tanto los esqueletos que bajaban al puerto como uno que iba a atacar a Enrah por detrás cayeron al suelo, abatidos. Una joven vestida con un largo vestido dorado, bella pero de facciones duras, se acercó a la posición de Enrah y exclamó:

-¿Acosar a dos pobres chicas indefensas es lo mejor que tenéis que hacer? Desvergonzados... -las palabras de la recién llegada sirvieron de poco, ya que los enemigos se preparaban para cargar contra ellas-. Impediré que bajen más esqueletos del barco. Tú ocúpate de los ocho que hay en tierra -le susurró a Enrah.

Tres "guardias" arremetieron al mismo tiempo contra Enrah con sus espadas, mientras que uno, por detrás le disparó un perdigón que tenía como destino su frente, para causarle una muerte instantánea.

Enrah esperaba que los que salieran del barco fueran piratas, y buenos, si podía ser. Salieron más esqueletos. Se pensaba que éste sería su fín, cuando apareció una chica, que antes disparó a unos cuantos esqueletos:- Oooh... que guapa... Se dijo a ella misma. La chica dijo que se encargaría de los del barco, y Enrah de los que habían en tierra:- ¿¡Que?! Le dió por agacharse y cubrirse con los brazos, esquivándose así lo que parecía un perdigón, que después le dió a un esqueleto, torciéndole un poco el torso:- Hostias! Miró hacia atrás para descubrir a un esqueleto con un arma apuntándola. Corrió hacia él mientras recargaba y, haciéndo algo de fuerza, consiguió quitárselo. Le golpeó con la culata del arma, haciéndole volar la cabeza:- Enserio, me tendrían que llamar La Decapitadora... Dijo, como burla. A los demás empezó a dispararles con el arma que acabava de conseguir, sin poner mucha puntería:- ¡Jaja, tragad plomo, muertos vivientes!

Debido a la pericia de Enrah, o tal vez simplemente a su suerte, varios de los esqueletos cayeron debido a la lluvia de disparos. Los pocos que quedaban parecieron lanzarse miradas de complicidad con los ojos que no tenían, y se lanzaron al mismo tiempo hacia Enrah, esquivando lo que ella pudiera dispararles.
Sin embargo, a mitad de camino, sus huesos se separaron, y comenzaron a flotar en el aire sin razón aparente, junto a todos los demás restos que habían dejado los enemigos. Se juntaron todos en un baile nocturno, formando una bruma sombría que impedía observar lo que ocurría con el amasijo óseo.

Cuando la visión fue posible, frente a Enrah se encontraba la Parca Pirata, un sincorazón fantasma con una guadaña que se había alimentado de la oscuridad que yacía en los corazones de los piratas esqueletos, así como de su cuerpo sin carne, para hacerse más poderoso.
Ahora se encontraba frente a una humana de fuerte corazón, que provocaría que un aumento en su fuerza mucho mayor que la que le habían proporcionado los muertos vivientes. Hambriento, la Parca Pirata balance su guadaña en dirección a la cadera de Enrah para cortar su cuerpo por la mitad.

Spoiler:

(Off: PORQUE?! Porque me haces esto? T_T)

Los esqueletos empezaron a caer con los disparos, cuando formaron lo que parecía un fantasma con armadura o algo así. Su guadaña se dirigía hacia ella:- Jod*r! Dijo, mientras daba una voltereta hacia atrás, esquivándose así el ataque:- Este es mucho más grande... que voy a hacer...? Esto empezaba a desesperarla:- Pero no puedo defraudar a esa bella mujer! Oh! Que és esto? Se agachó para coger una moneda de oro del suelo:- Guau! Esto podría costar millones! La Parca Pirata fué hacia ella otra vez: Oh no! Se metió rápidamente la moneda en el bolsillo y saltó hacia un lado, acabando tirada en la arena:- Oooh... no creo que mis garras puedan con eso... SON MUY CORTAS! Se levantó de nuevo:- Te vas a enterar, cosa! Le apareciéron las garras en las manos, y cargó hacia La Parca Pirata. Esperaba cortarlo por la mitad, que no volviera jamás. Las garras se volviéron mucho más largas, y más brillántes, con tres pinchos en cada mano en lugar de uno:- Pero que...? Se dió cuenta de que se volviéron más poderosas, igual que ella. Miró a La Parca Pirata con una sonrisa malvada:- Te vas a enterar de lo que és bueno! Cargó de nuevo hacia él, rajándole un costádo, y liberando oscuridad de la bestia:- Bien, atacar y repetir, será pan comido! Seguía atacándole, esquivándose ataques, y a la vez deseaba que alguien estubiera a su lado, para ayudarla, o al menos para que vea los nuevos poderes que había conseguido.

Spoiler:

Parca Pirata emitió una especie de chillido al recibir el primer ataque de Enrah en su costado. La humana probó a seguir lanzando ataques con sus garras para seguir produciéndole heridas; la vieja táctica de matar a base de picaduras de avispa. Sin embargo, el sincorazón no se iba a dejar vencer tan fácilmente. Tan pronto como la pelirroja lanzó el segundo puñetazo, clavó su guadaña en el suelo, haciendo que el ataque chocara contra el arma y contrarrestándolo.

Cogiendo impulso debido a la inercia de su arma al sacarla de la tierra, Parca Pirata arremetió contra la posiblemente aturdida humana, girando en el aire hasta convertirse en un oscuro torbellino cortante, que trocearía a Enrah si ésta no conseguía evitarlo.

Spoiler:

Spoiler:

La cosa parecía ir bien, cuando de repente, la Parca Pirata se defendió de uno de los ataques de Enrah, haciendo que ésta se aturdiera. No podía ver bien; borroso y destorsionado... todo fuera de su sitio...
Cuando recuperó la vista, lo primero que vió fué un torbellino oscuro acercándose a ella a toda velocidad. Al ver esto, sintió como su corazón latía mucho más rápido. Nunca se había asustado tanto en la vida. Su reacción fué cubrirse con las manos, teniendo los brazos estirados. El tiempo pareció detenerse por un momento, y de repente, Enrah se escuchó a ella misma:- Bueno... parece que ha llegado mi hora...

Spoiler:

La Parca Pirata se dirigía hacia Enrah a gran velocidad, girando con la guadaña en mano, formando un peligroso torbellino que podría cortar en trocitos a cualquier humano sin problemas. Parecía que había llegado el final de Enrah... Pero alguien no estaba dispuesto a permitirlo. Justo enfrente de Enrah se formó un portal oscuro del que apareció una chica joven de cabello azul, que refunfuñaba sola.

-Maldito fantasma hijo de perra. Con el sueño tan bonito que estaba teniendo... Y va y me despierta... ¡Solo para mandarme de nuevo a este sitio! Me da igual que sea o no sea intangible, cuando le vuelva a ver, yo... -en ese momento, Miia advirtió que un negro torbellino se dirigía hacia ella, con claras intenciones asesinas-. La has cagado, seas lo que seas; estoy de mal humor y con resaca.

Alzó el brazo con la palma de la mano abierta, y un gran relámpago chocó contra la Parca. Ésta se detuvo, paralizada, tiempo que Miia aprovechó. Dio un gran salto, dándole en la cara una patada al sincorazón, al cual se le escapó la guadaña, la cual la humana agarrá con fuerza y, aprovechando el impulso que le había dado la patada, le lanzó su propia arma a la Parca Pirata, que terminó por separarle la cabeza de su cuerpo en su giratorio viaje, y así provocando que el sincorazón desapareciera entre negras sombras.

Miia, con una sonrisa triunfal, se dispuso a dirigirse a su nave gumi para largarse de aquel asqueroso lugar, ya que no tenía ni idea de porque le había mandado allí el ente rubio, pero entonces divisó a la asustada Enrah. A Miia le sonaba, pero no recordaba del todo de donde; sin embargo, presentaba rasguños, escoceduras y manchas en la ropa, por lo que debía de haber estado luchando contra los sincorazón. No parecía que todo hubiera ido demasiado bien... Se acercó a ella para tratar de consolarla.

-Eh, vamos, ya está, ya no corres peligro -le puso la mano en el hombro para comprobar su reacción, y luego la abrazó con una sonrisa consoladora-. Tienes pinta de ser una chica dura. No dejes que una derrota te mine la moral: tienes toda la vida por delante para mejorar, ¿vale? Me llamo Miia, ¿y tú?