buscando informacion

Bella *toco a la puerta y lentamente la fue abriendo* necesito hablar con ti… *antes de que terminara se percato de que no avía nadie en el cuarto ni siquiera los muebles* esto se puso raro *se acerco al balcón mirando asía afuera era otra persona, pero nunca antes la avía visto, ¿Qué hacia aquí? Que era lo que quería? Nuevamente llena de preguntas, pero…tal vez esa persona le conteste todo, respiro y se metió nuevamente al cuarto caminando por todo el lugar pensando* que puedo decirle?, debo presentarme? Que are? *estaba algo desesperada pero se detuvo al sentir que alguien estaba cercas, posiblemente aquella persona que antes vio, o tal vez la princesa o alguno de los demás muebles, quizás, Bestia, pero no se le era muy probable, no soltó su espada la tenia a su lado mirando la puerta esperando reacción de ella*

La puerta se abrió lentamente para mostrar el rostro de Gilleux, el cual se sorprendió al ver a la misma chica humana con la que se había encontrado en el País de las Maravillas.

Había ido a aquel lugar para consultar a Bella, una amiga suya, sobre lo que hacer, ya que no había conseguido la corona de la Reina de Corazones como Zexión le había mandado.

La chica estaba en guardia, por lo que pudo ver, pero enseguida trató de tranquilizarla.

-Tranquila... ¿Lassi? No he venido para hacerte daño.

Se mantuvo expectante de su respuesta, realmente no quería pelear.

-me llamo Lassi?- *pensó viendo al mismo incorpóreo que intento engañarla, pero no podía confiar en el, hizo exactamente lo mismo cuando se encontró con ella, así que de ningún modo bajaría la guardia* en serio? Compruébalo? *le dijo poniéndose seria, en verdad creyó que el podía ayudarle, que mal, pero…* -tal vez pueda ponerlo de mi parte- lo lamento *se tranquilizo un poco moviendo su cabeza lado a lado para sacarse ideas de la cabeza o así quería que pensara el joven* estaba nerviosa, ase poco acabo de terminar una pelea *se acerco a la cama de bella en donde se sentó mirando hacia otro lado* cual era tu nombre?... *se quedo pensando, recordaba que aquel heartless lo avía pronunciado y claramente lo escucho* lo tengo! *dijo levantando su dedo índice y luego mirando al joven* Gilleux, o no, bueno como sea, soy Leksi y no “Lassi” *marco el nombre con sus palabras para que se diera cuenta, le miraba ya un tanto normal, dejándole ver una sonrisilla*

-Oh, vaya. Je, ¡fallo mío! Lassi... ¡ja, ja, ja! No tengo muy buena memoria, ¿sabes? -dijo con sinceridad.

Entró en la habitación, sentándose en la cama.

-¿No está Bella por aquí? Quería preguntarle algo...

Miró a Leksi a los ojos un instante. Notó una sombra de duda.

-No te preocupes, Leksi. No te haré ningún, en serio. Dime... ¿qué es lo que te trae por aquí?

Algo le decía que la humana tenía dudas. ¿Y quién mejor que Gilleux para responderlas? Aquel día se sentía simpático. Extraño, ya que no poseía corazón.

No, no se encuentra Bella *dijo mirando hacia otra dirección* también la buscaba *se sentía un tanto incomoda por estar con alguien que intento usarla, pero no sabia si decirle sobre sus dudas, posiblemente le mintiera nuevamente, o…acaso le diría la verdad, no dudo mas, decidió decirle* bueno, después de que arregle todo con la Reina de Corazones y dejarla calmada, decidí ir a una biblioteca, quería aprender mas cosas, magia, armas, encontré algo, demasiado raro, me llamo mucho la atención… *miro al frente recordando aquel gran libro en donde estaba* la verdad nunca escuche nada sobre ella, se llamaba keyblade, y decía algo así de…el portador de ella Keyblade master *se quedo un momento callada y luego lo miro, aquella sonrisa se borro rápidamente, pero no estaba enojada si no estaba llena de curiosidad* quise saber mas…pero el libro…estaba algo quemado, apenas logre ver esos dos nombres…ya te imaginaras como estaba *en eso, se lograba ver como empuñaba sus manos lista, para decirlo, temía de recibir una mentira, pero era su oportunidad* Gilleux, tu sabes algo sobre esto? Su historia? Que es exactamente? Lo sabes? *tenia su mirada fija en el joven incorpóreo, ya era mucho de que ella no supiera la verdad de todo lo que le rodeaba, se le podía decir que era una ingenua y muchas cosas mas, pero ella cada día quería superarse y aprender mas*

-Ah... Eso es fácil de responder.

Cogió a Leks de la mano para llevarla al balcón.

-Que bonitas están las estrellas hoy, ¿verdad?

No la miró a la cara, pero lo más seguro era que estuviera extrañada. Ella no quería saber nada sobre las estrellas.

-Tu mira fijamente a las estrellas. Podrás ver imágenes de la historia mientras te la cuento.

'La Llave Espada es un arma legendaria. Solo se conceden a algunas personas, aunque desonozco por que motivos... Lo más seguro es que sea a personas de corazón poderoso, listos para enfrentarse a la oscuridad.

Sora y Riku fueron dos personas que causaron mucho daño a la Organizacion y a los Sincorazón. Eran dos amigos, portadores de la Llave Espada.

Sobre sus orígenes, no se gran cosa. Algunos dicen que son reliquias del pasado, otros que son poderosas armas venidas del futuro.
Otros dicen que reclutan a gente poderosa para una guerra. Hasta se dice que las keyblade son reflejos del corazón'.

-Si quieres saber mi opinión -dijo sonriendo-, yo me inclino más por lo último. Es muy profundo. Tú podrías conseguir una Leksi. ¿Que me dices?

*al principio si se avía extrañado por la forma en que la llevo al balcón, pero ya estando ahí y la forma en que le dijo que mirara las estrellas, se le avía echo un tanto mágico y así lo hizo.

Todo el momento que le contó acerca sobre la tal llamada keyblade soñaba con ella pero no tenia una forma definida en su mente, las palabras que el incorpóreo usaba le llenaban de emoción, lo describían como algo realmente nuevo, y tal vez con ella se han logrado ver muchas aventuras. Luego contó algo sobre dos personas* -Sora y Riku?- *sabia que avía escuchado algo de ellos, pero la verdad siempre prefería estar en movimiento que quedarse tiesa escuchando, eso era un problema con ella.

Lo ultimo que dijo el joven le hizo pensar muchas cosas, comenzó a soñar despierta, una amplia sonrisa se dibujo en su rostro, y lentamente subió su mano colocándola en su pecho en la dirección en donde se encontraba su corazón* un reflejo del corazón… *susurro observando la mano que no tenia en su pecho* yo…tener una, eso seria fantástico *cuando dijo esto coloco la mano sobre la otra cerrando sus ojos emocionada* te lo agradezco Gilleux *volteo su mirada hacia el sonriente como nunca* no puedo pensar que me hallas engañado, tus palabras fueron tan, no se, mágicas *levanto su mirada al cielo mirando las estrellas, sus ojos verdes tal vez se podían ver brillando por la emoción que tenia* y si quieres saber ahora mi opinión *dijo repitiendo casi lo que el antes avía dicho regresando su mirada hacia el joven* tal vez tengas un gran corazón, posiblemente enterrado dentro tuyo, jeje, pero no todo es maldad en ti

Al ver la reacción de la chica y escuchar sus palabras, de algún modo se sintió lleno por dentro.
¿Así era la sensación de haber ayudado a alguien? Hacía tanto que no sentía algo así...

-Puedes estar segura. No te he engañado... -suspiró largamente-. En verdad, yo no tengo corazón. Me lo arrebataron. Dentro de mi no hay maldad ni bondad; por mucho que me esfuerce por hacer parecer que así es, dentro de mi no hay nada.
Pero, de algún modo, yo siento que dentro de los incorpóreos hay algo. Es... como un recuerdo, pero un recuerdo real, como una esencia que quedó del corazón.
La esencia del corazón... yo creo que nunca se va.

Volvió a coger de la mano a Leksi delicadamente en señal de confianza.

-Por esa razón tengo días buenos y días malos. Tal vez la esencia no de para los sentimientos más banales e insignificantes, pero si para lo más importantes, como lo son la rabia, la tristeza o... el amor.

Dirigió su mirada soñadora hacia las estrellas.

-Te contaré un secreto, Leks. En realidad, no quiero ser una mala persona, pero existen unas expectativas para los de nuestra especie. Para los ojos de los humanos, nosotros debemos ser malvados, crueles, engañosos...
Y tampoco tenemos nada parecido a corazón o sentimientos. Esa es la opinión general. Pero yo le veo una pega. Si no tenemos corazón, ¿como podemos ser malvados y crueles?
Ahhh... Los secretos del corazón y la ausencia de éste... Nunca lo comprenderé...

*sus palabras en verdad la confundían, le asían pensar que era muy bueno y pasivo, pero lo que decía no quedaba con lo que ella pensaba, pero el mismo se delataba* eres neutral, que bipolar ajajá *apretó un poco la mano del joven incorpóreo para luego calmarse un poco* pero no dicen que todo se puede cambiar? Yo creo en eso, y estoy segura que mis pensamientos de ti siempre serán difíciles de resolver *y así era, tal vez en ocasiones lo considere alguien malo pero recordara lo que paso esta noche* pero aun tengo curiosidad *recordó el día en que lo vio en el país de las maravillas* dime Gilleux, para que querías la corona de la reina? *fijo su mirada asía abajo viendo aquel patio el cual era iluminado por la luz de la luna* también…quisiera saber, que es lo que en verdad tu piensas y crees, o tal vez…sientes *le soltó la mano para levantar ambas al cielo mirando asía el* no podria comprenderlo, es la primera vez que conozco un incorpóreo y suena muy raro eso, porque te quitaron el corazón? en verdad es cierto?

-¡Ja, ja, ja, ja! ¡Sí, supongo que se me podría llamar bipolar! ¡Ja, ja, ja! je, je...

Todo aquel discurso... ¿por qué se lo habría contado a una simple humana?
Miró fijamente durante unos momentos los ojos verdes de Leksi iluminados por la luz de la Luna. Tenían algo mágico, algo que le hacía sentirse en calma...
Agitó la cabeza rápidamente. ¿Qué le estaba pasando?

Filosofear sobre el corazón, embobarse con los ojos de una humana... Definitivamente le pasaba algo raro, aquella noche. Miró a la Luna fijamente.
'¿Me estará hechizando Saïx?' pensó con una sonrisa.

Salió del balcón internándose en la habitación mientras decía:
-En el País de las Maravillas... Sí, lo recuerdo perfectamente.
Se sentó en la cama con un suspiro.

-Alguien con quien comparto una amistad me dijo que lo hiciera. No sé la razón... Tal vez para un experimento, tal vez para comenzar una especie de conquista sobre ese mundo... Je, o tal vez solo la quisiera para tenerla de trofeo.
Yo simpemente hice lo que me mandó. Y, sinceramente, ahora que lo pienso bien, me parece que hice una gran idiotez.

Se levantó, dirigiéndose otra vez al balcón.

-Actué ciegamente ante una oportunidad de ganarme el respeto de aquella persona.
Te traté de engañar porque quería seguir los cánones que nos identifican a los incorpóreos. Os dije aquellas frases de desprecio y os ataqué a ti y a aquel sincorazón por pura convicción de que aquello que hacía era lo correcto...

De pronto, una lluvia de bonitas estrellas fugaces inundó el cielo. Al principio, Gilleux no se dio cuenta.
-Apenas recuerdo el día en que perdí el corazón. Cuando una persona pierde le corazón, ese corazón se pervierte y se oscurece, formando un sincorazon.
Pero... ¿nunca habías pensado en lo que pasa con los cuerpos vacíos? Esos cuerpos cobran vida, formando un incorpóreo, aparentemente sin sentimientos. Aquellos cuerpos que son bastante poderosos consiguen mantener una forma humana casi igual a la que antes tenía. Estos incorpóreos con forma humana, si son lo bastante poderosos, son invitados por una Organizacion formada por incorpóreos de una fuerza descomunal. La Organización XIII. de la que yo formo parte.

Gilleux cogió aire. Aquel día le había dado por hablar...

-Ahora, estando contigo en esta bonita noche estrellada, me he dado cuenta de muchas cosas. Gracias, Leksi.

Entonces reparó en la presencia de la caída de estrellas.

-¡Mira, estrellas fugaces! ¿Por qué no pides un deseo?

yo no lo creo *dijo mirando asía las afueras del balcón, pensar que fue una idiotez aver ido a aquel mundo, bueno, en una parte si lo era, pero si no fuera así, ella no hubiera tenido las agallas de ponerse a investigar para hacerse mas fuerte y no sabría lo que seria un incorpóreo* tal vez, conocerte me ayudo *dijo para no contar todo pero luego le miro recargando se en la pared, repasando las palabras siguientes de aquel joven, por lo visto, un humano se convertía en dos seres al perder su corazón, o así le entendía ella, pero había algo en lo que no estaba de acuerdo* debo decir algo en contra de lo que dices *dijo cruzándose de brazos mirando asía el piso pensativa* yo nunca creí que los sentimientos salgan del corazón, si no mas bien de la mente, en realidad lo único que hace el corazón es tener una reacción del sentir de la persona *en ocasiones era bueno leer libros, podría sacarle de apuros, o en esta ocasión ayudar* tal vez para ti sea difícil aceptarlo ya que te han llenado la cabeza con eso jejeje *decía divertida pero luego lo mira* estoy segura que puedes algún día lograr notarlos, que en verdad los tienes si cerebro tienes *se volteo asía otro lado un tanto apenada por lo que habia mencionado.
Era raro de ella hablar como alguien inteligente, siempre era con un comportamiento infantil y torpe, pero esta vez era diferente, esa tal organización XIII por lo visto todos estaban confundidos, pero no diría mas.
Unos momentos después le dio curiosidad lo que dijo "me he dado cuenta de muchas cosas. Gracias, Leksi" cuales eran esas cosas? quería saber pero antes de hablar fue interrumpida por una peticion, elevo su mirada al cielo observando aquel gran expectaculo, el primero que habia visto en toda su vida* son...muy bellas... *la verdad Leks nunca avía creído en eso de los deseos, pero esta vez sonaba algo grandioso* claro, pero... *regreso su mirada asía Gilleux sonriente dejando que la luz de la luna y el suave viento acariciar su rostro* seria mejor si los dos pedimos uno

-Mmm...
Comenzó a pensar en las palabras que Leks había pronunciado.

-Sí, tienes razón. El cerebro lo controla prácticamente todo, en nuestro cuerpo. El problema al no tener corazón es que no puedes disfrutar de esos sentimientos...
Pero bueno, dejemos a de hablar de estas cosas.

Entonces Leksi dijoalgo que no espeeraba.

-¿Un deseo? ¿Yo?

Nunca había pensado en ese tipo de cosas. ¿Qué era lo que necesitaba? No, mejor. ¿Qué era lo que quería?

Juntó las manos y cerró los ojos para formular su deseo mentalmente.
-Ya está. ¿Qué has pedido?

*el joven ya había terminado de pedir su deseo, pero aun leks estaba en silencio con las manos juntas y los ojos cerrados, teniendo su barbilla arriba y sus manos cubriendo casi su rostro.
Se formo rápidamente una sonrisa, mientras por fin comienzo a abrir sus ojos observando las estrella, sus manos fueron bajando y un suspiro salio de su boca, luego decidió contestar la pregunta que el incorpóreo le había formulado* mi deseo fue... *estaba emocionada por decírselo apretó sus manos con alegría y prosiguió* que lograra ser mas fuerte, para así poder...proteger a todos los mundos en peligro al igual que mis seres cercanos! *su rostro se ilumino, decidida a hacerlo todo bien, rápido miro al joven curiosa por saber cual era su deseo, aserco sus manos hasta tomar una del joven con su mirada fija en el* cual fue tu deseo Gilleux?

La pregunta de Leks le cogió por sorpresa.
-Mi... deseo...

La chica había cogido con sus manos una de las del incorpóreo y le miraba fijamente con el rostro iluminado.
Su forma de hablar, su personalidad, sus grandes ojos verdes...
Realmente esa chica le caía extrañamente bien, demasiado bien. ¿Cómo había podido tratarla así en el País de las Maravillas?

-Bueno... je, me da algo de reparo contarlo.
La luz de la luna iluminó su ligeramente sonrojado rostro.

-No te lo tomes como algo personal. Je, je, je... Que tu deseo se cumpla. Eso he pedido.

¿Por qué había deseado eso? Podría haber deseado conseguir un verdadero corazón, aumentar sus propios poderes...
Simplemente había deseado lo que había querido. Lo que le había dictado un corazón inexistente.

-Leks... ¿Quieres ser mi amiga?
Gilleux nunca había tenido un verdadero amigo. Aquello era para él más difícil incluso que una declaración de amor.

*sus palabras le sorprendieron, no paresia el verdadero incorpóreo que antes habia conocido, habia cambiado muy rápido, pero por alguna razón ya no lo podía ver como alguien malo.
Logro notar aquel color carmesi que habían tomado las mejillas del joven 'Que tu deseo se cumpla' esas palabras le subieron mas el animo, pero por alguna razón no lo paresia. Bajo un poco su rostro apretando la mano de Gilleux, el puede haber deseado otra cosa, algo que solo a el le podría servir, mas en eso pidió un beneficio para la chica*
tonto, debiste usar el deseo para ti
*le dijo casi en susurro, dejando notar el inicio del llanto en su voz. Aun cuando no se logro ver, cayeron ligeramente una que otra lágrima, pero no se trataba de tristeza, era de una alegría, una alegría que desde ya varios años no habia sentido.
Fue subiendo su rostro para mirarle desde abajo, la diferencia de estatura era visible; gracias a la luz que los rodeaba se logro reflejar el brillo de las lágrimas que se detuvieron en los labios de Leks. Sentía un gran nudo en la garganta, se le era difícil hablar, era por contener aquellas lágrimas, pero con las fuerzas le dijo*
Gilleux...yo ya te considero un amigo
*al termino de sus palabras, le soltó la mano acercandose un poco mas a el y rodeando su cintura le dio un abrazo.
Tal vez tener una amistad con alguien que tal vez se le era considerado un enemigo, tal vez seria difícil, pero para alguien como leks no era imposible*

Gilleux pudo notar en las palabras de la chica el comienzo del llanto.
-¿He... He dicho algo malo?

Que Leks llorara hizo que se sintiera mal, nervioso.
¿Qué podía hacer en una situación así? Entonces ella dijo que ya le consideraba un amigo.
Esas palabras le alegraron, hicieron que tuviera ganas de llorar. Tal vez era eso, tal vez Leksi lloraba de alegría. ¿Pero que le había hecho alegrarse tanto?

Ella le estaba abrazando, llorando. Como si fuera lo que debía hacer, colocó suavemente la cabeza de la chica en su pecho, dedicándole palabras de consuelo.

-Por favor, Leksi, no llores. No me gusta verte llorar -le susurraba.

De pronto, el picaporte de la puerta comenzó a moverse. Bella entró en la habitación, con expresión serena. Se sorprendio mucho al ver a aquellos dos en su terraza, abrazados.

-¡Oh! Leks, Gilleux, ¿qué significa esto?

*una sensación de tranquilidad recorrió todo su cuerpo al sentir como el joven acomodaba su cabeza y le pedía que dejara esas lagrimas*

bien...

*dijo en voz muy baja, casi para si misma, cerrando sus ojos aun recargada en el sin soltarle.

Momentos después escucho la voz de Bella, a la cual iba a recurrir antes. Abrió sus ojos notando que su mirada estaba puesta en ellos, algo en Leksi le hizo soltarse de el joven incorpóreo mirando hacía otro lado tratando de ocultar aquel rubor*

eje-je Bella, has llegado

*dijo un tanto nerviosa, acercando sus manos a su rostro y limpiando las lagrimas que sobraban, cuando termino volteo asía la princesa sonriéndole aun manteniendo el color en su rostro, pero que casualidad, ella no se daba cuenta, como siempre*

bueno...Gilleux te estaba buscando

*rápido lo miro algo acelerada, aun con ese toque de nerviosismo y a la vez infantil*

para que querías a Bella?

*cuestiono con un nuevo tono de voz, con curiosidad, pero mas, para desviar lo nerviosa que estaba*

-¡Ah! ¡B-Bella! ¿Qué haces tú aquí?

Dijo aquellas palabras como un acto reflejo. Cuando reflexiono sobre lo que había dicho, se dio cuenta de que aquel era el cuarto de su amiga Bella.
Enseguida se separó de Leks, ruborizado.

Leksi le dijo algo a la que acababa de aparecer, pero Gilleux no lo entendió, ya que estaba pensando en una excusa que darle a la recién llegada.
¿Cómo podría salir de aquella situación? Recordó que era un incorpóreo y que podía salir de ahí cuando quisiera creando un portal de oscuridad.

Pero no podía irse así, sin más. Bella dijo en aquel momento, acercándose al balcón:

-¿Para qué me buscabas? ¿Necesitas algo?
-N-no... Ya lo he arreglado todo, con ayuda de Leks.
-Bien, entonces pasemos a lo importante, ¿qué haciais en mi balcón, tan acaramelados?

Gilleux pensó durante unos segundos.

-Leksi tenía una pequeña duda, así que yo la ayudé a solucionarla...
-Claro. Y la duda era como abraza un incorpóreo, ¿no? -dijo Bella en un tono sarcastico y bastante pícaro.

El peliazul le dirigió una mirada suplicante a Leks. No sabía que hacer para salir de aquella situación.

*leks tenia tantas ganas de reírse por acto del joven pero por lo visto el sufría. Las palabras de Bella le hacían ruborizarse mucho mas, así que decidió actuar*

En verdad yo te vine a buscar para que me contaras sobre unas cosas, pero se apareció el y bueno lo aproveche

*se le avía escapado una risilla de los labios de la princesa, tal vez se le pudo haber mal interpretado pero por alguna razón no quería hablar sobre la keyblade, pero en ese momento la princesa hablo*

-esta bien, pero me gustaría que me expliquen el porque estaban abrazados-

*se le tenia que ocurrir algo rápidamente para salir de esa, pero se conocía bien, y sabia algo que Bella aceptaría*

Jeje Bella, bien me conoces y bien sabes que cuando agradezco a alguien siempre termino por abrazarlo, cierto o me equivoco?

*sus palabras avían sonado maduras y tranquilas pero en verdad leksi estaba temblando de nervios esperando su respuesta y en ese momento le contesto*

-bueno, creo que tienes razón-

*una sonrisa de orgullo se dibujo en el rostro de la joven humana brincando de alegría en su interior, pero su momento se le fue interrumpido*

-pero no se como has logrado que Gilleux haga algo como eso-

*la mirada que tenia Bella clavada en el incorpóreo era picara al igual que sus palabras, pareciera que quería poner mas apenada a leksi y así fue.

La humana miro ahora suplicante al incorpóreo dándole señal de que contestara, ella lo haría, pero no sabia aun muchas cosas*

Leks le ayudó a contestar una pregunta, pero lr había hecho una que solo él podía contestar. Y la verdad es que ni él sabía muy bien como había podido pasar. Tomó aire para finalmente decir:
-Bueno... Leks me abrazó... -intentaba medir sus palabras para que sonara creíble y que no enfadara a Leksi-. Y yo no supe muy bien como reaccionar... Así que yo también la abracé.

Al finalizar, le guiñó un ojo a Leks para que no malinterpretara lo que había dicho.
La Princesa agitó su cabeza.
-Ah... Mi pequeño Eullig...
-¡Bella!
-¡Uy! -exclamó Bella tapándose la boca con las dos manos-. ¡Lo siento!
-Cuantas veces te tendré que decir que ese ya no es mi nombre...

*estaba mas calmada por la respuesta que avía dado el incorpóreo en verdad no le avía molestado pero Bella dijo algo que ella no comprendía*

Eullig?...

*pregunto al aire, teniendo su mirada perdida dentro de la habitación todo lo que sabia nuevamente se fue confundiendo*

Como?…otro nombre?...

*la mirada de la humana se poso en el incorpóreo un tanto seria como diciéndole que le explicara, pero seria mejor que se lo pronunciara en palabras, pero en esa ocasión estaba casi muda.

Bajo un poco su cabeza adentrándose a la alcoba y terminar sentándose en la cama*

Son tantas cosas nuevas

*dijo a un nivel de voz que al menos podían escuchar los otros dos, luego se tumbo a la cama con los brazos extendidos hacia los lados mirando el techo, su respiración era calmada y de ese modo logro decirle*

Gilleux acaso…eso de cambio de nombre tiene que ver con que seas un incorpóreo?

-Ah... Bueno... No me gusta hablar de mi pasado...

Se sentó en la cama, al lado de Leks, con las manos en las rodillas y mirando al suelo. No quería seguir hablando de si mismo, pero era capaz de explicarlo vagamente.

-Antes de... ya sabes... perder el corazón... Bella y yo éramos muy amigos. Por aquel entonces yo tenía otro nombre.
Cuando sucedió lo que tú ya sabes, un miembro de la organizacion XIII, de la que antes te he hablado., vino para hacerme miembro. Para ello, hay unos protocolos, unas normas, entre las que se encuentran el cambio de nombre. Se cambian de orden las letras y se añade una X...

En el momento en que lo explicaba, una voz le llamó en su mente. Era Zexión, que le decía que debía volver a la fortaleza.

-Chicas... Debo irme. Tengo un... compromiso.

Se levantó para darle un abrazo a Bella. Ella respondió con un beso en la mejilla.
-Pásate por aquí a menudo, ¿vale, Gilleux?
-Si, Bella. Je, je, je.

Luego se dirigió con paso lento hacia Leks, que estaba echada en la cama de Bella. No sabía muy bien como despedirse. Un simple adiós sería demasiado frío y un abrazo o un beso podrían malinterpretarse.

-Leksi... Yo... -balbuceaba el peliazul algo sonrojado.

*como siempre, presto atención a sus palabras, y por alguna razón se le avía metido a la cabeza que esa tal organización XII era de lo peor, tal vez le tenia un tanto de rencor, pero no podía sentirlo asía Gilleux.

Desde esa noche, estaba completamente segura que había misterios por resolver, cosas nuevas por descubrir, y cosas que escuchar, aun cuando las palabras se fueran confundiendo gracias a miles de personas.

Volvió a escuchar la voz del incorpóreo hablarle, pero ahora…balbuceando?, asi que levanto un poco su mirada hacia el y noto nuevamente aquel rubor en su rostro, no se le asía algo anormal, ya que era una reacción del cuerpo.

Regreso a sentarse mirándole fijamente, esperando que continuara con sus palabras*

Si Guilleux?

*una sonrisa se dibujo en el rostro de Leks, recordar que el era su amigo, sabia que si se marcharía en ese momento, lo volvería a ver*

-Lo siento... pero... tengo que irme...
No se lo pensó más y abrazó a la chica durante unos segundos.
-Espero que nos volvamos a ver... -le susurró.

Cuando el incorpóreo estuvo preparado, creo un portal de oscuridad. Pero, antes de irse, miró a Leks.
-Leks, ten cuidado si te encuentras con otro miembro de la Organización XIII. Pueden llegar a ser muy... peligrosos.

Y dirigiéndoles un gesto de despedida a las dos chicas, se marchó.

-Espero que te guste, Leks -se dijo ya en la oscuridad, cuando nadie podía oírle.
Allí, en la cama de Bella, un colgante con un diamante rosa y una nota al lado esperaban a que alguién les recogiera.

En la nota ponía: A Leks, por ser mi única y mejor amiga.

*su rostro se puso rojo al recibir el abrazo y escuchar lo que ella antes avía pensado*

Claro…

*le dijo alegrada, una rara sensación le cubrió todo el cuerpo, -cuanto tiempo sin sentir esto- pensó, luego vio como se avía creado una rara cosa oscura lo cual no sabia que era, luego la advertencia que le avía dado “otro miembro de la Organización XIII. Puede llegar a ser peligroso.” Eso tal vez le avía atemorizado pero tenia consiente que ella pronto se volvería fuerte, y al igual que su deseo –protegeré a todos mis seres cercanos- fue lo que le llego a la mente al ver como desaparecía en aquel que por lo visto era un portal*

Bien Bella, creo que yo también me iré

*se levanto de la cama estirándose, estaba preparada para comenzar su entrenamiento y futura aventura*

-Te veré luego pequeña-

*la princesa se acerco a la joven y le acaricio la cabeza, desde que era muy pequeña siempre le hacia eso, y claro le encantaba*

-que es eso?-

*cuestiono deteniéndose y mirando hacia la cama, y junto a su mirada estaba la de leksi*

Un…collar…

*dijo algo sorprendida y vio una nota, pensó que tal vez era de bella pero la curiosidad le mato y tomo la nota leyendo lo que decía*

“A Leks, por ser mi única y mejor amiga”

*unas lagrimas se escaparon nuevamente, esa sensación aumento dentro suyo*

Que tonto

*repitió en forma juguetona tomando el colgante entre sus manos y colocándolo en su pecho*

Gracias

*susurro sintiendo que el le escucharía, luego se lo coloco y verifico de que estuviera bien y no tuviera opción de caerse.

Rápido limpio sus lagrimas y miro a la princesa*

Jeje esto fue raro, mejor me voy, se que algo nuevo me espera

*lo ultimo lo dijo mirando hacia las afueras de la alcoba*

-suerte querida, y cuidado-

Ten eso por seguro

*se acerco a la princesa dándole un beso en la mejilla y salio corriendo del cuarto tomando su espada, con el colgante brillando perfecto en su cuello*



--sale--