Kyotsu Vs Black

[off.- Disculpen la demora]

El viento hizo un leve acto de presencia levantando un poco de polvo a su paso, los rayos ultravioletas comenzaban a entrar mas entre mas tiempo pasara, debido a que el sol se movía eso significaba que el tiempo pasaba.

La silueta oscura desprendía lo ultimo de aura oscura que portaba aquel siniestro hombre, sus ojos de iris felina se clavaban en aquel hombre de cabellos blancos, sus cabellos ocultaban algunas secciones de su rostro pero la neutralidad era inminente en aquel ser.

Tenia que pensar claramente la situación, por un lado su poder estaba casi agotado no como para no poder dar lo ultimo en la pelea, pero pensándolo de otra manera si por azares del destino llegase a ganar tendría que vérselas contra la mujer que acompañaba al guerrero.

Justo antes de que su sinapsis mental terminase de codificar las ideas sintió una aura oscura, casi por inercia giro su rostro para poder verla, se trataba de un sujeto calmado pero lo que llevaba en su cinturón era lo que le importaba, el símbolo de los sincorazones.....

Antes de que pudiera dar alguna reacción llegaron 2 humanos mas haciendo que la situación se complicase demasiado, al paso de unos segundos volvió a clavar su mirada en su primer y único rival.

.- No te odio.......pero si te veo como alguien detestable.....así que sobrevive solo hasta que mis espadas traspasen tu pecho...

La situación se había decidido....aunque le ganase al peliblanco tendría que vérselas contra aquellos recién llegados, pudo levantarse muy apesaradamente debido a las múltiples heridas, para comenzar a caminar cojeando llegando al lado del otro siniestro ser.

.- Quien eres?....

*El luchador, con la cabeza mirando hacia black, vio aparecer a un desconocido con pintas de guerrero acompañado de un joven a su espalda y a... Vanessa entre sus brazos... aunque antes hubiese aparecido el otro sincorazón, pero no percibió su presencia ya que el aura eléctrica del guerrero le llamó mucho más la atención.

-Estás bien, menos mal- Pensó para sí antes de mirar hacia abajo, dejando colgar su cuello, sentado en aquel trozo de escombro. Apoyó sus manos en sus muslos y luchó por que sus fuerzas no le fallaran y el agotamiento no le venciera... Aunque, sintió como la atención de Black ya no estaba dirigida hacia él después de devolverle tan amables palabras... Aun así, no hizo amago para saber de quien se trataba... Por ahora. Antes debería recuperar el aliento.

No había escuchado a aquel hombre que acompañaba a Vanessa al éste decir que necesitaba atención médica, más le habría respondido que lo que verdaderamente necesitaba era hechar una siesta... Cuándo medianamente se recuperó, lo primero que hizo fue mirar hacia atrás, comprobando como ahí se encontraba su chupa de cuero, algo enterrada en escombros, blanca por el polvo y un tanto estropeada por el corte en el torax...

-Tsk... Destruir a ése sincorazón se ha convertido ya en algo personal...- Le dijo a Vanessa que se encontraba al lado suyo para luego quitar las manos de sus muslos y erguir el torax, aún sentado para mirar a el singular muchacho rubio que no parecía tener más de veinte años, portaba el símbolo de los sincorazones, ya algo había aprendido de ellos, y es que todos llevaban ése símbolo... Windollen, Black.. y ahora él.

Sin saber aún el nombre de su combatiente decidió alzar la voz, demostrando a los presentes que estaba mejor de lo esperado meintras que estuviese sentado...

-¡Éh! ¡Escuditos! ¿Por qué nombre debo buscarte para aniquilarte en un futuro?- No sabía si interrumpía una conversación, pero de ser así, no estaría tan avanzada como para que fuese una molestia. Se quedó allí, mirando a ambos sincorazones a la espectativa de una respuesta, aún recuperando el aliento.

Para entonces la claridad del sol hacía un ángulo de 45º en las ruinas, bañando la mitad de la hueca estancia rodeada de maltrechas paredes... Sí, el tiempo pasaba y la incertidumbre se apoderaba del lugar... Pero mejor la incertudumbre a la oscuridad.

*El sincorazón no demostró un ápice de sentimientos, escuchó la pregunta, algo retórica ahora para Ése sincorazón llamado black. Más al parecer, no le había sorprendido nada su llegada al albino...

-Interesante sujeto- Pensó después de que el peliblanco gritara "-¡Éh! ¡Escuditos! ¿Por qué nombre debo buscarte para aniquilarte en un futuro?-" Entonces el Rubio cenizo miró al albino, mojándose los labios antes de articular y acompañando el primer fonema mientras arrastraba la lengua. -Su nombre es Black, muchacho... No dudes que lo volverás a ver.- Tras tal alarde de conocimiento, parecía que más que leer la mente, pudiese ver el futuro, o manipularlo a su antojo... Daba el semblante de un ser inofensivo, sin embargo, su forma de actuar hacía que todos mantuvieran las distancias, excepto Black, que cojeando no dudó en acercarse.

Para entonces, se comunicó con Black mentalmente teniendo una conversación privada, aún mirando con sus ojos al albino, manteniéndole la losible mirada que éste le estuviese dedicando tras responderle.

-Black, se como naciste, como eres, cuales son tus aspiraciones... Cuales tus funestos y débiles sentimientos a los que más te aferras y tus formas de proceder. Es hora de que te reclame, tras éste interesantísimo combate que aún puedo ver reflejados todos y cada uno de los movimientos ejecutados en el pasado en tu mente puedo saber que estás listo. ¿me seguirás para tener una charla más íntima? Si aceptas, te espero... En ciudad de halloween-

No cabía la menor duda que el veneno de sus palabras podría corroer a el objeto más inerte, podía mover la voluntad de cualquier pasivo y podría acabar con cualquiera que tuviese la mente debil... Rathalos, el primer sincorazón... ¿Qué estaría tramando? Sin duda una nube de incertidumbre se estaba apoderando del ambiente... Pero lo que él buscaba... Era la oscuridad. Lo que más quería provocar era la curiosidad de black para que descubriera aquello a lo que Rathalos llamaba "estar listo", por lo que creyó que sin dudarlo se encontrarían en ciudad de Halloween. allí la oscuridad siempre reinaba y cualquier oscuro ser se alimentaba del ambiente. Era un sitio ideal para recuperar un oscuro y sombrío corazón.

Antes de desaparecer, agitó la mano en señal de despedida levemente hacia Kyotsu, y luego giró su torso y se despidió de Vanessa, Ralexion Y Kizen, el cual no había gesticulado palabra desde que se bajó de los hombros de Ralexion. Acto seguido, posó la mano agitada en el hombro de Black y le dio la fuerza necesaria para ejecutar un teletransporte; luego soltó su hombro y dejó los brazos completamente lacios acompañada a su inexpresiva tez dándole una silueta propia de un desganado.

La nube de incertidumbre para entonces se materializó en una explosión de oscuridad más negra que la noche, con betas violaceas ascendentes que se originó a los pies del sincorazón, para cuándo el humo se había disipado, nada quedaba de él.

A punto estuvo de golpear a Kyotsu a modo de correctivo cuando escuchó el comentario cargado de burla que le dirigió a Black para conocer su nombre. El de apariencia aniñada fue el que habló, causándola un estremecimiento. Luego sacudió la cabeza y cuando volvió a mirarle él hacía un gesto de despedida. Aquello la sorprendió, pues no esperaba tanta deferencia de de un semejante del que estaba dispuesto a matarles horas antes.

Mantenía los ojos fijos en Black, esperando a que se marchase de allí para atender con calma a Kyotsu. Pensaba ella que lo único que hacía el albino era aparentar orgullosamente delante del enemigo para no darle el placer de contemplar el estado en el que se encontraba.

- Personal o no, estás para el arrastre, Kyo… - Posa una mano en su hombro desnudo y pegajoso del sudor, y da un ligero aprentón. Nota el calor que la piel desprende.

Kizen nunca había visto tanta confianza en dos personas, se puso celoso, ya que el nunca había tenido confianza con nadie. Kizen estaba tan celoso y molesto que se fue corriendo del lugar, se sentia como si nunca tuviera que existir, por eso comenzó a correr llorando.

Spoiler:

*Para cuándo había oido el nombre de Black y acto seguido desaparecer, un suspiro de regocijo inundó sus pulmones para soltarlo en forma de lastre... Podía decirse que, de la peor de las maneras, había ganado, ya que su objetivo era echarlo de Ciudad de paso. Aún sentado en los escombros no muy orgulloso de su vicoria por no ser plena, con Vanessa al lado se quedó con la cabeza casi entre sus piernas después de resoplar toda su adrenalina y desinflarse literalmente quedando con los ojos examinando las ruinas del suelo.

Más tarde posó en ella una cálida mirada girando el cuello a la vez que sintió como le tocaba el hombro, pero ya se había enfriado casi tanto como la temperatura corporal normal; tranquilamente rondaría los 40º, probablemente ahora el ácido láctico se dispararía y le propiciarían enormes agujetas por la locomoción muscular ejercida cuándo se enfriara totalmente... no cree que pudiera moverse... Era el precio por usar el fuego sin base de sabiduría mágica.

Mantuvo la mirada, parecía algo romántico más algo le quitó el estar atónito. El llanto de alguien desconocido para él que parecía haberse emocionado por lo ocurrido y que salió corriendo hacia una dirección no especifica. No hizo ademán de mirar hacia donde se dirigía, tan solo miró de nuevo al suelo, perparándose para algo...-

-Una... Dos... y...- Se impulsó sobre sus gemelos poniéndose depié; un leve maréo le sobrevino, más no osciló. Se quedó parado unos tres segundos a oidos sordos de lo que vanessa pudiese decirle por ése estrepitoso e irresponsable movimiento.-Tres...- Tras ésos tres segundos comenzó a caminar con bastante normalidad, más un deje hacía irregular su paso provocado por las agujetas que ya se manifestaban en las extremidades inferiores...

Salió por la puerta o lo que quedaba de ella, dándole la espalda a todo el mundo, incluso a su chaqueta; no porque quisiera dejarlos ahí, simplemente por que no cayó en la cuenta. apoyó sus dedos en el marco de la puerta antes de salir deteniéndose un momento, para luego impulsarse y seguir caminando... Con pesar lento pero constante siguió caminando con dirección al segundo distrito, en el cual sabía que había un hotel... Ajustándose a su paso lento, los que allí se encontraban aún podían decirle algo antes de que desapareciera de su vista.

Off: Bueno, ando aquí como un tonto mirando y sin hacer nada, pero posteemos... xD

El luchador parecía estar considerablemente bien, hecho que alegró al guerrero, aunque este no demostró nada. Los Sincorazón desaparecieron de escena tal como había prometido el chico de la manicura, después de varios intercambios de diálogo que poco tenían que ver con Ralexion. Y en medio de aquel caos, Kizen salió corriendo hasta desaparecer de la vista mientras lloraba a lágrima viva. El joven no pudo hacer si no otra cosa que enarcar exageradamente una ceja a modo de expresión: ¿es que ese insolente chico no iba a dejar de sorprenderle?

El albino parecía ser capaz de salir de los escombros por su propio pie, como bien demostró al dejar a los presentes atras con claras dificultades.

- Oye... -le dijo a Vanessa- ¿Puedo ir con vosotros? No conozco la ciudad, y en un principio había venido buscando un taller de Naves Gumi, además, el poco dinero que tengo lo necesito para la nave en sí y mucho me temo que no puedo permitirme alojamiento... ¡no molestaré!

Kyotsu hacia oídos sordos a sus consejos y protestas de que se levantase, cosa que la desesperaba. Observó cómo pasaba por su lado aguantando el dolor. Era admirable, si, pero no podía ser más terco... Movió la cabeza con gesto desaprobador y luego se fijó en que no llevaba su inseparable chupa de cuero. La encontró cerca, enterrada en unos escombros, y con cierta dificultad logró sacarla de allí. Mientras la sacudía para quitarle el polvo escuchó que Ralexion le hablaba.
Comenzó a caminar hacia el, indicándole la salida para seguir a su maltrecho compañero.

- Supongo que puedes venir, claro. Yo… tampoco conozco la ciudad, pero seguro que encuentras algún sitio donde conseguir una nave.

Se abstuvo de comentar que Kyotsu tenía una nave, necronave gumi, ya que al fin y al cabo, él no era el taxista de nadie…