Historia de Donx

Donx nació en el vergel radiante, aunque no recuerda nada de sus padres ya que lo abandonaron a la
temprana edad de 10 minutos tras nacer. Según le contó su maestro, Keele, lo encontró él mismo en un callejón mientras dormía y le puso su nombre. Era un antiguo mago que viajaba de mundo en mundo luchando contra los sincorazón, aunque no le gustaba demasiado hablar sobre su propio pasado.

Él acogió a Donx y lo crió como a su propio hijo, le regaló un bumeran al que llamaba blue star un tanto especial que permaneció en su familia como su primer arma y así aprendió a usarlo. Le enseñó los fundamentos del combate y la magia al descubrir que albergaba bastante potencial mágico y le prometió llevarlo consigo en sus aventuras para que descubriese otros mundos y ayudarle a comprender su poder.

A Donx le encantaba practicar con su bumeran y le fascinaba su capacidad de manipular la magia agradeciendo poseer ese don. A pesar de no tener padres ni tampoco tener mucho contacto con otras personas, tuvo una infancia medianamente feliz y sin preocupaciones junto a su maestro.

Un mal día poco después de cumplir los 14 años, en un enfrentamiento contra unos sincorazón que perseguían a Keele desde hace tiempo, pillaron a Donx por sorpresa y este creyó poder manejar la situación, pero se le fue de las manos y salió muy mal herido. Su maestro escuchó la pelea y acudió rápidamente en su ayuda, eliminando a los sincorazón con solo levantar una mano. Cogió a su pupilo y lo llevó sin perder tiempo a través de un portal hasta la posada de Ciudad de Paso para tratar sus heridas. Tras casi una semana, cuando su estado mejoró, se fue sin él.

Cuando despertó, Donx encontró una nota que decía “Es mejor que de ahora en adelante sigas sin mi tu propio camino, conoce nuevas amistades que te ayuden a crecer...Keele”, lo único que le quedó de él fue blue star. Donx entendió que su mentor pretendía protegerle con aquella acción. Al día siguiente tras reponerse completamente partió un viaje en busca de su nuevo camino prometiendo volverse más fuerte para así un día volver a ver a su maestro y enseñarle cuanto ha mejorado para poder proteger lo que quiere.