Pesadilla oscura...

por **Miia** Mar Sep 01, 2009 9:26 pm

Off: Esto no es más que un sueño para seguir la historia de Miia. Que nadie postee, por favor.

ON: Miia abrió los ojos. Estaba flotando en la zona de la torre del reloj. Miró hacia un lado y al otro: no parecía haber nada. Dirigió la vista a las calles y casas que había bajo sus pies. No se veía un alma.
Asustada, Miia trató de buscar su nave para salir de ahí, pero la nave no estaba. Por alguna razón, Miia estaba aterrorizada.
De pronto, oyó una voz en su mente:
'Tu serás la próxima, pequeña'

Un fantasmagórico sonido se confundió con el tic-tac del reloj, cuando un ser fantasmal surgió de la nada. Parecía una capa con vida propia, con una esfera de color cambiante en su parte inferior, con un corazón en su interior.
Espectro... susrró Miia, atónita.
En un acto reflejo, sacó su hula-hop. Pero, en realidad, no quería luchar, sino huir, pero su cuerpo no pensaba lo mismo.

El Espectro cargó contra la muchacha, serpenteando. Miia se cubrió, pero no hizo falta, ya que el Espetro no iba hacia ella. Pasó de largo y llegó hasta las agujas del reloj. Una extraña cuenta atrás apareció en el reloj, y otra apareció mágicamente por encima de Miia.
La chica descubrió enseguida al hechizo muerte, el más poderoso.

Horrorizada, se lanzó contra el espectro, que tenía su esfera de color blanco. El sincorazón se retorció de dolor ante el ataque.
No es posible... ¿Tan fácil es?
Sus palabras no se oyeron, debido a que Espectro cargaba otra vez contra Miia, llevando tras de si una estela eólica.
Miia. más confiada, atacó de nuevo contra la esta vez azulada esfera del enemigo. Pero extrañamente, no tuvo el mismo efecto.
Miia comenzó a golpear locamente la esfera, que iba alternando entre amarillo, rojo y azul. Pero seguía sin hacerle ningún daño

Comenzó a llover copiosamente sobre la ciudad de Londres. Los rayos y truenos retumbaban mientras el sincorazón y la humana luchaban. No hace falta decir quien iba ganando.
De pronto, un relámpago cayó sobre el sincorazón, que tenía la esfera de color amarillo. Nuevamente, se retorció de dolor.
Miia, extrañada, comenzó a pensar en los colores del Espectro, pero no tuvo tiempo. La peliazul observó como el Espectro parecía señalar la torre del reloj. La cuena atrás había acabado.
Miia comenzó a caer, desolada. Estaba perdiendo fuerza en sus miembros. Una imagen de su hermano sonriendo pareció formarse en su mente mientras caía a las calles de la ciudad de Londres...