Un bien merecido descanso

La noche reinaba sobre el primer distrito de Ciudad de Paso, por lo que no muchas personas se divisaban, debido a la hora que era. Gracias a aquello, nadie advirtió la aparición de un portal oscuro junto al restaurante, del que apareció el incorpóreo Gilleux. Este se acercó a las mesas del restaurante, donde un camarero le atendió.
-Mesa para dos, caballero. Mi compañera llegará en breve -murmuró, sentándose.

Esperaba que Leksi pronto apareciera desde la ocuridad, mientras cavilaba sobre su última batalla. ¿Cuáles serían los poderes de aquel Sincorazón, "El Jefe"? Apoyó la cabeza en el puño derecho y el codo sobre la mesa, con una expresión pensativa. Si conseguía descubrir cuales eran los poderes de Rathalos, podría idear una buena estrategia... Pero le faltaba información.

Pero aquel momento era un bien merecido descanso para él y su compañera, por lo que dejó de pensar en aquellos asuntos.

Off: Vanessa me ha dado permiso para escribir doble-post debido a la inactividad de Leks u.u

On:
Ya hacía bastante que esperaba a su compañera, y no llegaba. ¿Habría tenido algún problema por el camino? En cualquier caso, no podía esperarla toda la vida en aquel restaurante, a la vista de todo el mundo. Demasiado vergonzoso... Además, las explosiones que no dejaban de producirse en los alrededores, lo suficientemente cerca como para que el incorpóreo las escuchase, le picaban a Gilleux la curiosidad.

Ratos después, dejaron de producirse aquellos extraños estruendos. Intrigado, Gilleux se levantó. Antes de marcharse del lugar, indicó con una nota donde había ido y que lo sentía, pero que no podía arriesgarse a ser visto por determinada gente. Leks no merecía quedarse abandonada

Sin más demora, comenzó a caminar, siguiendo los rastros de destrucción. Llegó a un edificio semi-derruido, en penoso estado. Parecía que allí se había librado una batalla de proporciones épicas. Y, ¿dónde iban los guerreros agotados? Solo era una suposición, pero, por probar...

Así, se dirigió a pausado caminar hacia el hotel.

*Se escucho como la puerta de aquel restaurante se abrió delicadamente, una pequeña figura delgada se lograba ver mas no se notaba de quien se trataba, la luz del exterior brillaba tanto que causaba que estuviera aquel cuerpo envuelto en una sombra.
Momentos después se cerro la puerta y comenzó a caminar este ser con paso delicado, las personas la miraban mientras su corto cabello se mecía mientras se movía. Se dirigió a una mesa en especial, aquella que ya hace un rato había sido abandonada por una persona, alguien especial para ella, para Leksi.

Sus ojos esmeralda pasearon por la mesa y notaron una nota sobre ella, la tomo lentamente y la leyó, sus ojos demostraron tristeza y pena, se sentía avergonzada por haberse perdido mas no recordaba que es lo que le había ocurrido. Doblo la carta y la guardo en aquel morral fino que siempre cargaba, manteniendo lo a salvo, se dio vuelta mirando el camino por donde había llegado, asintió con su cabeza dejando relucir una sonrisa cálida en su rostro y de sus labios salieron unas palabras las cuales no fueron audibles para los demás, de esta manera pudo retirarse pero no lo hizo caminando sino acelero el paso y corrió.

Aquello que antes había pronunciado era el nombre del joven que firmo la carta*

-solo espera, Gilleux-

*De esta forma abandono el lugar, lista para buscar a su amigo*