Recuerdos de infancia

Hacía un día soleado en las Islas del Destino.
Un joven vestido de blanco estaba sentado sobre una palmera inclinada. El joven peliazul tenía los ojos cerrados, recordando días felices.

Una imagen en su mente se había formado. Dos jovenes, uno peliblanco y el otro de pelo castaño jugaban con espadas de madera, mientras Gilleux de jovencito y una niña pelirroja los observaban sonriendo.
Abrió los ojos y,tras un destello, su espada apareción en su mano derecha.
-Quien iba decir que un niño como yo acabaría así... -murmuró moviendo su espada lentamente de un lado a otro.

Con un rápido movimiento, se tumbó, con las manos en la nuca. Volvió a cerrar los ojos como si fuera a echarse una siesta.

El sol estaba comenzando a ponerse, formando una bonita y romántica atmósfera. Las naranjas aguas borboteaban por el calor, como si estuvieran hirviendo.
Unos niños, Selphie, Tidus y Wakka, salieron de la ensenada y, sin hacer caso al peliazul, se tiraron al agua para chapotear.
-Como me recuerda esto a los viejos tiempos... -musitó sin abrir los ojos.