Toma de tierra en Ciudad del Paso.

Nos encontramos con un bonito y casi imperceptible amanecer en Ciudad del Paso, es aún de madrugada pero ya hace un poco de calor, claro está,es verano.

La ciudad estaba en silencio, dormitando aún perezosa antes de enfrentarse a otro bullicioso día con miles de personas circulando por sus entrañas.

Pero hay alguien muy maleducado,no, por el ruido deben de ser diez personas, aunque a medida que llega la mañana con el Sol asomando tímidamente por el horizonte se oyen más voces.

Qué maleducados, molestando a la ocupada Ciudad del Paso a qué viene ese escándalo ?

Se abren los grandes portones de Ciudad del Paso; a medida que se abren se oyen murmullos, conversaciones y resoplidos.

Con lentitud pero con gran esfuerzo, decenas de manos empujan los pesados e imponentes portones mientras respiran profundamente y con fuerza.

El sonido de las grandiosas puertas rozando con el suelo y el chirrido de sus ridículamente títanicas bisagras empiezan a despertar a la durmiente Ciudad del Paso, unas cinco personas armadas vienen a investigar corriendo el origen del ruido de esas puertas que aún no se debían abrir.

El mayor de ellos, un hombre un poco mayor que exibe una gran barba de color negro azabache, de unos cuarenta años más o menos y de constitución recia,se acerca al nido de manos que empujan las puertas escopeta en mano y intenta con un poco de dificultad ver quienes estaban empujando la puerta.



- "Hm, són humanos... Parece que són muchos."

- "Y qué han venido a hacer aquí tan temprano ?!?" Replicó un joven de cabello rubio del grupo.

- " A tí que te parece ?" Ladró el cuarentón barbudo. " Con razón no estaban aquí los soldados para abrir las puertas. Vamos pipiolo, ve a avisar a unos veinte comerciantes seguro que ya será casi hora de que se levanten así que no creo que les cabree mucho despertarles un poco antes..."

El hombre mayor miró con intensidad e impaciencia al rubio.

- " Y avísales de lo que pasa. "

- " Sí, sí... ya voy. " Respondió el joven rubio.

Y acto seguido se fué corriendo a un conglomerado de casas de unos dos o tres pisos.


El hombre barbudo se queda absorto mirando al suelo empedrado, mientras las manos van separando a las enormes puertas pero muy poco a poco y haciendo mucho ruido.
El hombre sale de su ensimismamiento, se pone la escopeta al hombro y se acerca a la cada vez más grande apertura entre las puertas.

Se dirige a alguien ataviado con una túnica blanca con decoraciones de triángulos rojos,la capucha que porta le tapa media cara, está ocupado en empujar la ominosa puerta.


- "Eh joven, dime lo que ha pasado."

- "Ha sido impresionante, es algo que te aterra y entristece al mismo tiempo..." Responde una voz grave que parece masculina.

- "Tranquilo hombre, una vez que entres ya estarás a salvo. Sabes qué són los Sincorazones ?" Pregunta el barbudo.

- "Són esas monstruosidades que atacaron Londres ?" Inquirió el joven encapuchado.

- "Seguro. Por esa razón existe Ciudad del Paso." Dijo el barbudo.

- "Eh ? No entiendo..." Alegó confundido el joven.

- "Verás... Estos Sincorazón són una peligrosa plaga de monstruos oscuros devoradores de corazones humanos que han aparecido hace poco y atacan mundos hasta que se apoderan de ellos.
Tú y toda esa gente habéis tenido suerte en caer en un portal oscuro y aparecer justo aquí.

Quien sabe que habrán hecho esos monstruos en tu mundo y qué os habrían hecho de no haber desaparecido de allí..."

Explicó el hombre barbudo con tristeza.


- "Bueno, por fin ha venido !" Espetó el hombre.

Detrás de él venía el jovencito rubio, acompañado de un hombre vestido con armadura que se dirigía a una esquina de la plaza.

- "Perdona por tardar tanto, pero encontré a un soldado montando guardia en el Distrito 2, le pedí ayuda para que abriese la puerta principal con su llave de seguridad pero era muy cabezota y no quería dejar el puesto de vigilancia... Pero le convencí."
Proclamó victorioso,como si hubiese hecho una heroicidad.

- "Hmph ! Aún así has tardado." Gruñó el barbudo.


De pronto, las puertas de la entrada a Ciudad del Paso se abrieron totalmente sin ningún esfuerzo, y tal era la rapidez que algunos se cayeron de cabeza al suelo sin poder reaccionar mientras empujaban las puertas.



El joven encapuchado de blanco suspiró con alegría, mientras la gente pasaba con prisas delante de él buscando un lugar dónde descansar.

Entonces el barbudo se le acerca y le da una explicación rápida al recien llegado.
- "Mira, esto es Ciudad del Paso, una ciudad creada por la mayoría de los que llegamos aquí por los portales oscuros.
Digamos que esta es una ciudad de huérfanos sin patria ni tierra a la que regresar por culpa de los Sincorazones.

Aquí hay tiendas de comida, farmacias, talleres de naves Gumi, hoteles y bueno,todo lo imprescindible en una ciudad de refugiados.

Me voy a trabajar !"

Pero el joven le interrumpe en su marcha: - "Espera, como te llamas ?"

El maduro barbudo le da una vista rápida a su espalda y le contesta: - "Román Espencer !"
Y se marcha con paso rápido.


El joven ataviado con la túnica se queda sólo entre la multitud, mira a su alrededor y camina hacia un bordillo y se sienta en él.

"Tiempo para descansar, tiempo para pensar..." murmuró el encapuchado.

En la mente del joven hombre había una tormenta de ideas y recuerdos.

Se acordaba de su vida pasada en Londres... su niñez, familia y formación como Sanador Espiritual o como le llamaban los pueblerinos, Mago Blanco.

En el Gremio de magos blancos aprendió el significado o el motivo de ser un Sanador Espiritual: Ayudar a los demás sanándolos de sus heridas físicas o espirituales y guiarles por el camino del Orden, la Construcción, la Complejidad y la Vida.

Si alguien se hace un corte, debes coserle la herida; si alguien está triste debes consolarlo y animarlo.

Esa es en esencia la moral del joven, una mano que auxilia como puede.

Y también recordó su estancia con un venerable Druida de la zona forestal de Londres quien le ayudó a perfeccionar la técnica de sanación, más sus enseñanzas distaban mucho de las del Gremio de magos blancos.


(En un bosque frondoso lleno de vergel van un druida y su aprendiz caminando mientras conversaban...)

Druida: - El mundo aunque no lo creas,está en su estado perfecto y debemos sentirnos dichosos por ello.

Joven: - Maestro... Perdone mi indignación, pero no puede decir eso tan a la ligera.
Hay muerte, enfermedades, guerras, dolor, hambre, frío... Són muchas cosas que afligen al ser humano !

Druida: - Debes entender, que estas cosas por muy dolorosas que sean forman parte de la Vida de todos nosotros, nos complementa.
Puedo parecerte cruel con mi posición respecto al mundo, porque dejo que pasen esas cosas pero aunque tuviese el poder para impedirlas no sería bueno para el mundo.

Joven: - No entiendo...

Druida: - Trato de decirte que el mundo está mejor con el Bien y el Mal por igual, en equilibrio.

No digo que esté mal que quieras hacer el bien sanando a las personas que lo necesitan, pero recuerda que lo haces para mantener el equilibrio y nada más.

Acostúmbrate a ver la muerte, pues no eres omnipotente y no puedes salvar a todos.

Si estás del lado de la Luz, marcha con ella pero nunca pretendas ser la Luz y menos aún inundarlo todo con Luz pues eso sería tan cruel como si la Oscuridad instaurase su tiranía en este mundo.

Porque... tendría sentido un mundo sin vida y que sólo existiese la muerte ? Podría existir la paz sin una guerra que al acabar diera lugar al sosiego ?

Joven: - Nunca lo había visto así, maestro.

Druida: - Mira con atención este consejo, entonces. Y cuídate de las gentes y grupos radicales que quieren inculcar su bien o su mal, pues los dos són igual de nocivos en exceso.

No lo olvides.

Joven: - No lo haré maestro.

(El maestro y el aprendiz continuaron caminando en silencio por el bosque)


Con los recuerdos del pasado, encontró por el momento su nueva misión en este y otros mundos: Ayudar en la medida de lo posible y saludable a la Luz para contrarestar a la emergente Oscuridad.

Aunque...... era la oscuridad lo bastante amenzadora como para hacerle frente sin miedo al exceso ?

Tendría que buscar a aventureros y guerreros del bien convencidos para hablar con ellos y analizar el tema.

Y si se da el caso de que la Oscuridad le ganaba el pulso a la Luz entonces tendría que luchar para poner equilibrio al universo.


El joven sale de su ensimismamiento de forma brusca, se levanta y se pone activo... hiperactivo !

"Muy bien, veamos, lo primero será conseguir provisiones !" Pensó con fuerza.

Se puso a mirar por todas partes hasta que vió el cartel dónde ponia "Farmacia".
Con gran celeridad, a diferencia de su estado anterior, fué con paso firme hacia la farmacia.

El joven entra con decisión y aspecto de hombre ocupado, la farmacia parece pequeña, tan pequeña que si no fuera porque esta estancia es una zona de transacciones sólo sería un almacén repleto de botellas,botellines, cajas, cajitas y velas.

No se detiene a observar el paisaje como de costumbre y se dirije al dependiente.

Ah no, es una dependienta.
Con un corte de cabello a tazón de color negro y con unas gafas de muy buen gusto/mucho estilo que no darían que pensar que esa señora de unos 30 años más o menos es una intelectual.


Farmacéutica: - Bienvenido a mi tienda !
(Hace una reverencia)

Joven: - Gracias ! Tiene éter ?
(Le devuelve la reverencia)

Farmacéutica: - Por supuesto ! Cuántos quiere ?
(Alza la mano derecha gesticulando)

Joven: - Unos... tres !
(Levanta la mano derecha con sólo tres dedos alzados,índice,corazón y anular)

La señora se da la vuelta, rebusca un poco entre tanto desorden de cajas y encuentra la que buscaba, abre la caja y le entrega al joven 3 botellas de éter.

Farmacéutica: - Aquí tiene. No hace falta que me pague ahora tengo un asunto urgentísimo que atender y tengo que cerrar la tienda ya !

Joven: - Como quiera !

Farmacéutica: - Ah ! Espere ! Cómo se llama ? Para la factura...

Joven: - Me llamo Siro Lumine.

Farmacéutica: - Muy bien, gracias.
(Hace una reverencia)

Joven: - A usted.
(Le devuelve la reverencia)


Guarda los éteres dentro de su traje, y se marcha tan pronto como entró a la tienda.