Reunión con la bruja

La noche era silenciosa en el cementerio de Ciudad de Halloween cuando, de pronto, un portal oscuro dio paso a un demonio alado, pero muy atractivo. Se trataba de Kerloxsand, camuflado para pasar inadvertido en aquel extraño mundo.

-Eh... Este mundo me gusta -murmuró para sí.

De pronto, vio un cuervo volar en círculos sobre su cabeza.

-No será... -gruñó.

Había escuchado los rumores del regreso de La Bruja, pero realmente no lo creía... ¿o sí?

*Maléfica sabía que oogie boogie había acabado siendo meros gusanos exparcidos por culpa de Sora y sus amigos, por lo que, con el poder de la oscuridad que había recobrado vio factible el procurar su resurrección... Así pues se dirigió hacia ciudad de haloween, lo que no vislumbró es que un incorporeo se había apostronado allí por mera curiosidad...

Llamas verdes resplandecieron en todas las lápidas del cementerio, en el cual hombres lobos y diablillos vagaban con la firma de los sincorazones... Entre tanta maldad no creada por ella (sino por Rathalos) vislumbró a un ser que emanaba una diferente aura... Entonces emitió una sonrisa al hueco aire y extendió una mano con elegancia en la que Diablo, su cuervo se posó grácilmente, mirando a Kerloxand de forma asesina.

Maléfica no tenía nada que decir... Solo tenía una tarea en ése mundo, así pues intentó ignorar a ése chaval y dárse la vuelta lentamente para ir a la mansión de Oogie boogie, y de hecho desaparecería si éste no articulaba palabra.

-Tú eres...

Así que los rumores eran cierto: Maléfica, la malvada bruja de la oscuridad había regresado de entre los muertos.

-¿Qué haces tú aquí, Maléfica? ¿Planeando otra de las tuyas?

Kerloxsand intentó mantener la compostura, pero realmente estaba aterrado; alguien de ese calibre no regresaba de entre los muertos para hacer algo bueno, precisamente.

*Maléfica alzó la mano en un aspaviento y el cuervo de un salto se posó en su hombro, abría el pico y enseñaba la lengua a la vez que las plumas se le erizaban, mientras graznaba en sonidos pares y distanciados entre ellos unos cuatro segundos...

-Sí, planeando otra de las mías; Para qué voy a mentir si ya mis intenciones son claras.- Vaciló la bruja ya de espaldas a aquel individuo; entonces giró el cuello mostrandole su perfil. Se detuvo porque una idea de lo más retorcida surgió en su cabeza.

-Tú, incorporeo. Se de alguien que está usando el poder de la oscuridad con el mismo poder o mayor que el mio... lo he vislumbrado y... *Se giró de nuevo para continuar la charla y no parecer grosera, aunque asuntos importantes le requerían*... Necesito saber quién me hace sombra para acabar con su vida. ¿Qué papel juegas en ésta guerra, pequeño?

Su bastón posose de forma magistral haciendo el sonido típico, imponente y ruidoso que lo caracterizaba en una lápida caida en el suelo, destruyéndola así; parecía molestarle que los sincorazones que en ése momento estaban divagando por aquel cementerio con forma de diablillos y hombres lobo superaban en fuerz aa los sincorazones que ella podía crear llamando a la mismísima oscuridad...

Kerloxsand continuó con su cara de póker.

-¿Papel? Muy propio de tí, la "reina" del mal -pronunció esto último con sarcasmo-. Todo el mundo debe tener un papel o sino, nuestra "reina" no está contenta. ¡Ja!

Pareció que el íncubo se relajaba con cada sorna que escupía.

-Yo me guío por el viento, por el más fuerte. Llámame débil, llámame chaquetero, lo que quieras. Pero como puedes ver, me ha mantenido vivo.

Kerloxsand se inclinó ligeramente hacia delante, retando a la bruja con la mirada.

-Y mientras siga vivo, más oportunidades tengo de conseguir mi caprichos. Así que la pregunta no es cuál es mi papel, sino ek tuyo. ¿Cuál es el tuyo, Maléfica?

*Maléfica no cambió por un instante su cara, seguía con ésa sonrisa odiosa que la caracterizaba, y el cuervo graznaba haciendo más tenso el ambiente, aunque las palabras de la REINA de la oscuridad no se veían afectadas en absoluto.

-Digamos que yo tengo la obra o soy la autora de la susodicha, y puede que tú seas uno de mis papeles... Pequeño. Si tu cambio de bando por conveniencia es tan real como dices, yo que tú apostaría por mi, tu mejor postora ya que tengo varias ofertas que no podrás ignorar al oirlas, te lo aseguro. Pero antes... Permiteme preguntarte ¿Qué es lo que buscas exactamente?... ¿o no tienes metas o ambiciones?-

La bruja no se había enojado, o al menos aparentemente no, por la osadía y la lengua rápida de aquel incorporeo que se atrevía a desafiarla. Sin embargo había aprendido durante todos los años de existencia que la mejor forma de hacer las cosas es hacerlas sin hacerlas tú, y consiguiéndolo mediante la palabra y convicción.

-Tu papel para mí en el reparto de amigo o enemigo dependerá de toda y cada una de tus respuestas, y creeme, yo misma no me querría tener de enemiga- *en ése momento, con la frase- sentoencia el cuervo graznó pareciéndo darle la razón.

Kerloxsand empezaba a interesarle la propuesta de la bruja. Recordaba las advertencias que Xemnas les daba siempre a los neófitos de mantenerse alejados de individuos como Maléfica.

Sin embargo, ¿qué le había dado Xemnas? Nada. Ni una felicitación, ni un ascenso, ¡nada! Por eso las palabras de Maléfica consiguieron llamar su interes.

-Habla, bruja. Te escucho.

*Maléfica evito el sonreir pensando lo fácil que era convencer a aquellos que carecían del sentimiento del orgullo y solo lo simulaban...

-Prefiero el apelativo "hechicera" aunque no me molestaré por tu insolencia. Una de mis propuestas es que me acompañes en una frenética búsqueda de mi paladín oscuro, Raizzen Du´order. Éste puede imbuir los mundos en la oscuridad si es que consigue la llave espada, cosa que provocaré. Y ésto te beneficia a tí en que la llave espada servirá a tus espectativas de quizá volver al cuerpo que poseías antes teniendo verdaderos sentimientos, tanto como a mis espectativas. Aunque... Mis objetivos tienen un orden específico. Primero es encontrar un asentamiento... Un castillo en el que poder convocar mi círculo del mal nuevamente. Lo que viene después no es asunto tuyo, aunque es bastante predecible. Claro que... Es una buena proposición aunque no la única.-

Se relamió con la punta de su lengua en una rápida pasada sus carnosos labios color carmín y acarició el báculo que sostenía en su derecha a la espera de una respuesta.

Kerloxsand no podía creerlo: ¿volver a tener un corazón? Xemnas había hablado de ello, pero no habían sido más que eso; palabras.

-Trato hecho, "bruja" -ignoró el apelativo de hechicera-. En cuanto a castillos, hay varios. En primer lugar está el Castillo del Rey Mickey. Aunque primero deberíamos deshacernos de la piedra angular -el incorpóreo se llevo las mano izquierda a la barbilla, pensativo-... Sé que debe de haber una manera...

-No... Las palabras se las lleva el viento y tu no tienes sentimientos para sostener una promesa.- Maléfica extendió su zurda, como apra darle la mano, pero repentinamente volteó la mano hacia arriba mostrando la palma de su mano; segundos más tarde una explosión de fuego verde y luego un humo azabache hizo presencia en una explosión... Dejando ver después de disipàrse la oscuridad en el ambiante, un anillo dorado, envuelto en llamas verdes.

-Éste anillo será el sellado de nuestra promesa, si intentas hacer algo contra mi, lo único que tienes... Tu cuerpo notará cómo una sensación de fuego lo recorre, todas y cada una de tus terminaciones nerviosas harán de tí un objeto que se asegurará de mantener el pacto, no te matará, pero sentirás dolor... Eternamente.-

Aún con la palma extendida esperó que éste cogiera el anillo envuelto en unas llamas verdes que sostenía sobre su mano, unas llamas frías que simbolizaban el poder de aquel anillo.

-No puedo arriesgar que mi proyecto se vea arriesgado por una traición de un... Incorporeo, así que es mejor andarse con pies de plomo. Creo que si sigues las reglas de mi juego, saldrás tú más beneficiado que yo, y en el momento que puedas conseguir tu corazón, serás libre de el hechizo de éste anillo.-

Terminó la bruja mientras el cuervo miraba con una mirada de éxito, agrandando los ojos hacia la mano de la hechicera.

Kerloxsand observó dudoso el anillo: si se lo ponía, estaría encadenado a Maléfica durante bastante tiempo. ¿Y si lo que prometía no era más que una falacia, un truco?

Sin embargo, tomo el anillo y se lo puso. Notó su calor, anormal para un trozo de metal, pero se fu enfriando con el paso de los segundos, como el metal al rojo vivo al ser sumergido en agua.

-Trato hecho. Hasta que consiga mi corazón. Pero entonces -se sacudió las manos enérgicamente- te puedes ir olvidando de que luche. Volviendo al tema del castillo, ¿qué me dices?

Hmhmhmh... Ya tenía mis preferencias- Dijo aspaventando su diestra sobre la bola verde que sujetaba el báculo sostenida por su derecha... Entonces, él pudo ver el castillo de Bestia... El cual, para el poder que poseía maléfica era perfectamente asequible y rápido de conquistar; entonces luego se vió a la bestia... enérgicamente moviéndose con una rosa brillante y flotante tras el trazo de su enérgico paseo rodeada por una campana de cristal... luego la imagen se fué alejando por la ventana del torreón y se consumió la escena en llamas...

-Si ves lo mismo que yo... Estoy completamente seguro que éso será mejor elección que el castillo Disney.- Dijo con una indudable sonrisa en la cara. -Además, evitaré que tengas que luchar pero deberás hacerlo si es estrictamente necesario... ya que aceptaste el pacto antes de poner la última condición-

Relajadamente su mano diestra se quitó de la bola del báculo y la dejó lacia entre sus túnicas en pico. -¿Cuándo marchamos?- Le dijo irónicamente para segundos después desaparecer en un mar de llamas ascendentes, dejando solo secuelas de sus labios carmín y los cuernos de su vestiment, dibujándose una negra silueta distorsionada que recordaba a la de un fragón... Luego solo polvo verde cayó al suelo habiéndo desaparecido la bruja.

-Esta Maléfica... -murmuró para sí.

Kerloxsand observó el anillo durante largo rato.

Tan ensimismado estaba, que olvidó lo que había ido a hacer allí.

-Ya puede olvidarse Xemnas de esa estúpida misión.

Y mientras desaparecía en el portal oscuro, esbozó una macabra sonrisa.