Perdidos en el Desierto

Aquel hallazgó le pareció poco importante al principio, luego se ilusionó al oir las palabras de Nume, levántandose, pero segundos más tarde volvió a arrodillarse.
Nada podemos hacer sin la otra mitad... Y es imposible que podamos volver, estamos MUY lejos... se lamentó la peliazul.

Era incapaz de llorar; las lágrimas se secarían a causa del calor. Al cabo de unos minutos, se incorporó con mirada firme.
Pero al menos podemos buscar la otra mitad. Busquemos por aquí cerca; algo me dice que lo encontraremos.

Se rasgó su vestido naranja y se vendó las manos. Acto seguido comenzó a subir por la duna, resbalando de vez en cuando, teniendo que usar sus doloridas manos, pero no se rindió y llegó a lo más alto.
Una vez allí, puso el dorso de la mano sobre la frente para protegerse del dichoso sol, viendo así algo en la lejanía.
¿Qué es eso...? murmuró, pero enseguida entendió y sus ojos se iluminaron. ¡Un convoy! ¡Un convoy! ¡Mercaderes! ¡¡Eeeeeeh!! ¡¡Aquíiiiii!!

Nume había estado siguiendo a Miia mientras trepaba por la duna, aunque no muy segura de que la otra mitad del escarabajo se encontrase también por allí. Ya sería demasiada suerte en un mismo día. Cada vez sudaba más, aunque daba gracias a que sus ropas eran claras, ligeras y anchas, lo cual ayudaba a que soportase un pelín mejor el calor. Sin embargo Xasurak... aunque algún secreto tenía que haber, nadie podría tener una presencia tan inmutable en el desierto bajo aquel abrigo.

Cuendo escuchó a Miia anunciar la llegada de un convoy de mercaderes, miles de ideas volaron por su mente. Entre ellas, la primera, la necesidad de comprar agua con urgencia y grandes cantidades. La segunda, rogarles que les llevasen hasta Agrabah. Y la última, y a la que noles prestó mucha atención, es que quizás alguno de aquellos mercaderes tuviese entre su género la mitad de un escarabajo dorado, al que seguramente no le atribuirían mucho valor.

Cuando llegó a la altura de la chica, se apresuró a colocarse una mano a modo de visera para tapar el sol y observar el horizonte. Enseguida vislumbró al grupo, era bastante reconocible. Una mancha oscura en medio de tanta arena... A la ladrona no le pareció en absoluto un convoy de mercaderes.

- Que extraño... Xasurak, sube a ver esto. Tal vez tú tengas una idea más acertada de lo que podría ser.

Yago desdencio vertiginosamente hasta situarse delante de Jafar volando de espaldas.

- ¡¡Jafaaaar!! Hay más extranjeros ahí en la duna, parece que Agrabah esta siendo objetivo de todos los turistaaaas amo. - Dijo intentando hacer una gracia.

-Callate Yago, ellos estan donde tendría que estar el escarabajo según Malefica... todos hacia allí- Entonces la legion dirigida por Jafar, diez guardias del palacio y varias decenas de sincorazones se fue acercando hacia los extranjeros..

OFF ROL:

Ahora en el combate utilizare mi baston, que tiene la habilidad de hipnotizar, os dare la opcion de elegir si os da y "os convenzo" para mis propositos oscuros o si empezaís a huir o intentais alguna tecnica extraña de lucha con los ojos cerrados(esta segunda acción se da por echo que no os hipnotizaria pero palos os darian por todas partes) aun no es, cuando la use os avisare, es para que veais que hacer, esto podría cambiar y/o dar juego a la trama de vuestros pjs

Miia se quedó mirando a Xasurak, con los ojos muy abiertos.
¿H-humano...?
¿Signifiaba eso que su compañero no era humano? Entonces solo quedaba la opción de que fuera un sincorazón... No, no podía pensar en aquellas cosas en un momento como aquel. Dirigió su mirada a los viajeros del desierto. Aunque trataba de auto-convencerse de que eran mercaderes, ya sabía su verdadera naturaleza, ahora que estaban más cerca.
Tomó un decisión, así que les dijo con mirada firme a sus compañeros:
Vosotros volved a la ciudad. Yo debo quedarme; la cueva es mi única opción para seguir viviendo... Me da igual morir aquí, ya que, si no encuentro la cueva, igualmente moriré. Este asunto es mio. se acercó hasta Nume para arrebatarle, con suavidad, la mitad del escarabajo y guardarlo concienzudamente. Y no quiero que nadie salga herido por mi culpa...

Agarró la espada anular que llevaba amarrada a la espalda y la puso sobre la arena, colocándose encima y así bajar como si de snowboard se tratara. Una vez abajo, volvió a guardar su hula-hop y se acercó a los viajeros tranquilamente, dando a entender que iba en son de paz.
Eso sí, se mantuvo muy alerta ante cualquier movimiento. El aleteo del pájaro, los pasos de los Sincorazón, el movimiento de aquel extraño bastón con forma de cobra que llevaba el que parecía el líder... Todo podía significar una tentativa de ataque, pero ella ya estaría preparada aunque, en principio, su objetivo no era luchar.

Nume al principio no le prestó mucha atención a la marcha de Miia, sus ojos estaban clavados en el convoy, ya que al estar más cerca, sus miembros podían distinguirse mejor. Eran muy extraños, todos parecían tener la piel negra, con extraños dibujos en su vestimenta o incluso en el cuerpo. Todos eran pequeños seres sombríos a excepción de uno, el que parecía ser el líder. ¿Serías esas las criaturas de las que había oído hablar? ¿Los sincorazones?

Sopesó sus posibilidades durante unos instantes. Sin duda era un grupo grande, y a eso habría que sumarle las extraordinarias habilidades que debían tener esas cosas, que sin duda tendrían. Y sobretodo el líder, de ropas rojas y con un extraño bastón con forma de... ¿cobra? Asaber, a esa distancia no podía estar muy segura. De todos modos, era un grupo numeroso y peligroso. Pero no podía dejar sola a Miia...

- Xasurak, no se qué harás tú, pero por mi parte, no pienso dejar a Miia a su suerte. Estoy segura de que tu ayuda nos vendría muy bien contra esos bichejos en caso de pelea. Ayudamos si quieres o huye mientras puedas.

Tras estas palabras, fue tras Miia, preparando sus cuchillos por si le hacían falta.

La carabana del hechicero Jafar avanzaba a buen ritmo por las arenas del desierto, hasta que se acerco lo suficiente como para poder tener una conversación si tener uqe elevar demasiado el tono, a unos cinco metros de los tres extranjeros... Seguro que de otro mundo... Dijo al ver bien a los tres individuos, pero mentalmente sonrió al ver un brillo dorado en la mano de una de las chicas... ¿La otra mitad del escarabajo? Tenía que ganarse el favor de estos individuos.

-Buenos días, jovenes extranjeros, ¿Qué haceis perdidos aquí en el desierto? Buenos mal que encontré los informes de ese tal... Ansem - Dijo Jafar utilizando la información sobre aquella persona uqe investigo a los sincorazones-. No llega a ser por sus informes y no podría mantener esta patrulla de rescate. Estos sincorazones no comen ni beben, así que las busquedas duran mucho más.

Off:

Miia escribió:se acercó hasta Nume para arrebatarle, con suavidad, la mitad del escarabajo y guardarlo concienzudamente.

Es imposible que hayas visto el escarabajo; lo tengo bien guardadito. Como mucho, puedes hacer que Iago diga que vio como lo escondía o algo así.

On:
¿P-patrulla de rescate? murmuró, incrédula. Claro, era muy normal ir en busca de estranjeros perdidos con sincorazón. Además, el hombre en particular parecía de alta alcurnía. ¿Por qué preocuparse de unos simples plebeyos? O peor, extranjeros.
El semblante del hombre no era, precisamente, de aquellos en los que a primera vista sabes que puedes confiar. Pero no podía juzgar a un libro por su cubierta, hasta que le pareció ver un ademán de sonrisa. Tal vez se lo hubiera imaginado, pero en aquella centésima de segundo el rostro del hombre se había vuelto bastante malicioso... Instintivamente, agarró con fuerza por encima de su bolsa algo que había dentro: Cabriola, su cabra de peluche, a la que agarraba cada vez que estaba nerviosa. Pero cualquier otra persona podría pensar que lo que abrazaba era la mitad del escarabajo, pero no la tenía guardada dentro de su bolsa, sino en un bolsillo oculto, en su vestido.

De todas formas, le parecía muy raro que se ofreciera a salvarles. Debía de querer... algo... Entonces recordó la historia de las dos mitades del escarabajo. ¿Se habría enterado de alguna manera de que ellos la tenían? Miró un momento a lo que rodeaba a Jafar. Se fijó en algo en particular: el loro. Había visto cosas más raras; un loro parlante no tenía porque ser extraño.
La mano con la que agarraba la parte de la bolsa donde estaba su peluche se deslizó disimuladamente, como si lo que quisiera fuera rascarse, a su espalda, por detrás de su largo pelo azul oscuro. Estaba rozando su espada anular, lista para sacarla ante cualquier improvisto.
Nos... perdimos... buscando a nuestro camello, que se escapó hace unas horas. mintió. Es raro que las patrullas de rescate consten de sincorazón. Muy raro... Además, no creo que seas el tipo de persona que ayuda a los demás por caridad. Diiscúlpame si me equivoco, pero en esta vida una no puede andarse con rodeos.

No tenía pensada la parte de la disculpa, pero a medio discurso se dio cuenta de que el que el hombre quisiera entrar en la Cueva de las Maravillas, si sus deducciones eran correctas, podía ser hasta beneficioso. Lo que quería Miia era entrar dentro: no le importaba como. Si tenía la otra mitad, todo el viaje habría valido la pena.
Mi nombre es Miia. Esta es Nume y este de aquí, Xasurak. ¿Cuál es su nombre, buen hombre? dijo más educadamente.

Las palabras del extraño vestido de rojo no convencían para nada a Nume. No sólo su apariencia hacía que desconfiase de él, había algo, una sensación, que cuando le miraba a los ojos hacía que se estremeciese y le decía que tuviese cuidado. Era bastante cuestionable que alguien se molestara en ir a buscar a unos extranjeros, y aún más, que los encargados de la búsqueda fuese una patrulla de sincorazones.

Se acercó un poco más hasta estar junto a Miia, a tiempo de escuchar la improvisada historia que le estaba contando a aquel hombre. Lo miró a los ojos, esperando a que dijese su nombre, pero sin descuidar los movimientos de los sincorazones.

Ixlelot aparece desde un portal oscuro a la lejania,divisa con una cara perturbadoramente feliz y poniendose su sombrero de copa a 4 personas,y una horda de sin corazones,estaba a mucha distancia para divisar bien la situacion, pero eran demasiados sin corazones asi que de seguro lo destrozarian, puso su guardia en alto y se acerco a las personas, para distinguirlas mejor y escuchar lo que decian, pero no tanto como para que lo vieran,aunque quisas alguien podia sentir su precensia.

Pudo apreciar al hechizero que se veía bastante raro, a las dos humanas con el guardia en alto y al que parecía ser al igual que el un incorpóreo
-que encantadora situación,parece que esto se pone interesante- murmuró para si mismo

OFF// ups lo siento no me di cuenta de lo del escarabajo, aremos como si Yago lo hubiese visto >.Jafar contemplaba como la chica se llevaba la mano a un bolsillo y despues disimulaba como si se rascara, dato que apunto en su mente, podría ser que hay estuviera la otra mitad. Jafar sonrio con la sonrisa mas cordial que pudo realizar ante las ganas de arrancarle el escarabajo de un tirón. Se controló y bajo del camello, colocando la vara una vez estaba en el suelo, como si fuera un despiste, mirando hacia la otra chica, la que no había hablado. Si ella miraba el baston no tardaría en caer bajo sus ordenes.

¡oh! Perdone mi falta de educacion, soy la mano derecha del Sultan de Agrabah, Jafar. Eso de que si lo hago por nada tiene la explicación de que el Sultan es el buenazo, y el me paga una gran suma por llevar a gente como vosotros, perdidos, a la ciudad y los sincorazones sacian su sangre de corazones de los bandidos que por los alrededores merodean, es un modo practico de usarlos - Dijo intentando parecer seguro de si mismo, creyendose a pies puntillas lo que el mismo decía, mientras tanto los efectos hipnoticos de la vara empezaron, así que tras esto Jafar desvio la mirada hacia la chica que estaba intentando hipnotizar- ¿O no piensa usted así?

Jafar observo como el tercer individuo miraba los alrededores, parecía de haber percatado más compañía, y si no era ni de los tres extranjeros, ni suya, tendría que tener cuidado.

Nume escuchó la explicación de Jafar sin creer ni una palabra. Ningún "buenazo", como él mismo había dicho, utilizaría unos seres como los sincorazones. Sin duda los sincorazones sólo podrían ser controlados por seres aún más despreciables y oscuros, o al menos esto pensaba la ladrona. Y esto precisamente era lo que hacía que no se fiase ni un pelo de aquel hombre.

Lo miraba a los ojos, desafiante y sin vacilar.

- Si le soy sincera, dudo que los sincorazones puedan tener un uso "practico". Perdoneme si le ofendo, pero en una ocasión me dijeron que sólo unos pocos de desquiciados se atrevieron una vez a controlar a estos seres. Y que no acabaron muy bien...

Miia comenzó, de pronto, a sentirse mareada. Pensaba exactamente lo mismo que Nume, pero algo en su cabeza la obligaba a no decir lo que pensaba.
Yo creo que... usted... Nume tiene... ¡Agh! le dolía mucho la cabeza y no controlaba lo que decía. Claro... que... tiene... razón... lord Jafar... murmuró a regañadientes. Se puso la mano derecha en la frente. Estaba caliente, pero era a causa del calor. No tenía fiebre.
Poco a poco, parecía que algo se hacía con el control de su mente. Entonces se dio cuenta. Los ojos del bastón con forma de cobra que llevaba Jafar brillaban misteriosamente.
¡Hijo de perra! Algo tenía que pasar... pensó. "La mano derecha del sultán" estaba tratando de controlar su mente con los poderes de aquel bastón.
Oh, no, ni hablar. Si hubieras ido por las buenas, te lo hubiera dado. Pero ahora que me has enfadado, seré yo la que se haga con tu trozo de escarabajo... pensó a duras penas. El poder de la cobra la estaba tomando.
Vacía tu mente, vacía tu mente... ¡Mierda!
Pones la mente en blanco no era tan fácil como pintaban las películas.
Muy bien... se dijo. Si no puedo vaciar mi mente, la saturaré.

Te miro y vuelco tu corazón,
si va ya va allá.
Con un giro de hula-hop te vuelvo del revés,
y a la de tres, te tengo atrapado...

Ahora que tenía la mente ocupada con sus canciones, miró al visir real con el ceño fruncido.
¿¡Mómo te atregues a invedir mi lente!? exclamó. No podía pensar en lo que decía, estaba totalemente concentrada en su canción mental, por lo que no medía lo que decía.
¡He la kas nagado! ¡No te bavé del inarabajo! ¡O teh mo ibarrataré!
Cogió con torpeza su espada anular, la cual lanzó hacia los sincorazón. Se torció por el camino ya que no podía apuntar, pero acabó con cuatro sincorazón. Luego irguió los brazos. Dos nubes se formaron en la cabeza de un par de sincorazón, con tanta presión que les hizo explotar la cabeza en una bruma negra.
¡Él tiene el esbarabajo! exclamó casi bien. ¡A mor quel!
Tenía la esperanza de que Nume recordara que, en cuanto tuviera ocasión, debía robarle el escarabajo a Jafar.
¡Muidado! ¡Hu basgón tipnotiza! ¡Ensad en otras bosas!

Ixlelot vio sonriente la situación,supo al instante que el hechizero no tenía buenas intenciones,y al escuchar a Miia se le aclaró un poco la situación,se acercó tranquilamente hasta estar al lado del hechizero y le susurró:
-te ayudaré a conseguir el objeto que quieres,si me das a una de esas humanas como marioneta,¿vale?-le miro fijamente y luego dio media vuelta para estar en frente de los otros 3
-no es prudente pelear ahora my lady,no querra morir aqui-
le dijo a Miia y a los demas siempre con la guarda en alto, podia ser atacado por el hechizero y por ellos,por lo que estaba preparado para lo que fuera
-perdon por interrumpir esta encantadora situación,no conozco las intenciones de este hechizero, pero un trato en estas condiciones seria lo mejor,no les parece?-pensó que así podria tranquilizarlos un poco y poder tomar control de la situación,los observó detenidamente a cada uno con esa mirada que perturbaría a cualquiera

En cuanto Nume escuchó lo que trataba de farfullar Miia, dió gracias a que en ningún momento había dejadp de mirar a Jafar a los ojos, en lugar de fijar su atención en ese extraño bastón. Se mentalizó de forma que debía ignorar por completo la mirada de aquella cobra.

Cuando aún estaba tratando de asimilar lo que estaba ocurriendo y se disponía para pelear, apareció otro personaje como salido de la nada para inmiscuirse en aquel encuentro. Decidió no darle mayor importancia, y dirigirse hacia Jafar sorteando a los sincorazón, a fin de robarle su mitad del escarabajo.

Sorteó al nuevo individuo y a unos cristales que cayeron hacia los sincorazones de improvisto y que hirieron a más de uno. "Esto debe haber sido obra de Xasurak", pensó. Sin duda Saytas no se equivocó al encomendarle la protección de las dos chicas aquel hombre, por muy callado y sombrío que fuese. Con él de su parte, la ladrona tenía algo de esperanza en su interior.

Preparó sus cuchillos de puño, echó una mirada a Miia, y se abrió paso como pudo para llegar cuanto antes hasta Jafar.

(Perdón que me meta, pero ya he arreglado el problema con el subrayado. A Jafar se le olvidó cerrar la clave que lo activa y se había pasado a los posts siguientes. Pero ya está todo Ok.)

Jafar al aumento la potencia de la hipnotización en cuanto la chica se resistio, pero entonces empezó a murmurar cosas inninteligible. Que chica más rara. Jafar acepto la proposición de aquel extraño individuo, total, si se cansaba de el podía hipnotizarle para que se fuera lejos del reino, más allá del os desiertos. Entonces unos objetos que había volando por el cielo empezaron a caer, y la orden mental de que los sincorazones se desvanecieran en las sombras, para aparecer ahora detrás de los individuos, aunque estos no se habian percatado aun de este echo, pues había coincidido con que los cristales caian y que cuatro o cinco sincorazones calleron. Jafar miro a la chica del extraño gorro a la par que le señalaba a todos los sincorazones restantes que saltaran a por ella.


OFF:

Sorri, semana se examenes x.x

al ver que esas personas no cederian de empezar una pelea, Ixlelot se vio obligado a actuar, y al escuchar la aceptacion del hechizero, sabia de que lado lo haria, pero debia ser inteligente, un incorporeo de la organizacion de seguro seria muy fuerte,asi que penso en el como primer objetivo, empezo a girar a desperado para que fuera agarrando velocidad, lanzo una mirada hacia las personas como si las fuera a atacar, pero cuando vio a los sincorazones aparecer detras de ellos, lo que hiso fue lanzar un ataque al piso para tirar mucha arena al aire y nadie pudiera ver
-a ver que haces ahora,señor incorporeo... desequilibrio mental!-con este ataque magico esperaba que el incorporeo no tuviera opciones de utilizar su elemento de forma alguna, esto seria una gran ventaja para sus propositos,luego puso nuevamente el guardia en alto mientras la arena se disipaba y los sincorazones se acercaban mas y mas detras de la humana del gorro, la pelea parecia estar a su favor y a la del hechizero.-

Ixlelot se vio impresionado por el rapido movimiento del incorporeo y una de las humanas,lo primero que hiso fue divisar a sus tres supuestos enemigos, y cuando hacia esto escuxo las palabrasde Xasurak, hablo con la intencion de que las chicas tambien escucharan sus palabras
-no me importa mucho que seas un incorporeo de la organizacion, pero tampoco me interesa luchar contigo, podemos ser aliados si quieres, piensatelo-
con estas palabras Ixlelot queria probar a este incorporeo, queria saber en que grado era fiel a la organizacion y a los incorporeos,poco le interesaba que estuvieran en una pelea, el hablaba como si se tratara de una junta de amigos