Un descanso merecido.

Llegó a la puerta del distrito dos, dejándo su cuerpo arrumbado contra la puerta hasta que ésta cedió hacia su interior. No miró hacia atrás, más sabía que Vanessa le seguiría. No escuchó ninguna conversación ajena, estaba ensimismado en su propio cansancio y solo tenía ojos para recostarse.

Tras avanzar hasta la puerta del hotel, se apoyó en la columna que comportaba la entrada girando su torso, viendo ahora a sus espaldas, esperando a su compañera. No era momento para disculparse... Pero realmente sentía no poder responder bien de sí mismo en ése estado. Parecía casi un no-muerto que deambulaba. Ya las agujetas estaban en su momento más esplandoroso, y cualquier minúsculo movimiento provocaba dolor en las articulaciones del joven...

-Y dicen que las agujetas son peores el segundo día- Pensó para sí mientras trataba de discernir el semblante de Vanessa, sin saber que vendría acompañada, aparecer de la puerta que daba al distrito 1 de donde había venido...

Los desperfectos que había causado... Debería hacerse él responsable de los daños, pero ¿Cuánto podía costar dicha reconstrucción? ¿mil? ¿dos mil platines? Menos mal que... Por suerte podía permitírselo, aunque claro... Había librado a la ciudad de un Sincorazón. ¿Éso no le convertía frente al populacho en un héroe?...

Reflexionó dejado caer en aquella columna mientras esperaba allí, solitario y notando como el peso de su cuerpo se recargaba sobre las agujetas de sus gemelos.

[bueh, éso de pagar por los desperfectos lo dejo en manos de los admins... Que juzgue como me trata el pueblo y éso; también era para iigualarme un poco más con los demás monetariamente]

Atravesó la puerta del Distrito 2 junto a Ralexion. El muchacho era agradable, y había demostrado sus buenas intenciones primero sacándola del edificio derruído, y más tarde preocupándose de la salud de su compañero, al que ni conocía.

- Creo que ya sabes mi nombre, Vanessa. ¿Cual es el tuyo? - Le dedicó una mirada antes de escrutar al frente y ver a Kyotsu apoyado contra la columna de la entrada del hotel. Pese a sus lexiones habia andado a buen ritmo antes de finalmente pararse y notar el dolor en todo su esplendor. Suspiró con preocupación, aunque por suerte ella podría aliviar sus heridas magicamente.
Fue entonces cuando vio que un chico se encaminaba hacia él y le hablaba. Miró a Ralexion con preocupación y duda, y apretó el paso.

- Vamos...

*El albino simplemente, desde su posición miró de reojo a la presencia que se acercaba. No le demostró una mirada plena, le daba igual quien fuese y actuaría de la misma forma con cualquier persona.

Sus labios se humedecieron tras encontrarse éste a un costado del peliblanco y haber formulado una pregunta...Retórica. Sus ojos cansados que miraban de reojo a aquel desconocido ahora se posaron sobre Vanessa, que venía acompañada de aquel luchador, el cual, por el destello azulino reconoció ahora que era la misma persona que se había llevado a Vanessa antes de que Kyotsu provocara la explosión.

Tras humedecer sus labios media sonrisa de su comisura derecha, perfectamente apreciable por el desconocido afloró dando lugar a un rostro una mezcla entre irónico y cansado.

-No necesito ninguna mano, ya tengo dos. ¿Algo más?- Se lo dijo sin mirarlo, teniendo la mirada apoyada en la hechicera y el guerrero. No pretendía ser borde, él de por si era borde, y más el cansancio acumulado podía dar un resultado a ése tipo de respuestas orgullosas, chulescas y algo desesperantes. Para finalizar la estampa, encogió sus hombros apoyado en la columna y retrasó sus codos para, más tarde introducir todos sus dedos excepto el pulgar en su pantalón de cuero. Un detalle destacable de aquel luchador es que aparte de no tener prenda que cubriera su torso, tenía una herida cauterizada justo en el lado donde estaba mirando el desconocido, a la altura del costado de unos 7 cm de envergadura bastante reciente...

Miró con extrañeza a Coxe a pocos metros. Solo le había escuchado decir su nombre, pero le sorprendió que se quedase apoyado junto a Kyo, y que éste ni se inmutase. Simplemente les miraba fijamente a ella y a Ralexion.

-Entremos, no te vas a levantar de la cama en días... yo me aseguraré de ello. - Insta a Kyotsu a que se separe de la columna con cara de pocos amigos para después con una ceja alzada mirar a Coxe fijamente. -¿Tú también vienes? Pues te quedas con Ralexion, que este hombre necesita cuidados y no necesito a nadie alrededor.

Empuja la puerta del hotel y la deja abierta para que los 3 chicos pasen.

El incorpóreo divisó la entrada del hotel de Ciudad de Paso justo cuando Vanessa abría la puerta del mismo. Gilleux se extrañó al ver tanta gente junta. Además, uno de los presentes le llenaba de una desagradable sensación de familiaridad, muy parecida a la que sentía en el Mundo Inexistente... Hablando del Mundo Inexistente, hacía mucho que no se pasaba por ahí. Si no volvía pronto, se llevaría una buena. Y, aunque volviera en aquel preciso instante, estaba seguro de que Saïx ya tenía preparado su castigo.

Se dio cuenta de que se estaba poniendo nervioso, cambiando continuamente el peso del cuerpo entre las dos piernas y jugando con la cremallera de su chaqueta blanca. No valía la pena preocuparse; ya pensaría en aquello luego. Ahora tenía demasiada curiosidad por saber que había ocurrido en Ciudad de Paso para que un edificio hubiera resultado tan dañado. Al ver a un hombre en pie, apoyado sobre una columna, pero con un aspecto zarrapastroso, con una considerable herida en el costado. Ya lo tenía claro: en aquel lugar había ocurrido una gran batalla.
Pero, ahora que sabía lo ocurrido, no podía quedarse quieto, observando al hombre herido. Trataría de ayudar en lo que pudiese.

-¿Puedo hacer algo por vosotros? -preguntó, una vez hubo llegado al lugar donde estaban aquellas cuatro personas-. No tienes muy buen aspecto... -murmuró, observando a Kyotsu.

Renvax salió de la habitación del hotel y cogió de la mano a Alice para que fueran más rápido.Pasó todo el pasillo hasta llegar a la salida donde vió a un un par de chicos abriendo la puerta.Renvax pudo reconocer a uno de ellos,era Gilleux aunque ya no tenia el uniforme de la organización y no iba con Leks,cosa que le extrañó muchoy después la preocupó un poco.Renvax se dirigió rápidamente a la puerta para saludar a Gilleux y de paso preguntarle si estaria dispuesto a ayudarla a ella y a Alice:

-Buenas,Gilleux¿como es que Leks no esta contigo?-

Dijo Renvax sonriendo cosa que asustaria a cualquiera que la conociera de antes ya que siempre iba con cara inexpresiva.Después de decir aquello observo´a los demás desconocidos,ninguno le sonaba de haberlo visto antes,obviamente.Renvax seguia teniendo a Alice cogida de la mano al lado suyo.

off:ya esta vanessa,editado xD

Sienne... o mejor dicho, Bastet, como la acababa de nombrar su otro yo, se acercó al hotel, donde pudo ver mucha gente apelotonada en la entrada. "Bastet..." pensó molesta. Al principio la charla había ido bien... pero no le gustaba como había ido degenerando.

-Lo del parecido con un gato es acertado, de acuerdo, pero no está bien que intentes marcar esa separación. Tu y yo somos la misma persona, y seremos más fuertes si estamos más unidas.

Ya, pero...

-Da igual, ya te darás cuenta por ti misma. Llámame como te de la gana.

Observó cuidadosamente a todos los presentes. Con sus ojos miró más allá de las apariencias y... maldijo por lo bajo. Cuatro. Contaba cuatro incorporeos. Pero al menos no parecían que fueran a atacar en plan asesino psicopata como el angelito con el que se había cruzado antes. O al menos no todos, porque había uno que le daba una sensación muy rara que no lograba identificar. Después estaba un humano con pinta de guerrero que no conocía de nada, Vanessa y finalmente Kyotsu. Con el torso completamente desnudo y una buena cicatriz. Pudo sentir como Sienne se "ponía" colorada al verle así, y casi pudo ver el color grana de su cara si hubiese sido ella la que hubiera controlado su cuerpo en ese momento.

Caminó con decisión entre todos aquellos incorporeos y se plantó delante de Kyotsu, ignorando deliberadamente al resto. Sienne protestaba en su cabeza por su atrevimiento, pero Bastet no hizo caso y dijo a Kyotsu.

-Por fin algo digno de ver.-Fijó su penetrante mirada dorada en los oscuros ojos de Kyotsu.-Gran pelea, chico ardiente, y por supuesto vencedor. Pero dime, ¿cómo te encuentras? Espero que esa herida sea la única.

Al sentir como Renvax la cogía de la mano para recorrer los pasillos del hotel hasta la entrada del mismo, sintió como un ligero rubor se adueñaba de su cara, pero Renvax parecía demasiado ocupada buscando el camino como para darse cuenta. Al llegar a la entrada del hotel, no pudo menos que sorprenderse. Parecía que habían organizado algún tipo de reunión, aunque Alice no pudo evitar preguntarse porque en aquel lugar, a la interpérie sufriendo el frío de la noche, cuando había un hotel justo en frente.

Lo primero que hizo su compañera al salir fue saludar a un conocido, creía Alice, ya que le habló de una forma bastante informal y hasta sabía su nombre. La maga se decidió por echarle un breve vistazo al tal Gilleux. A la incorpóreo le sonaba, pero en aquel momento no se le ocurría de que, así que simplemente saludó, sin apenas mirarle.

Cerró pues los ojos, buscando una mayor concentración para rastrear en el interior de aquellas personas e identificar sus auras. Estaban, por supuesto, ella y Renvax, dos incorpóreas, luego el tal Gilleux, también un incorpóreo, otro incorpóreo, de caótica aura, que le pareció a Alice muy extraño. Le daba la impresión de que en cualquier momento su humor podría variar notablemente, así que decidió no prestarle mucha atención, por su propia seguridad. Luego estaban apostados en aquel lugar una humana, maga al parecer, aunque no podría confirmarlo, sus poderes no estaban muy por encima de la capacidad de detectar la raza; un humano, que parecía bastante exhausto, y otro humano del que no sacó nada en claro.
Pero lo que más sorprendió a Alice fue la recién llegada. La última en llegar al lugar, justo después de las dos incorpóreas, tenía un aura extremadamente extraña. Tal vez no tanto como la del otro incorpóreo, de cabellos albinos, pero mucho para una humana.
Intrigada, soltó la mano de Renvax se acercó a Bastet, aunque sin parecer descortés. Se mantuvo a una prudente distancia, ya que sus palabras podrían desencadenar en una conducta no muy amable, ya que para la de aura dividida, Alice era una completa desconocida. Incluso se inclinó levemente a modo de reverencia, para luego incorporarse y preguntar, en voz baja:

-¿Q-qué...? ¿Quién eres? Tú aura es tan extraña... Está dividida en dos personalidades... Dime, ¿qué te han hecho? Tal vez yo pueda ayudar en algo...

Ya daba por hecho que aquella extraña división era producto de un experimento, o algo por el estilo, ya que... ¿Qué humano normal estaba divido en luz y oscuridad de aquella manera? A Alice le resultaba extremadamente extraño. Tanto que había olvidado su habitual timidez para hablar con una completa desconocida y, todo hay que decirlo, con un aspecto ligeramente amenazador.

[Off: Mil disculpas por haber tardado tanto en postear y ni siquiera haber avisado de ello en ausencias, pero es que he sufrido una recaída en mi querida gripe, y se ha unido a esta una infección de garganta que me ha tenido tres días sin poder apenas dormir o comer, estando enfermo cinco días ya y a base de calmantes todo el tiempo. Igualmente, la medicación ya ha eliminado la enfermedad y la infección casi del todo, y puedo reincorporarme. Disculpad mi comportamiento, me encontraba mal hasta para postear que estaba malo, que no tengo el portátil en mi casa casa (la de mi abuela) y tenía que salir a casa de mis padres -.-]

El encuentro con el extraño Coxe no iba a ser el único de la noche, por lo visto, aunque sí el más raro con diferencia. No solo su extraña actitud engendró desconfianza en el guerrero, si no algo... algo caótico en su interior, aunque no sabía exactamente lo que era, simplemente le daba mala espina. Y cuando iban a entrar al hotel, todo se llenó de gente por todas partes, unos parecían conocerse, otros no, otros eran raros... una auténtica locura.

- Vanessa... ¿vamos a entrar al hotel? Esto parece una reunión del instituto...

*Kyotsu no era demasiado consciente de lo que parecía estar pasando a su alrededor. su mirada solo se posaba en su vientre, aún recostado en aquella columna, luego miró a Vanessa y la escuchó.. tras éso todo pareció agolparse y escuchaba más y más voces...

-Prometo estar varios días en la cama si me prometes que no montarás otra fiesta como ésta.- Dijo haciendo un esfuerzo con su espalda para despegarse de la columna, luego extendió los brazos para agarrar el marco de la puerta y se internó en el hotel pasando por Alice y Renvax, que estaban antes en el interior.

Antes de elegir su primera habitación escuchó una voz un tanto sensual y atrapadora proviniente de una arrogante voz que correspondía a la de una mujer... Ésta le halagaba por la pelea y le preguntaba por su herida. Aún con el portón del hotel abierto de par en par y el jolgorio y revuelo, su voz se hizo notar entre todas de una forma extraña. Era fría, distante y carraspeaba un poco su timbre de voz. De espaldas a aquella (sienne/Bastet) solo giró la cabeza para verla de reojo, entonces le dedicó una irónica sonrisa para tomar aire y decirle de ése tono tan característico...

-Estoy bien-

Y giró de nuevo la testa apoyando su mano en la manivela que abría la puerta de la primera habitación que había percibido. Sin más esperó a Vanessa en su interior, recostándose en la cama, la habitación podía verse desde el exterior que tenía un color rojizo.

Sosteniendo una de las puertas de la entrada, vio cómo un joven de pelo azulado se acercaba a ofrecer su ayuda, preocupado por ellos y por el estado lamentable de Kyotsu. Suspiró, mientras mentalmente se recriminaba tener paciencia. Las camas estaban a menos de 10 metros de donde se encontraba, pronto podría descansar y dormir, y volver a ser una persona de carácter afable.

- Yo no monté ninguna fiesta… - murmura por lo bajo cuando Kyotsu pasa por su lado para adentrarse en la primera puerta que halla, quedando la misma entreabierta.

Por su lado pasaron dos chicas hacia el exterior, una más decidida se acercó a Gilleux, y la otra parecía simplemente dejarse guiar. Respectivamente entablaron conversación con el del pelo azul, y con la chica en la que se convirtió Sienne. Sin saber porqué, el tono sugerente de ella para con Kyotsu la irritó sobremanera, y no ocultó la pequeña sonrisa de satisfacción cuando su compañero pasó por su lado sin prestarle a Bastet demasiada atención para adentrarse en el hotel. A todos debía ya haberle quedado claro que el muchacho albino, o estaba bien, o era un antipático, engreído o asocial desagradecido.
Antes de desaparecer de la puerta de entrada, mira a Ralexion, que parece bastante perdido en medio de toda aquella gente desconocida.

- Tengo que hacer cosas, y realmente, no sé cuánto tardaré…- su tono suena algo abatido de pronto, y los colores suben hasta sus mejillas.- Quédate cerca, y si puedes, en la habitación de enfrente. Y no te metas en líos, por favor…

Le sonríe, hace un gesto de despedida con la mano y desparece tras la puerta, que cuando deja de sujetarla vuelve a quedar alineada con la otra hoja.

El bicolor observó con interés a los primeros que iban llegando, pero pronto el grupo creció demasiado para su comodidad. Muchos de los reunidos parecían talentosos y le encantaría conocerlos a todos, pero por separado, los grupos grandes le daban una impresión de amenaza.

Se acercó lentamente a Ralexion, conteniendo el desastre en su interior y recordándose que había encontrado diversión, que no debía matar a nadie, de momento. Su mirada se torno inquieta y comenzó a recorrer a todos de pies a cabezas de un modo algo perturbador, pero logro calmarse lo suficiente para que nada malo ocurriera.

-Bueno, la chica dijo que me quede contigo, y a ti que entres al hotel, entonces ¿Qué esperamos?-a favor de su dudosa salud mental y la física de todos los presentes decidió ignóralos y entro a paso rápido al hotel, se apoyo pesadamente junto a una puerta azul y comenzó a chocar sus uñas, notablemente más largas que hace unos minutos, mientras esperaba al otro.

Off: bueno hora de las disculpas.

Realmente siento haber frenado el rol por tantos días, intentare, juro que intentare que no ocurra de nuevo, pero es que esta navidad fue una mier** y me estreso totalmente, hoy en la mañana llamaron para avisar que una tía murió, tengo un algo raro de que estas cosas me animan así que imagino que por eso por fin estoy de vuelta. Sinceramente lo siento mucho y como ya dije intentare que no pase otra vez.

Kizen se paseaba al lado del hotel mirando haber si estaba Vanessa o Ralexion. Como ya havia encontrado la moneda estaba jugando con ella, silbando cada vez que golpeava la moneda.

Vio ha dos chicos hablando, al otro no lo conozia, pero el otro le parecio que era Ralexion. Se acerco corriendo y se dio cuenta que no estaba solo si no que habia toda una multitud. Se acerco a renvax y le pregunto-Oye, no habras visto a un chico de pelo azul plateado? y sabes donde podria conseguir transporte?

Enrah fué corriendo detrás de Kizen, quien había parado en el hotel. Oye a ti que te.... Se calló cuando vió a un grupo de gente hablando entre ellos. Ahora que había encontrado a otras personas ya podia hablar... si ellos estaban dispuestos:- Hola a todos!. Se dió cuenta que les interrumpió, pero estaba segura de que, o no la harian caso, o de que se enfadarían con ella, pero quería llamar la atención:- Vais a dormir todos aqui? Porque creo que vais a estar un poco apretados! Jaja!.

Al parecer, el herido estaba demasiado cansado como para hablar. O eso, o era bastante arisco, ya que ignoró a Gilleux totalmente. Sin embargo, una chica se acercó a hablar con él. Pudo reconocerla: había luchado junto a ella para salvar el País de las Maravillas de la oscuridad. Le preguntó porque Leks no estaba con él... pero más le sorprendió la expresión que traía. ¿Estaba sonriendo? Al menos, en su incursión, no lo había hecho, y al incorpóreo le resultaba extraño.

-¿Qué le ha pasado en la cara?... -farfulló, casi sin darse cuenta de sus palabras. Rápidamente, trató de rectificar-. Quiero decir... Leks no tiene porqué estar siempre conmigo, Renvax. No somos pareja ni nada parecido -replicó, tratando de sonar severo. Luego colocó su mano sobre el hombro de Renvax y sonrió-. Me alegro de que nos hayamos encontrado de nuevo.

Instantes después, advirtió que en la mano con la que había sujetado a la incorpóreo era en la que llevaba lo que Leks le había regalado, un brazalete en forma de corona, así que se apresuró a retraer la mano para que ella no lo relacionara.

Llegó entonces un joven de cabello moreno con cierto mechón blanco, seguido de una joven rubia. El primero en hablar fue el chico, que le preguntó algo a Renvax. Gilleux supuso que se conocerían, y sonrió, extrañado de que alguien tan asentimental tuviera tantos amigos. Gilleux se tomó la libertad de contestar por ella.

-Chico... Creo que el que buscas esta aquí mismo -musitó, señalando a Ralexion.
"A lo mejor tiene problemas de visión", pensó, encogiéndose de hombros.
-Y si quieres trasporte, en el Primer Distrito está la tienda de Cid. Espero que lleves bastantes platines -murmuró, aguantando la risa

Luego fue la chica recién llegada la que habló, bastante efusivamente, sin dirigirse a nadie en particular. Gilleux suspiró, pensando que a alguien tal vez le enfadaría su ruidoso comentario y que no debería haberlo hecho. Mas era solamente una opinión personal.

Después de que Kyotsu la respondiera, no pudo evitar una sonrisilla al sentir el malestar de Vanessa. A ella no le interesaba Kyotsu para eso. Por fin había salido al exterior y había encontrado un guerrero estupendo que no parecía que fuera a evitar un desafío. Sin embargo, ella aún no estaba preparada. No hasta que encontrara el equilibrio con su otro yo. Por eso no le hizo gracia la pregunta de la incorporea. Ni que fuera el resultado de un experimento chapucero. Sobre todo porque la mención había puesto muy nerviosa a Sienne, que aún no estaba muy segura de lo que había pasado ni de que pintaba ella en su corazón. Además, el hecho de que llegara cada vez más gente no ayudaba. Se dirigio a la chica con una sonrisa sarcástica y dijo:

-No me han hecho nada, pero si de verdad quieres ayudar, yo que tú vigilaría mejor a los miembros de mi organización. Como mínimo teneis a un autentico psicopata entre vuestras filas.

Mientras nuevas personas llegaban al lugar, Alice siguío esperando la respuesta de la humana cuya aura estaba dividida. Ella le contestó con sarcasmo, casi irritada por lo dicho por Alice. La maga lo vio normal, ya que la que en aquel momento dominaba el cuerpo que compartían era, claramente, la parte "oscura". Aunque, en realidad, lo que Sienne/Bastet dijo apenas tenía nada que ver con su pregunta. Alice sonrió con cordialidad.

-Creo que te has equivocado. Yo no pertenezco a la Organización XIII. Ninguna de las dos. Somos una especie de... desertoras -murmuró, aunque ella nunca fue de la organización en su totalidad, por un momento lo fue, de alguna manera, cuando estuvo a las órdenes de Marluxia-. Pero, tranquila, no dejaremos que se nos acerque... -Alice sabía perfectamente de quien hablaba: el chico de aura caótica que ya se había internado en el hotel-. ¡Ah! Y... lo siento si te he importunado... Pero si necesitas cualquier cosa, cuenta conmigo.

Alice esperaba, si no a Bastet, poder convencer a la luz en su interior de que era buena persona. Sin embargo, nada podía hacer si ella no necesitaba su soporte, así que, lentamente por si la humana le decía algo, volvió al lado de Renvax.

Enrah se cruzó de brazos e inclinó ligeramente la cabeza. Estaba confundida, pues no conocía a nadie. De Kizen solo conocía el nombre, y le pareció haber visto a algunos de ellos antes:-Emm... alguien esta dispuesto a decirme lo que esta pasando? Si no os importa, claro....

[Off: CREO que es: Coxe, Ralexion, Gilleux, Renvax, Sienne, Alice, Kizen y Enrah. Si me equivoco, que alguien me corrija, por favor xD]

On:
La actitud de Renvax tenía al incorpóreo completamente desconcertado. Había pasado de recriminarle no poder coger un gato con cara de manzana agria a hablarle con inusitada cortesía, con una alegría inconmensurable que su rostro reflejaba. Perpelejo, escuchó la proposición que Renvax le hacía de ir a buscar un Informe de Ansem. Gilleux sentía curiosidad por el repentino cambio de personalidad, y la mejor forma era acompañándola y pasando tiempo con ella. Era, desde luego, un interesante tema de estudio...

"¿Pero en que estás pensando, Gilleux? ¡Renvax no es un experimento! Pasas demasiado tiempo con Zexión...", se dijo a si mismo, sacudiendo la cabeza

Con una sonrisa, le respondió a Renvax:
-¡Claro! ¿Por qué no? Será divertido -después de todo, era su amiga. En aquel momento notó la presencia de otra chica junto a Renvax. Le sonaba... pero no acabada de ubicarla-. ¿No me presentas a tu amiga?


EDIT: Off: NOOOOO! X_x ¿Cómo he podido cometer un fallo tan gililelo? Me siento... analfabeto T___T