un no cumpleaños silencioso

*llego al jardín de té en busca de los dos locos que tanto le caían bien, pero en todo el recorrido cercano no se lograba escuchar su canción y mucho menos música* que paso? *cuando cruzo la pequeña puerta vio la gran mesa sola sin movimiento, sin sonido, decidió sentarse en aquella silla de siempre y se sirvió algo de té* feliz feliz no cumpleaños… *canto lentamente mientras terminaba de servir el té, quería cantar, bailar, divertirse* algo paso? O solo me estoy preocupando de mas? *se pregunto mirando a todos lados mientras le daba un gran sorbo a la taza, esperando y esperando…y esperando*

Un portal oscuro apareció a lo lejos. De él salió Gilleux, el cual mostró una mueca de sorpresa en cuanto descubrió el lugar en el que estaba.

-¿¡Qué hago aquí!? ¡Debería haber llegado al Palacio Real! -exclamó enfadado.

Iba a abrir otro portal cuando vio a una chica humana cantando sentada en una silla, cerca de una gran mesa.
Estaba intrigado sobre aquella presencia

-¿Será la Reina de Corazones? -pensó-. No. Es demasiado joven para eso. En cualquier caso...

Gilleux se acercó, no solo por curiosidad.
Tal vez aquella chica le podía servir para algo...

*cada vez que terminaba una taza se servia otra y otra hasta terminar llena solo de eso, de té* esto ya me aburrió *dijo un tanto enojada, levantándose de su lugar lista para irse pero cuando se dio vuelta noto que avía un extraño ser encapuchado* quien es? *susurro casi para si misma tomando con fuerza su espada dejándolo detrás de ella estando desconfiada* acaso un heartless o... solo un humano *quería esperar y ver que pasaba pero claramente no soltó su espada sentándose nuevamente en la silla y sirviendo ahora dos tazas*

[Vamos a unir tramas para hacer ésto más interesante. Leeos:

https://organizationxiiirol.foroes.org/palacio-real-f39/reorganizacion-maravillosa-t124.htm#628

Va a quedar bien xD]]

Gilleux observó que la chica se ponía en guardia. Rápidamente, trató de decirle que no tenía malas intenciones.
Entonces se dio cuenta de que todavía tenía la capucha puesta.

Se la quitó apresuradamente, mostrando su joven rostro y sus cabellos de color azul pálido, y se sentó junto a la humana.

-Me llamo Gilleux -dijo tomando un pequeño sorbo de la taza de té que le habían ofrecido-. No soy nada de eso. Soy un incorpóreo. Pero tranquila, en principio no voy a hacerte daño... siempre que colabores.

Sacó una bolsita llena de monedas y la lanzó sobre la mesa.

-Quiero ofrecerte un pequeño trabajito. Necesito que me traigas la corona de la Reina de Corazones. La necesito para un pequeño experimento... pero en fin, eso a ti no te importa. Si cumples con el encargo te daré dos bolsas más como estas.

Gilleux miró a la chica con ojos maliciosos.

-¿Aceptas?

*observo la bolsa detenidamente, un pequeño suspiro salio de sus labios para luego darle un gran sorbo al té* la corona de la Rina…eso es peligroso *le miro fija y detenidamente* además, si lo hago este mundo podría caer en caos o al menos así pienso yo *luego sus dudas crecieron cada vez mas ¿Qué era eso a lo que llamaba incorpóreo?* dime, crees que así de fácil lograras comprar mis servicios? *cerro sus ojos apretando el mango de su espada pero respiro calmándose, odiaba que fueran así con ella* necesito saber si esa corona se ocupa para algo bueno si no, no aceptaría *le volvió a mirar llena de curiosidad, de aprender mas* pero primero que me digas otra cosa…que es exactamente un incorpóreo?

-Eres un tanto descortés, ¿no te parece? -le dijo con sarna-. Ni siquiera me has dicho tu nombre.

Gilleux fue midiendo una a una las preguntas que la humana le había formulado. Fue respondiéndolas una a una, aunque no en el mismo orden.

-Un incorpóreo no es mas que el cuerpo vacio que queda cuando se crea un sincorazón. Nos sentimos solos, por eso hacemos buenas acciones por los demás.
Necesito la corona para crear una poción que ahuyentara a los sincorazón.
Por último, pensé que tal vez tu también querrias ayudar a este bonito mundo...

El peliazul sacó una nueva bolsa.

-Vamos, se una buena humana...

*su mirada se puso seria observando como sacaba la segunda bolsa de dinero, logro entender lo que le dijo y al menos sabia ya lo que era un incorpóreo ¿pero si ellos salían de algo que producían los heartles como querría ahuyentarlos? Eran tantas preguntas que quería contestar pero claramente se avía portado mal con alguien como el, que por lo visto dejaba ver una buena cara* mis disculpas *se puso de pie extendiéndole la mano contraria a la que tenia la espada* mi nombre es Leksi Exult *suspiro por un momento* y are lo que me pide *nuevamente fijo la mirada en aquellas bolsas llenas de dinero* pero no quiero que me de nada de anticipo, mas bien cuando le de lo que desea *dijo con palabras fijas esperando se reacción*

Por un momento, Gilleux se sintió mal. Había engañado sutimente a una ingenua humana...

No, él ya no tenía corazón. ¡Era imposible que sintiera pena!

Bebió toda su taza de té de un sorbo, se levantó de la silla y dio la vuelta hacia el Palacio Real.

-Vamos, Leksi. Sígueme -murmuró en un tono de voz triste y apesumbrado.

… *se quedo parada en ese mismo punto en donde estaba, cruzándose de brazos* -y el dijo que fui descortés?- *pensó mirando hacia otra dirección* no iré con alguien como tu *repuso mirando la gran mesa, algo enojada claro, pero no creyó que era para tanto* primero necesito saber a quien le estoy haciendo el trato, no quiero ser engañada o algo así *tenia que usar la cabeza en situaciones como esta, y si no era de esa forma, posiblemente perdería mucho mas de lo que podría ganar* –debo poner las cartas de mi lado- *sus pensamientos eran fijos igual que sus palabras*

Viendo la reacción de la chica, Gilleux se giró de nuevo hacia ella y explotó.

-¡Oh, vamos, no seas cabezota! ¿¡Eres bipolar o qué!? ¡Hace un momento dijiste que aceptabas!

Intentó tranquilizarse: había sido demasiado duro. Aun así, no pudo volver a estar tan sereno como anteriormente. Decidió largarse de auqel lugar lo antes posible. No tenía ganas de hacer aquella tarea, pero si la humana no colaboraba alguien tenía que hacerlo.

-Muy bien, te contaré la verdad. Los incorpóreos somos mucho peores que los Sincorazón. Quería aprovecharme de ti, pero eres demasiado cabezota.
Y ahora, haz el favor de venir al Palacio. Je, je, ¡aunque se solo para salvar a tu querida reina de la más dolorosa de las muertas!

Tras decir esto, abrió un portal oscuro y desapareció de allí.

Que! *las palabras que le avía acabado de decir, estuvo cercas de hacer algo malo, o así pensaba ella* maldición! *grito enojada, no tomo mucho en cuenta que iba a ser engañada mas bien la salud de la Reina de Corazones, tomo con mucha fuerza la espada y salio corriendo hacia el palacio sin mas*