Conectarse
INACTIVIDAD
Vie Jun 29, 2012 12:14 am por Renvax
Ha pasado casi más de medio mes desde que empezaron las vacaciones y yo hice el esfuerzo de intentar revivir el foro pero no veo actividad por ningún lado ,ahora ni si quiera en el chatbox. ¿Hay alguien ahí? porque yo no veo a nadie en el foro. Os emocionasteis haciendo fichas pero no veo roleo,es que no veo ni en el chatbox.... eso sí,yo no puedo hacer más,he hecho …
Comentarios: 5
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 36 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 36 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 203 durante el Sáb Nov 02, 2024 12:13 am
[Privado] Buscando respuestas
2 participantes
Organization XIII Rol :: Crónicas :: Versión 2.0 :: Threads :: Ciudad de Paso
Página 1 de 1.
[Privado] Buscando respuestas
*Paso un gran rato desde que se habían puesto en marcha hacia la casita en donde podrían encontrar a Aerith, pero había sido mala idea de que Leksi guiara ya que por su culpa terminaron perdiéndose varias veces por ciudad de paso, pasaban de un distrito a otro, en ocasiones regresando a la misma fuente, pero al menos habían llegado*
Es aquí *dijo de manera alegre soltando una que otra risilla de orgullo* Creo que…ya habíamos pasado por aquí *mira hacia los lados notando que no se encontraban lejos de la fuente* que torpe jojo bueno, será mejor que entremos
*Respiro hondo y abriendo la puerta jalo a Miia para que se metiera con ella. Se mantuvo al frente por si se le ocurría a alguien o algo atacarlas. Miro por todos lados y entrando a una recamara observo una figura delgada sentada en la cama de aquella habitación*
Creo que es ella… *le susurro a Miia mientras le iba soltando la mano y caminaba hacia la otra joven* Buen día, lamento que entráramos sin permiso pero buscábamos a Aerith, ¿usted sabe quién es?
*La mujer de cabello castaño y vestimenta rosa, se levanto sin demostrar susto o sorpresa mirando fijamente a las dos chicas que habían entrado a su cuarto. Les sonrió con una cálida sonrisa que a cualquiera podría calmar y con su dulce tono de voz le contesto*
-Buenas señoritas, yo soy Aerith y no se preocupen están en confianza- *cerro sus ojos y ladeo un poco su cabeza aun sonriéndoles* -Díganme ustedes dos ¿cómo se llaman? *Dijo con amabilidad mientras daba unos pasos más para poder quedar frente a ambas y agachándose un poco las miro fijamente.
Leksi, enseguida de escuchar a esa persona tan amable y calmada, sonrío con mucha amplitud y con un toque infantil mientras que sus mejillas se coloreaban un poco*
Mi nombre es Leksi Exult *giro su mirada hacia Miia y dándole un leve codazo le señalo que se presentara mientras ella regresaba su mirada hacia Aerith*
Es aquí *dijo de manera alegre soltando una que otra risilla de orgullo* Creo que…ya habíamos pasado por aquí *mira hacia los lados notando que no se encontraban lejos de la fuente* que torpe jojo bueno, será mejor que entremos
*Respiro hondo y abriendo la puerta jalo a Miia para que se metiera con ella. Se mantuvo al frente por si se le ocurría a alguien o algo atacarlas. Miro por todos lados y entrando a una recamara observo una figura delgada sentada en la cama de aquella habitación*
Creo que es ella… *le susurro a Miia mientras le iba soltando la mano y caminaba hacia la otra joven* Buen día, lamento que entráramos sin permiso pero buscábamos a Aerith, ¿usted sabe quién es?
*La mujer de cabello castaño y vestimenta rosa, se levanto sin demostrar susto o sorpresa mirando fijamente a las dos chicas que habían entrado a su cuarto. Les sonrió con una cálida sonrisa que a cualquiera podría calmar y con su dulce tono de voz le contesto*
-Buenas señoritas, yo soy Aerith y no se preocupen están en confianza- *cerro sus ojos y ladeo un poco su cabeza aun sonriéndoles* -Díganme ustedes dos ¿cómo se llaman? *Dijo con amabilidad mientras daba unos pasos más para poder quedar frente a ambas y agachándose un poco las miro fijamente.
Leksi, enseguida de escuchar a esa persona tan amable y calmada, sonrío con mucha amplitud y con un toque infantil mientras que sus mejillas se coloreaban un poco*
Mi nombre es Leksi Exult *giro su mirada hacia Miia y dándole un leve codazo le señalo que se presentara mientras ella regresaba su mirada hacia Aerith*
- Spoiler:
- (off: Cosa que no quieras puedes cambiar, oki?)
Leks- Administrador
-
Cantidad de envíos : 439
Edad : 30
Localización : Buscando mi destino
Fecha de inscripción : 04/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
Llevaban ya un rato vagando por las calles y callejuelas de Ciudad de Paso, en dirección al lugar donde supuestamente se encontraba Aerith. Sin embargo, pasaban una y otra vez por los mismos lugares, caminando en círculos... Miia comenzaba a dudar de que Leks conociera realmente aquella ciudad, mas no dijo nada a pesar de su expresión ceñuda. Al cabo de un rato paseando de la mano de Leks por los distritos de Ciudad de Paso, finalmente parecieron llegar al escondite, ya que parecía que se habían escondido para que las humanas no les encontraran, de Aerith y su grupo. La peliazul echó un vistazo a su alrededor, viendo desde allá perfectamente la plaza donde había aparcado su nave gumi y la fuente. Miró a Leks de reojo, con algo de vergüenza ajena ante las risillas de orgullo que ésta soltaba. Miia no pudo notar reírse también un poco; Leks podía ser tan torpe como ella.
Se dispuso a entrar en aquella casita de aspecto vacío, sin embargo, notó como Leks se le adelantaba, cogiendo a la peliazul fuertemente para que la siguiera al interior del edificio. El interior estaba algo oscuro y vacío, demasiado tétrico para el gusto de Miia, mas había contemplado lugares peores. Tras explorar el lugar durante unos minutos, llegaron a una habitación donde sí parecía haber alguien... Y así era. Una joven de cabello castaño, ojos de color verde esperanza y largo vestido rosa. Miia sonrió ampliamente, reconociendo finalmente a la joven.
Sin embargo, Leks se adelantó a ella y le habló. Tal vez porque la peliazul no saltó para darle un gran abrazo no la reconoció, aunque aquello realmente no la molestó. Hacía mucho que había salido de Vergel Radiante, y había cambiado mucho; era normal que no consiguiera reconocer a aquella mujercita como la niña que antaño fue. Aún algo apartada, escuchó la, como no, calmada voz de Aerith saludando a Leks. Ésta no tardó en darle un codazo a Miia, probablemente indicándole que se presentara. Le dedicó una dulce pero traviesa sonrisa a la de negros cabellos, y se tiró a los brazos de Aerith en un tierno abrazo sin previo aviso.
-¡Aerith! ¡Cuanto tiempo! -exclamó, llena de entusiasmo-. Cuando Leks me habló de una Aerith, no esperé que fueras tú. ¡Se supone que estabas en Vergel Radiante con León y los demás! ¡Soy yo, Miia!
-¿M-Miia...? -preguntó, al principio algo desconcertada, mas enseguida sonrió cálidamente y correspondió al abrazo-. ¡Miia! La última vez que te vi eras una niña que jugaba con muñecas -rió, separándose un poco de ella para observar sus vestimentas, propias de una aventurera, así como el arma que llevaba a la espalda-. Ahora eres toda una mujercita.
-Je, je... -rió, avergonzada ante los cumplidos de su vieja amiga, ruborizándose ligeramente-. Me alegro mucho de volver a verte... En fin, ¿qué hay de los demás? Squ... León, Yuffie, Cid, Cloud y Tifa... ¿Qué ha sido de ellos?
-León y Yuffie deben de estar entrenando en la cueva secreta del distrito dos -contestó con voz calmada, liberando finalmente a Miia de su abrazo-. Cid está en Vergel Radiante, ayudando con algunos problemas que ha habido con el sistema de protección. En cuanto a Tifa y Cloud... -su expresión finalmente cambió a una algo más triste al pronunciar el último nombre. Sin embargo, se recompuso rápidamente, sonriendo nuevamente con calidez-. Bueno... supongo que habréis venido a verme por algo. Contadme sin miedo.
Miia se alejó un poco, aún sonriendo, y se colocó tras Leks, empujándola con suavidad en dirección a Aerith con las manos apoyadas en sus hombros. Tras darle un rápido masaje, bajó lentamente las manos por los brazos de su compañera hasta llegar a sus manos, en una de las cuales dejó la gema con forma de "X", y se retiró un poco, dejando el trabajo a Leks. Sin saber muy bien porque... le daba un poco de vergüenza preguntarle a Aerith. Tal vez porque el hecho de mencionar a Cloud había abierto alguna herida pasada y no quería volver a estropear la situación.
Se dispuso a entrar en aquella casita de aspecto vacío, sin embargo, notó como Leks se le adelantaba, cogiendo a la peliazul fuertemente para que la siguiera al interior del edificio. El interior estaba algo oscuro y vacío, demasiado tétrico para el gusto de Miia, mas había contemplado lugares peores. Tras explorar el lugar durante unos minutos, llegaron a una habitación donde sí parecía haber alguien... Y así era. Una joven de cabello castaño, ojos de color verde esperanza y largo vestido rosa. Miia sonrió ampliamente, reconociendo finalmente a la joven.
Sin embargo, Leks se adelantó a ella y le habló. Tal vez porque la peliazul no saltó para darle un gran abrazo no la reconoció, aunque aquello realmente no la molestó. Hacía mucho que había salido de Vergel Radiante, y había cambiado mucho; era normal que no consiguiera reconocer a aquella mujercita como la niña que antaño fue. Aún algo apartada, escuchó la, como no, calmada voz de Aerith saludando a Leks. Ésta no tardó en darle un codazo a Miia, probablemente indicándole que se presentara. Le dedicó una dulce pero traviesa sonrisa a la de negros cabellos, y se tiró a los brazos de Aerith en un tierno abrazo sin previo aviso.
-¡Aerith! ¡Cuanto tiempo! -exclamó, llena de entusiasmo-. Cuando Leks me habló de una Aerith, no esperé que fueras tú. ¡Se supone que estabas en Vergel Radiante con León y los demás! ¡Soy yo, Miia!
-¿M-Miia...? -preguntó, al principio algo desconcertada, mas enseguida sonrió cálidamente y correspondió al abrazo-. ¡Miia! La última vez que te vi eras una niña que jugaba con muñecas -rió, separándose un poco de ella para observar sus vestimentas, propias de una aventurera, así como el arma que llevaba a la espalda-. Ahora eres toda una mujercita.
-Je, je... -rió, avergonzada ante los cumplidos de su vieja amiga, ruborizándose ligeramente-. Me alegro mucho de volver a verte... En fin, ¿qué hay de los demás? Squ... León, Yuffie, Cid, Cloud y Tifa... ¿Qué ha sido de ellos?
-León y Yuffie deben de estar entrenando en la cueva secreta del distrito dos -contestó con voz calmada, liberando finalmente a Miia de su abrazo-. Cid está en Vergel Radiante, ayudando con algunos problemas que ha habido con el sistema de protección. En cuanto a Tifa y Cloud... -su expresión finalmente cambió a una algo más triste al pronunciar el último nombre. Sin embargo, se recompuso rápidamente, sonriendo nuevamente con calidez-. Bueno... supongo que habréis venido a verme por algo. Contadme sin miedo.
Miia se alejó un poco, aún sonriendo, y se colocó tras Leks, empujándola con suavidad en dirección a Aerith con las manos apoyadas en sus hombros. Tras darle un rápido masaje, bajó lentamente las manos por los brazos de su compañera hasta llegar a sus manos, en una de las cuales dejó la gema con forma de "X", y se retiró un poco, dejando el trabajo a Leks. Sin saber muy bien porque... le daba un poco de vergüenza preguntarle a Aerith. Tal vez porque el hecho de mencionar a Cloud había abierto alguna herida pasada y no quería volver a estropear la situación.
Miia- Reina de la Oscuridad
-
Cantidad de envíos : 593
Edad : 29
Localización : NO PIENSO DECIRTE QUE ESTOY ESPIANDO A LOS CHICOS DEL VESTUARIO
Fecha de inscripción : 11/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
*Leks no podía creer lo que había visto y escuchado, tal parece que era la única que se había presentado sin ser conocida por Aerith. Dejo escapar una risilla y se quedo un paso atrás escuchando atentamente lo que decían sin perder detalles desde lo que decían hasta como reaccionaban.
Al parecer Miia ya conocía mas a esas personas que vio por primera vez con su maestro Merlín ese mismo día en que conoció a la chica peli azul pero no sabía de esas últimas dos personas, Tifa y Cloud, al parecer todavía tenía cosas que descubrir pero no debía de preguntarles a ellas ya que al parecer tenían algo.
Sintió como Miia la empujo hacia el frente comenzando a masajear sus hombros, se sentía bien pero cuando se dio cuenta tenía algo conocido en su mano, la levanto para ver que era y si, ahí se encontraba la piedra de letra. Giro su mirada hacia la chica algo sorprendida, pudo notar el punto de que quería que ella le preguntara pero a decir verdad ni ella misma sabia que podría decirle a la joven. Tomo aire y regreso su mirada hacia la mayor, dio un paso más y le extendió la mano mostrándole la piedra*
Aerith, yo…bueno, nosotras queríamos preguntarte si ¿sabes algo respecto a esta piedra? Al parecer es un material extraño *saca su espada y la pone junto a la piedra mostrándoselas* he notado que parecen como del mismo material y por lo que me contó Miia de seguro estas cosas deben tener un vinculo, además, una persona le dijo que buscara más de estas piedras y le dio esta espada. Aerith, estoy segura que algo misterioso está detrás de estas cosas y cualquier cosa que sepas respecto a esto en verdad podría ayudarnos
*Miro fijamente a la mayor manteniéndose firme y con una mirada seria, no muy común en ella pero era necesario. No sabía si era lo que tenía que decir, hubiera sido mejor si Miia hubiera hablado pero ya no importaba, el hubiera no existe y tenían que seguir frente. No dudaba de que Aerith supiera algo, era mejor que muchos y sabia más que otros por eso tenía toda su fe en ella, de poder contestar a sus dudas aunque…por alguna extraña razón Leksi tenía sus propias ideas.*
Al parecer Miia ya conocía mas a esas personas que vio por primera vez con su maestro Merlín ese mismo día en que conoció a la chica peli azul pero no sabía de esas últimas dos personas, Tifa y Cloud, al parecer todavía tenía cosas que descubrir pero no debía de preguntarles a ellas ya que al parecer tenían algo.
Sintió como Miia la empujo hacia el frente comenzando a masajear sus hombros, se sentía bien pero cuando se dio cuenta tenía algo conocido en su mano, la levanto para ver que era y si, ahí se encontraba la piedra de letra. Giro su mirada hacia la chica algo sorprendida, pudo notar el punto de que quería que ella le preguntara pero a decir verdad ni ella misma sabia que podría decirle a la joven. Tomo aire y regreso su mirada hacia la mayor, dio un paso más y le extendió la mano mostrándole la piedra*
Aerith, yo…bueno, nosotras queríamos preguntarte si ¿sabes algo respecto a esta piedra? Al parecer es un material extraño *saca su espada y la pone junto a la piedra mostrándoselas* he notado que parecen como del mismo material y por lo que me contó Miia de seguro estas cosas deben tener un vinculo, además, una persona le dijo que buscara más de estas piedras y le dio esta espada. Aerith, estoy segura que algo misterioso está detrás de estas cosas y cualquier cosa que sepas respecto a esto en verdad podría ayudarnos
*Miro fijamente a la mayor manteniéndose firme y con una mirada seria, no muy común en ella pero era necesario. No sabía si era lo que tenía que decir, hubiera sido mejor si Miia hubiera hablado pero ya no importaba, el hubiera no existe y tenían que seguir frente. No dudaba de que Aerith supiera algo, era mejor que muchos y sabia más que otros por eso tenía toda su fe en ella, de poder contestar a sus dudas aunque…por alguna extraña razón Leksi tenía sus propias ideas.*
Leks- Administrador
-
Cantidad de envíos : 439
Edad : 30
Localización : Buscando mi destino
Fecha de inscripción : 04/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
Cuando Leks giró ligeramente la cabeza y le dirigió una mirada sorprendida a la de cabellos azulados, ésta no evitar responder con una sonrisilla entre avergonzada y traviesa. Miia se dispuso a escuchar la pregunta por parte de Leksi y la respuesta de Aerith, que sonreía de manera tranquilizadora a la que se adelantaba para plantear las dudas de ambas, mas sin perder la seriedad, e intervenir si era necesario para contestar alguna pregunta puntual que solo ella pudiera responder. Sin embargo, parecía que la morena se expresaba a la perfección; Miia le sonrió, avanzando hasta su posición por si su presencia era requerida.
Aerith observaba atentamente la piedra y la espada, intercambiando miradas. Parecía que se había olvidado por completo de ambas guerreras, pero aquello realmente no importaba en aquel momento. Parecía que la mayor analizaba ambos objetos, escuadriñando todos los huequecitos y comprobando cada detalle con increíble esmero. Finalmente, se retiró lentamente, colocando su mano derecho bajo la barbilla en una pose pensativa, mas sin dejar de mirar ambos objetos.
-Hace mucho que no veía algo así...-murmuró, y le dio la espalda a ambas chicas durante unos segundos, rebuscando algo entre sus cosas. Tras unos segundos, pareció encontrar aquello que buscaba, y emitió unas risillas de satisfacción mientras volvía a dirigir la atención a las jóvenes. Ahora sujetaba una vara, alguna especie de báculo mágico por su fantástico diseño-. Ahora, no os mováis ni temáis nada... no os causaré ningún daño -musitó de forma sosegada, mientras sujetaba con la diestra la vara y apuntaba en dirección a las manos de Leks, que sostenían la piedra y la espada.
Ambos objetos comenzaron a levitar de pronto, separándose del agarre de la morena y flotando en el aire en un resplandor verdoso. Ambos objetos parecían danzar elegantemente en el aire, sin ningún cambio apreciable... hasta que de pronto la espada comenzó a descomponerse. Miia gritó, alarmada por la repentina fragmentación de la espada en trozos de diferentes formas, mas Aerith impuso su brazo libre para impedirle el movimiento. Instantes después, un fuerte resplandor cegó a los presentes, y cuando éste desapareció... en el suelo de la estancia se encontraba la espada en las mismas condiciones que al principio y un gran número de letras hechas del mismo color azulado desperdigadas por el suelo. Miia se arrodilló ante todo aquello, completamente estupefacta: había visto con sus propios ojos como la espada se descomponía y se convertía en todas aquellas letritas, mas parecía estar igual que al principio.
-¿Cómo has hecho eso...? -preguntó la peliazul, estupefacta.
-La letra no era más que una llave, y la espada era la puerta en el interior de la cual se encontraban todas las demás letras. Yo solo he metido la llave y he abierto la puerta -respondió con su característica voz tranquila y amable-. Ahora el saber que significan el resto de letras, que abren las demás llaves... es algo en lo que no os puedo ayudar.
-¡Pero...! -exclamó Miia, alzando la vista. En aquel lugar no había nadie, solo Leks y ella misma. Aerith había desaparecido-. ¿Pero cómo...? ¿Leks, tú has...? -pero no acabó de preguntar. Suspiró con una media sonrisa; Aerith era una experta en dejarte siempre con la miel en los labios.
Observó las letras desperdigadas sin ningún orden en concreto por el suelo: X, L, E, L, U, I, T, S, K, E. Se preguntaba que tendrían que hacer primero: resolver aquel rompecabezas o dirigirse al Castillo del Olvido a terminar con todo de una vez por todas. No obstante, si se dirigía al Castillo, no sabría que hacer ahí... tendría que hacer aquel extraño puzle. Pero no se le venía a la mente nada, ninguna palabra con aquellas letras. Se rascó la coronilla, pensativa.
-¿Se te ocurre algo, Leks...? -preguntó mirando a su compañera. No quería involucrarla demasiado en todo aquel entuerto, y por supuesto no la obligaría a ir con ella al Castillo del Olvido como lo había hecho al guiarla por todo aquel mundo. Pero, ya que estaba allí, podía ayudarla a completar el rompecabezas de las letras azules... ¿verdad?
Aerith observaba atentamente la piedra y la espada, intercambiando miradas. Parecía que se había olvidado por completo de ambas guerreras, pero aquello realmente no importaba en aquel momento. Parecía que la mayor analizaba ambos objetos, escuadriñando todos los huequecitos y comprobando cada detalle con increíble esmero. Finalmente, se retiró lentamente, colocando su mano derecho bajo la barbilla en una pose pensativa, mas sin dejar de mirar ambos objetos.
-Hace mucho que no veía algo así...-murmuró, y le dio la espalda a ambas chicas durante unos segundos, rebuscando algo entre sus cosas. Tras unos segundos, pareció encontrar aquello que buscaba, y emitió unas risillas de satisfacción mientras volvía a dirigir la atención a las jóvenes. Ahora sujetaba una vara, alguna especie de báculo mágico por su fantástico diseño-. Ahora, no os mováis ni temáis nada... no os causaré ningún daño -musitó de forma sosegada, mientras sujetaba con la diestra la vara y apuntaba en dirección a las manos de Leks, que sostenían la piedra y la espada.
Ambos objetos comenzaron a levitar de pronto, separándose del agarre de la morena y flotando en el aire en un resplandor verdoso. Ambos objetos parecían danzar elegantemente en el aire, sin ningún cambio apreciable... hasta que de pronto la espada comenzó a descomponerse. Miia gritó, alarmada por la repentina fragmentación de la espada en trozos de diferentes formas, mas Aerith impuso su brazo libre para impedirle el movimiento. Instantes después, un fuerte resplandor cegó a los presentes, y cuando éste desapareció... en el suelo de la estancia se encontraba la espada en las mismas condiciones que al principio y un gran número de letras hechas del mismo color azulado desperdigadas por el suelo. Miia se arrodilló ante todo aquello, completamente estupefacta: había visto con sus propios ojos como la espada se descomponía y se convertía en todas aquellas letritas, mas parecía estar igual que al principio.
-¿Cómo has hecho eso...? -preguntó la peliazul, estupefacta.
-La letra no era más que una llave, y la espada era la puerta en el interior de la cual se encontraban todas las demás letras. Yo solo he metido la llave y he abierto la puerta -respondió con su característica voz tranquila y amable-. Ahora el saber que significan el resto de letras, que abren las demás llaves... es algo en lo que no os puedo ayudar.
-¡Pero...! -exclamó Miia, alzando la vista. En aquel lugar no había nadie, solo Leks y ella misma. Aerith había desaparecido-. ¿Pero cómo...? ¿Leks, tú has...? -pero no acabó de preguntar. Suspiró con una media sonrisa; Aerith era una experta en dejarte siempre con la miel en los labios.
Observó las letras desperdigadas sin ningún orden en concreto por el suelo: X, L, E, L, U, I, T, S, K, E. Se preguntaba que tendrían que hacer primero: resolver aquel rompecabezas o dirigirse al Castillo del Olvido a terminar con todo de una vez por todas. No obstante, si se dirigía al Castillo, no sabría que hacer ahí... tendría que hacer aquel extraño puzle. Pero no se le venía a la mente nada, ninguna palabra con aquellas letras. Se rascó la coronilla, pensativa.
-¿Se te ocurre algo, Leks...? -preguntó mirando a su compañera. No quería involucrarla demasiado en todo aquel entuerto, y por supuesto no la obligaría a ir con ella al Castillo del Olvido como lo había hecho al guiarla por todo aquel mundo. Pero, ya que estaba allí, podía ayudarla a completar el rompecabezas de las letras azules... ¿verdad?
Última edición por Miia el Miér Ago 04, 2010 8:49 am, editado 1 vez
Miia- Reina de la Oscuridad
-
Cantidad de envíos : 593
Edad : 29
Localización : NO PIENSO DECIRTE QUE ESTOY ESPIANDO A LOS CHICOS DEL VESTUARIO
Fecha de inscripción : 11/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
*Su mente estaba llena de dudas e ideas que no eran creíbles, ver a Aerith tan atenta examinando aquellos objetos sin prestar atención a las chicas presente le hacía imaginar lo que cualquier otra persona malvada podría hacerle, era tenebroso. –Hace mucho que no veía algo así…- fue lo que dijo la mayor antes de darles la espalda para ponerse a buscar lo que parecía ser un báculo mágico, tenía unos buenos detalles pero no era de su estilo. Cuando la chica de pelo castaño les dijo que no temieran, Leks se preocupo un poco al ver como apuntaba aquel báculo sus manos pero rápidamente se relajo al ver como aquel par de objetos comenzaron a levitar y se zafaron de su agarre. La chica no los perdió ni por un momento de su vista, se mantuvo parada firme en ese punto, incluso aun por el grito de su compañera al ver como la firme espada se descomponía no la desoriento, no. Aerith era una sabia con muchos secretos interesantes y un gran poder, era de admirar.
Unos momentos después, una luz dejo sin visibilidad a Leksi y cuando esta se aparto dejo ver la espada y múltiples letras en el suelo, las miro y no podía creerlo. Quería preguntar antes lo mismo que Miia, pero se quedo sin moverse y sin poder hablar, por lo visto había muchas cosas nuevas y mejores de lo que podía hacer, ahora era resolver aquel secreto detrás de las letras. La letra una llave y la espada la puerta, aquello le hizo recordar la Keyblade y no sabía el porqué estaba perdida en sus pensamientos sin poder reaccionar o entrar nuevamente al mundo, hasta que su compañera había subido su mirada y le dejo ver una expresión distinta, Leks miro a su lado donde debería estar la mayor pero no había nada que un espacio vacío. ¿Cómo lo hizo? Se preguntaba una y otra vez la chica hasta el momento en que una voz la ayudo a salir completamente*
¿Qué? … o cierto! *Dijo algo distraída pero enseguida se arrodillo junto a la otra picando su mirada en las letras azules. Respiro para calmarse y quitar toda tencion, tenia que estar normal y trallendo nuevamente una sonrisa en su rostro comenzó a jugar con las letras acomodándolas de varias formas para sacar algo*
La verdad no se que pueda decir… *Pero se dio cuenta que su idea era algo parecida a lo que paso, solo que la espada…seguía igual…extraño* Mira aquí dice LETI jeje o si lo ponemos de esta forma dice…USTE jaja o mira también puede ser KILT
*siguió jugando con las letras acomodándolas en cosas pequeñas, pero por alguna razón sentía que las conocía de un modo* Espera aquí dice… *en ese momento su expresión regreso a ser seria y con movimientos rápidos fue acomodando las letras hasta formar un par de palabras, un par que dejo helada a la chica* Leksi…Exult…
*No dijo más solo se quedo mirando las piedras con los ojos bien abiertos y una mirada de asombro. Podía seguir jugando con las letras pero no podría sacar algo más con cada una, siempre sobraban, pero si se usaban todas salía a la perfección el nombre y apellido de Leks, esto ya no era creíble*
(off: Miia pusiste N en vez de L porque diria Leksi Exunt xD)
Unos momentos después, una luz dejo sin visibilidad a Leksi y cuando esta se aparto dejo ver la espada y múltiples letras en el suelo, las miro y no podía creerlo. Quería preguntar antes lo mismo que Miia, pero se quedo sin moverse y sin poder hablar, por lo visto había muchas cosas nuevas y mejores de lo que podía hacer, ahora era resolver aquel secreto detrás de las letras. La letra una llave y la espada la puerta, aquello le hizo recordar la Keyblade y no sabía el porqué estaba perdida en sus pensamientos sin poder reaccionar o entrar nuevamente al mundo, hasta que su compañera había subido su mirada y le dejo ver una expresión distinta, Leks miro a su lado donde debería estar la mayor pero no había nada que un espacio vacío. ¿Cómo lo hizo? Se preguntaba una y otra vez la chica hasta el momento en que una voz la ayudo a salir completamente*
¿Qué? … o cierto! *Dijo algo distraída pero enseguida se arrodillo junto a la otra picando su mirada en las letras azules. Respiro para calmarse y quitar toda tencion, tenia que estar normal y trallendo nuevamente una sonrisa en su rostro comenzó a jugar con las letras acomodándolas de varias formas para sacar algo*
La verdad no se que pueda decir… *Pero se dio cuenta que su idea era algo parecida a lo que paso, solo que la espada…seguía igual…extraño* Mira aquí dice LETI jeje o si lo ponemos de esta forma dice…USTE jaja o mira también puede ser KILT
*siguió jugando con las letras acomodándolas en cosas pequeñas, pero por alguna razón sentía que las conocía de un modo* Espera aquí dice… *en ese momento su expresión regreso a ser seria y con movimientos rápidos fue acomodando las letras hasta formar un par de palabras, un par que dejo helada a la chica* Leksi…Exult…
*No dijo más solo se quedo mirando las piedras con los ojos bien abiertos y una mirada de asombro. Podía seguir jugando con las letras pero no podría sacar algo más con cada una, siempre sobraban, pero si se usaban todas salía a la perfección el nombre y apellido de Leks, esto ya no era creíble*
(off: Miia pusiste N en vez de L porque diria Leksi Exunt xD)
Leks- Administrador
-
Cantidad de envíos : 439
Edad : 30
Localización : Buscando mi destino
Fecha de inscripción : 04/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
- Spoiler:
- Ya he editado, Neksi Exult (?) xDDD
Miia miró de reojo como la distraída Leks se unía a ella en la búsqueda de alguna palabra con sentido entre aquella retahíla de letras. Leks esbozó una sonrisa y comenzó a formar palabras sin sentido, tales como LETI o KILT, lo cual provocó que Miia no pudiera evitar sonreír también, mientras buscaba la respuesta al rompecabezas. En más de una ocasión le salieron cosas como UKE, TISÚ o XELET, tampoco sin sentido alguno. Al poco tiempo de estar paseando letras de un lado a otro junto a su compañera, se comenzó a desesperar.
Estaba a punto de lanzar a un rincón todas las letras de un furioso manotazo cuando Leks murmuró algo: ¿"Espera aquí dice..."? Prácticamente todo lo que se encontraba en aquel momento en la mente de Miia, la rabia, la frustración y la desesperación, se esfumaron como si nunca hubieran florecido entre sus sentimientos. Observó ansiosa como Leks colocaba rápidamente cada una de las fichas, con curiosidad; era como si hubiera sabido desde el principio como debían ser colocadas. Hasta que...
-Leksi Exult... -murmuró casi al mismo tiempo que la propietaria de aquel nombre, tal vez una centésimas de segundo después. La cara de su amiga era, como no, la máscara de la sorpresa y la incredulidad personificadas-. ¿Qué significará...?
La letra era la llave, y la espada una puerta... Entonces, ¿el resto de letras también eran llaves? ¿Pero de qué? ¿Qué podrían abrir todas aquellas letras que formaban el nombre de su compañera? Alargó la mano para tratar de tocar aquella palabra formada por azuladas letras... y de pronto, éstas comenzaron a danzar en el aire como lo hubieran hecho bajo el hechizo de Aerith, mas ningún resplandor verde las hacía relucir. Alguna extraña fuerza las lanzó contra Miia, que no pudo reaccionar de otra forma que cerrando los ojos y cubriéndose la cara con los brazos.
No obstante, no sintió ningún tipo de daño, y cuando volvió a abrir los ojos y apartó los brazos... Notó como su largo cabello ya no le caía en cascada, sino que lo tenía recogido en dos coletas laterales. Pero no había una goma que los sujetase, sino una especie de artefactos con forma de rombo, de aspecto futurista y de color azulado como... Miia abrió los ojos ampliamente: las letras se habían unido como si de piezas de un puzle se trataran y se habían convertido en "gomas" para el pelo.
-La espada es la puerta... -murmuró lentamente, observando la azul espada, y seguidamente la cara de Leks-. Y la... las letras son la llave... -seguía susurrando, mirándose las manos, y echando un vistazo a ambas coletas. Le habían dicho a la peliazul que fuese al castillo del olvido, que reuniera las letras que contendrían el misterio para poder llegar... ¿La respuesta del misterio era Leks? ¿Ella era... la puerta, y Miia la llave?
-Leks -dijo al fin, con la mirada repleta de determinación, recogiendo la espada y tendiéndosela a su compañera guerrera-. ¿Lo entiendes, verdad? Eres la puerta, y yo la llave. Debemos trabajar juntas, o nunca lo conseguiremos... -musitó, pensativa-. ¡Vayamos juntas al Castillo del Olvido! -dijo, finalmente sonriendo, cerrando el puño a la altura de su mejilla, observando con determinación la salida del edificio. Comenzó a caminar hacia su nave gumi, esperando que Leks la siguiera.
Miia- Reina de la Oscuridad
-
Cantidad de envíos : 593
Edad : 29
Localización : NO PIENSO DECIRTE QUE ESTOY ESPIANDO A LOS CHICOS DEL VESTUARIO
Fecha de inscripción : 11/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
*¿Qué significará? Fue la misma pregunta que ella se había hecho, no podía pensar muy bien, estaba demasiado confundida y sorprendida como para pensar en la respuesta aunque en verdad esa era la única opción que en esos momentos tenia. En ese momento palmeo sus mejillas para hacer que su mente regresara de donde estuviera, en verdad no era para tanto, posiblemente una coincidencia y nada más.
Lo primero que hizo fue respirar hondo para calmar los nervios que actualmente la comenzaron a tensar, aunque…lo que dijo Aerith sobre que las letras eran la llave y la espada la puerta era lo que Miia ocupaba para su misión, algo en lo que le había ayudado y en lo que por cierto motivo que no comprendía, se había involucrado.
Paso a mirar nuevamente su nombre esperando que de alguna razón le dieran la respuesta pero no fue de ese modo. Estas comenzaron a volar por obra de magia y de golpe terminaron atadas como rombos en el cabello de su compañera. Asombrada se quedo mirando el nuevo peinado de la otra. Esto era un misterio más, esto era algo que no olvidaría y seguro le traería mayor experiencia en algo.
Escucho las palabras que decía Miia, era lo mismo que antes la Sabia dijo solo que esta vez volteaba a verla como si tuviera algo en mente. Cuando la llamo le miro fijamente pero de una manera decidida, como si hubiera leído sus pensamientos y sabía que tenía que acompañarla. Trabajo en equipo, no muy seguido era lo que hacía, la verdad muy pocas veces lo hizo. Volvió a respirar hondo y cuando le dijo que fueran juntas al Castillo del Olvido asintió con su cabeza, solo que…¿El Castillo del Olvido? Nunca antes había escuchado información de él pero al menos podría conocerlo en persona y tal vez a aquel heartless que lastimo a su amiga*
Vamos… *Fue lo único que dijo después de levantarse de su lugar e ir detrás de la peli azul, teniendo esbozada una amplia sonrisa que demostraba emoción al máximo*
(off: perdón si no puedo contestar muy seguido tengo algunos problemas)
Lo primero que hizo fue respirar hondo para calmar los nervios que actualmente la comenzaron a tensar, aunque…lo que dijo Aerith sobre que las letras eran la llave y la espada la puerta era lo que Miia ocupaba para su misión, algo en lo que le había ayudado y en lo que por cierto motivo que no comprendía, se había involucrado.
Paso a mirar nuevamente su nombre esperando que de alguna razón le dieran la respuesta pero no fue de ese modo. Estas comenzaron a volar por obra de magia y de golpe terminaron atadas como rombos en el cabello de su compañera. Asombrada se quedo mirando el nuevo peinado de la otra. Esto era un misterio más, esto era algo que no olvidaría y seguro le traería mayor experiencia en algo.
Escucho las palabras que decía Miia, era lo mismo que antes la Sabia dijo solo que esta vez volteaba a verla como si tuviera algo en mente. Cuando la llamo le miro fijamente pero de una manera decidida, como si hubiera leído sus pensamientos y sabía que tenía que acompañarla. Trabajo en equipo, no muy seguido era lo que hacía, la verdad muy pocas veces lo hizo. Volvió a respirar hondo y cuando le dijo que fueran juntas al Castillo del Olvido asintió con su cabeza, solo que…¿El Castillo del Olvido? Nunca antes había escuchado información de él pero al menos podría conocerlo en persona y tal vez a aquel heartless que lastimo a su amiga*
Vamos… *Fue lo único que dijo después de levantarse de su lugar e ir detrás de la peli azul, teniendo esbozada una amplia sonrisa que demostraba emoción al máximo*
(off: perdón si no puedo contestar muy seguido tengo algunos problemas)
Leks- Administrador
-
Cantidad de envíos : 439
Edad : 30
Localización : Buscando mi destino
Fecha de inscripción : 04/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
- Spoiler:
- Una vez más, siento mucho la larguíiiiiisima espera u_u No sé como ha podido pasar, pero nunca llegué a ver tu post...
Miia sonrió al escuchar la voz de Leks que le confirmaba que iba a acompañarla en aquella nueva aventura apenas dados unos pasos, y se detuvo para corresponder a la amplia sonrisa de su compañera y continuar caminando, esta vez ambas al mismo paso.
Durante el paseo, caviló continuamente sobre lo ocurrido y se imaginó miles de posibilidades para sus nuevas aventuras. ¿Qué nuevas aventuras le esperarían, con una nueva compañera de su lado? ¿Encontraría nuevos tipos de sincorazón? ¿Serían poderosos o débiles, grandes y poderosos o pequeños pero rápidos? Y lo más importante... ¿qué tipo de trampas le habrá preparado aquel sincorazón con forma humana? ¿Cómo sería el desenlace de aquel "misterio" después de tanto tiempo tratando de desvelarlo? Y... ¿aparecería el enigmático chico en persona? Frunció el ceño, deteniéndose durante un instante. Algo en su interior se removía cuando pensaba en el sincorazón, le revolvía el estómago y le impedía concentrarse.
-No... no es nada -trató de anticiparse, por si Leks preguntaba, y continuó andando dirigiéndole una sonrisa forzada. ¿Tenía miedo? No... No era miedo lo que sentía, ni aún cuando se trataba de aquel que tiempo atrás la había destrozado por completo a ella y a sus dos compañeros de aventuras. Era un sentimiento muy distinto, que no alcanzaba a describir... ¿Odio? Pero realmente no sentía verdaderas ganas de eliminarle, aun después de todo lo que había hecho. Seguía sin identificar la emoción-. Mmm... Mi nave está justo aquí... ¿Vienes conmigo o prefieres ir a buscar la tuya? -preguntó tratando de simular naturalidad, todavía con la débil sonrisa forzada-. Estoy... nerviosa. Y no sé ni porque. Y no es solo nerviosismo; nunca me había sentido de esta manera... Es tan confuso... -confesó de pronto, agachando la cabeza, avergonzada.
Se acarició el pelo comenzando desde las puntas de cada coleta, subiendo lentamente hasta llegar a rozar aquellos curiosos coleteros de extraño metal azulado. Cerró las manos entorno a los artefactos, mordiéndose el labio inferior. Era la primera vez que se sentía de aquella manera, pero no era ni mucho menos su primera misión peligrosa, ni su primer enemigo de considerable poder, y posiblemente, tampoco serían ninguna de ambas cosas las más duras a las que se habría enfrentado. Ni cuando se enfrentó al asesino de su hermano se había encontrado tan mal. Cerró los ojos, aumentando la intensidad de su agarre.
De pronto, sintió como un repentino vigor penetraba por las palmas de sus manos y avanzaba atravesando los brazos hasta el pecho, y desde allí se extendía por todos los rincones de su cuerpo hasta llenarla por completo. Sintió algo extraño, como si una presencia conocida la abrazara y le diera fuerza. Suspiró, repentinamente serena y restablecida, y bajó los brazos, contemplando una vez más las palmas de sus manos.
-¿Quién...? -murmuró, mas no terminó la frase y sonrió apaciblemente-. Siento la espera... ¡Miia vuelve con más fuerzas que nunca! -exclamó flexionando sus brazos en una pose "heroica", esbozando una gran sonrisa. El extraño sentimiento que le carcomía el cerebro se había desvanecido... y ahora solo le invadía la calma, y al mismo tiempo, la alegría y la emoción. De algún modo, sentía que aquellas sensaciones no eran precisamente suyas, pero no había tiempo para profundizar en el asunto. De pronto, bajó los brazos hasta dejarlos colgando a cada lado de su cuerpo, y adoptó una expresión confusa-. Eeeh... Solo por curiosidad... Ejeje... ¿Tú sabes dónde está, o qué es, ese Castillo del Olvido? -sonrió tontamente, sacando la lengua y rascándose la cabeza en una pose avergonzada.
Miia- Reina de la Oscuridad
-
Cantidad de envíos : 593
Edad : 29
Localización : NO PIENSO DECIRTE QUE ESTOY ESPIANDO A LOS CHICOS DEL VESTUARIO
Fecha de inscripción : 11/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
- Spoiler:
- Off: Perdón nuevamente por ausentarme, pero ya esta.
*Claramente, Leksi tenia sus dudas, era extraño que pasara ese tipo de cosas con ella, no se lo creía, pero por alguna razón no le molestaba, era interesante y excitante en cierto modo. Caminaba unos pasos detrás de Miia observándola, se alegraba poder ayudarle y de ese modo poderle regresarle el favor que poco tiempo atrás ella hizo, de haberle dejado a Amilinne. Sonrió al pensar en como era Miia pero verla forzando una sonrisa no se le hacia algo tan fuerte de su parte, pero decidió dejarlo pasar y sonreirle de igual modo*
Espero que no te moleste que quiera ir contigo, jeje, siento que es mas seguro ya que suelo perderme con mucha facilidad y de ese modo no nos arriesgamos a que una llegue antes que la otra jeje
*Le dijo notando su actitud, en serio creía que podría convencerla de que se encontraba bien? Pero solo la escucho, estaban igual, los nervios no las dejaban concentrarse y eso no estaba bien. Comenzó a jugar con los dedos de sus manos mientras miraba de reojo la espalda que se encontraba guardada es el viejo estuche de su antiguo compañero.
Unos momentos después, escucho que algo dijo la chica y causo intriga en Leks, la miro y sintió que algo había cambiado, pero con solo verla en esa pose "Heroica" le causo que soltara una fuerte carcajada, era como si volviera a ser la misma chica de antes y eso le llenaba aun más de espíritu y ganas de continuar pero...*
Etto...el Castillo del Olvido?...ejeje...no... *Gran problema que se les había puesto encima, aunque si eran la puerta y la llave de seguro algo las conduciría a ese lugar, bueno, si es que existía de verdad*
Pero no importa, seguro que un agujero negro nos tragara y nos dejara frente a ese castillo jajaja * decía confiada, de ese modo había terminado en varios lugares* Solo tenemos que creer en que llegaremos, te lo aseguro
*Y después de decir aquello le extendió la mano con una amplia sonrisa esperando conseguir una respuesta asertiva de su parte, aunque eso ya estaba asegurado*
Leks- Administrador
-
Cantidad de envíos : 439
Edad : 30
Localización : Buscando mi destino
Fecha de inscripción : 04/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
Se unió a Leks cuando ésta se rió de su vergonzosa pose supuestamente propia de un heroe, mas no le molestó un ápice porque precisamente lo había hecho para que ambas nerviosas aventureras pudieran dejar a un lado las tensiones y pensar en algo más feliz. Asintió durante aquel intervalo de tiempo y le aseguró que no le importaba que fuera con ella; de hecho, era lo que ella deseaba. Sin embargo, tras aquellos segundos de risa y alegría vino el hecho de que ninguna de las dos conocía la posición del Castillo del Olvido en la extensa galaxia.
La confianza ciega de Leksi sorprendió a la peliazul. ¿Dejar que un agujero negro se las tragara las llevaría directar al Castillo del Olvido? ¿Solamente necesitan creer en ello... para que ocurriese? Dudó, mordiéndose el labio inferior. Ella siempre había evitado caer en aquellos agujeros, temerosa de que la enviaran tan lejos que jamás pudiera encontrar el camino de vuelta... o que simplemente la presión succionadora destruyera la nave. Lo encontraba excesivamente peligroso. Pero tal vez la razón de que le faltara tanto por conocer se debiera a su excesiva prudencia. Observó la mano de Leksi. Si a ella le había funcionado...
-Leksi, tú... Tú has confiado en mí, a pesar de que todo lo que haya pasado hasta ahora parezca un cuento de hadas, algo absurdo que me puedo haber imaginado -susurró seriamente, todavía con la mirada fija en la mano que le tendía la de cabellos azabache-. Has confiado en mí en todo momento, incluso cuando el ir a ese Castillo pueda suponer tanto mi destrucción como la tuya propia. No sabemos lo que nos encontraremos... y aún así confías en mi criterio, lo que podrían ser nada más que conjeturas. Tal vez... Tal vez ese castillo ni exista. Pero quieres acompañarme, y ayudarme -los ojos se le humedecieron, dándose cuenta de lo que suponía todo aquello por primera vez. Alzó la mirada, a pesar de estar vergonzosamente llorosa de nueva, y le dedicó la más brillante y sincera de sus sonrisas a Leksi-. ¡¿Cómo he podido dudar un solo segundo de ti?! -se recriminó e, ignorando completamente la mano de la joven, la cazó en un furtivo abrazo de agradecimiento-. Muchas gracias... Por hacer todo esto, que a ti no te beneficia en nada. Por confiar en esta loca. Por ser tú -tal vez se estaba excediendo en sentimentalismo, pero en aquel momento no le importaba. Lo que fuera que controlara todo lo que ocurría en aquel loco universo no podría haber escogido a una mejor persona para que fuera la puerta que abriera con su llave.
Se enjugó las lágrimas y se separó de ella, con la acuosa mirada repleta de resuloción y ansias por completar aquella nueva aventura. Retiró el camuflaje de su nave e hizo que se abriera una pequeña parte del casco, de la que emergió una pasarela metálica que avanzó hasta rozar el empedrado de la plaza. Miia avanzó unos pocos pasos hasta colocarse justo al comienzo de la pasarela y se giró en dirección a Leks, todavía sonriente. Esta vez fue ella la que le tendió la mano, como ofreciéndole ayuda para subir, para ayudarle a dar el último el empujón para dar comienzo a aquella misión. Sin embargo, pensaba la peliazul con una sonrisa, sabía perfectamente que aceptaría sin necesidad de ningún tipo de ayuda y empujón.
-¡Vamos! -exclamó, emocionada, como si aquella se tratara de la primera aventura que emprendía-. ¡Resolvamos este misterio, cumplamos esta misión que nos ha encomendado el destino! Y hagámoslo juntas, como buenas puerta y llave. Como buenas amigas -concluyó, mirando con intensidad con sus verdes ojos a los igualmente esmeraldados orbes de su compañera. Casi se podía ver el fuego arder en sus pupilas, un fuego hambriento de aventura.
La confianza ciega de Leksi sorprendió a la peliazul. ¿Dejar que un agujero negro se las tragara las llevaría directar al Castillo del Olvido? ¿Solamente necesitan creer en ello... para que ocurriese? Dudó, mordiéndose el labio inferior. Ella siempre había evitado caer en aquellos agujeros, temerosa de que la enviaran tan lejos que jamás pudiera encontrar el camino de vuelta... o que simplemente la presión succionadora destruyera la nave. Lo encontraba excesivamente peligroso. Pero tal vez la razón de que le faltara tanto por conocer se debiera a su excesiva prudencia. Observó la mano de Leksi. Si a ella le había funcionado...
-Leksi, tú... Tú has confiado en mí, a pesar de que todo lo que haya pasado hasta ahora parezca un cuento de hadas, algo absurdo que me puedo haber imaginado -susurró seriamente, todavía con la mirada fija en la mano que le tendía la de cabellos azabache-. Has confiado en mí en todo momento, incluso cuando el ir a ese Castillo pueda suponer tanto mi destrucción como la tuya propia. No sabemos lo que nos encontraremos... y aún así confías en mi criterio, lo que podrían ser nada más que conjeturas. Tal vez... Tal vez ese castillo ni exista. Pero quieres acompañarme, y ayudarme -los ojos se le humedecieron, dándose cuenta de lo que suponía todo aquello por primera vez. Alzó la mirada, a pesar de estar vergonzosamente llorosa de nueva, y le dedicó la más brillante y sincera de sus sonrisas a Leksi-. ¡¿Cómo he podido dudar un solo segundo de ti?! -se recriminó e, ignorando completamente la mano de la joven, la cazó en un furtivo abrazo de agradecimiento-. Muchas gracias... Por hacer todo esto, que a ti no te beneficia en nada. Por confiar en esta loca. Por ser tú -tal vez se estaba excediendo en sentimentalismo, pero en aquel momento no le importaba. Lo que fuera que controlara todo lo que ocurría en aquel loco universo no podría haber escogido a una mejor persona para que fuera la puerta que abriera con su llave.
Se enjugó las lágrimas y se separó de ella, con la acuosa mirada repleta de resuloción y ansias por completar aquella nueva aventura. Retiró el camuflaje de su nave e hizo que se abriera una pequeña parte del casco, de la que emergió una pasarela metálica que avanzó hasta rozar el empedrado de la plaza. Miia avanzó unos pocos pasos hasta colocarse justo al comienzo de la pasarela y se giró en dirección a Leks, todavía sonriente. Esta vez fue ella la que le tendió la mano, como ofreciéndole ayuda para subir, para ayudarle a dar el último el empujón para dar comienzo a aquella misión. Sin embargo, pensaba la peliazul con una sonrisa, sabía perfectamente que aceptaría sin necesidad de ningún tipo de ayuda y empujón.
-¡Vamos! -exclamó, emocionada, como si aquella se tratara de la primera aventura que emprendía-. ¡Resolvamos este misterio, cumplamos esta misión que nos ha encomendado el destino! Y hagámoslo juntas, como buenas puerta y llave. Como buenas amigas -concluyó, mirando con intensidad con sus verdes ojos a los igualmente esmeraldados orbes de su compañera. Casi se podía ver el fuego arder en sus pupilas, un fuego hambriento de aventura.
- Spoiler:
- Espero que... no haya sonado lésbico... xDD
Miia- Reina de la Oscuridad
-
Cantidad de envíos : 593
Edad : 29
Localización : NO PIENSO DECIRTE QUE ESTOY ESPIANDO A LOS CHICOS DEL VESTUARIO
Fecha de inscripción : 11/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Re: [Privado] Buscando respuestas
*Había logrado notar un poco de duda en la peliazul cuando le propuso entrar en un agujero negro para ver si llegaban al tal mencionado Castillo del Olvido. Leksi no dudaba en descubrir nuevas cosas, además de que su curiosidad siempre le ganaba y terminaba por hacer de todo, en esta ocasión ya tenía el razonamiento de como seria entrar por uno de los agujeros negros.
Unos momentos después escucho su nombre salir de los labios de su compañera. Mientras que comenzaba a hablar mantuvo su mano en alto esperando respuesta, no la bajaría, mucho menos a una amiga. Lo que Miia creía respecto a la morena podría estar muy distante, cuentos de hadas? Ja como si fuera posible, existían cosas más extrañas en cada mundo que visitaba. El cuento que la chica antes le conto sonoba con algo de peligro y ciertamente se estaba arriesgando, pero era bastante intrigante que pasara después en el nudo de la historia.
Abrió sus ojos sorprendida al ver a Miia llorar, era fuerte pero con su toque sentimental, le parecía muy tierna. Instantes después sintió un leve empujón con el cuerpo de la otra, se había aferrado en un abrazo, ella claramente contesto a tan lindo acto con una sonrisa moderada en su rostro. Cuando se separó le miro entusiasmada, aceptando rápidamente su mano y diciendo con mucha fuerza* -Vamos al Castillo del Olvido!!!- *Varias personas las podrían considerar como locas por el siempre hecho de estar gritando de esa manera pero no podrían comprender la gran emoción que tenían por seguir adelante*
-Te aseguro Miia, que tu cuento de hadas tendrá un buen final- *Le dijo mientras subía a la nave de su compañera* -Y me alegra ser parte de tu historia- *Se dio un golpe en el pecho mirándole con esa misma intensidad de aventura* -No permitiré que nada malo te pase, es una promesa- *Se sentía con toda la confianza del mundo, estaba decidida a no dejarse tumbar por el enemigos, ademas, tenia una fiel acompañante a su lado ademas de Miia*
Unos momentos después escucho su nombre salir de los labios de su compañera. Mientras que comenzaba a hablar mantuvo su mano en alto esperando respuesta, no la bajaría, mucho menos a una amiga. Lo que Miia creía respecto a la morena podría estar muy distante, cuentos de hadas? Ja como si fuera posible, existían cosas más extrañas en cada mundo que visitaba. El cuento que la chica antes le conto sonoba con algo de peligro y ciertamente se estaba arriesgando, pero era bastante intrigante que pasara después en el nudo de la historia.
Abrió sus ojos sorprendida al ver a Miia llorar, era fuerte pero con su toque sentimental, le parecía muy tierna. Instantes después sintió un leve empujón con el cuerpo de la otra, se había aferrado en un abrazo, ella claramente contesto a tan lindo acto con una sonrisa moderada en su rostro. Cuando se separó le miro entusiasmada, aceptando rápidamente su mano y diciendo con mucha fuerza* -Vamos al Castillo del Olvido!!!- *Varias personas las podrían considerar como locas por el siempre hecho de estar gritando de esa manera pero no podrían comprender la gran emoción que tenían por seguir adelante*
-Te aseguro Miia, que tu cuento de hadas tendrá un buen final- *Le dijo mientras subía a la nave de su compañera* -Y me alegra ser parte de tu historia- *Se dio un golpe en el pecho mirándole con esa misma intensidad de aventura* -No permitiré que nada malo te pase, es una promesa- *Se sentía con toda la confianza del mundo, estaba decidida a no dejarse tumbar por el enemigos, ademas, tenia una fiel acompañante a su lado ademas de Miia*
Leks- Administrador
-
Cantidad de envíos : 439
Edad : 30
Localización : Buscando mi destino
Fecha de inscripción : 04/08/2009
Hoja de personaje
Platines: 100
Inventario:
Temas similares
» [Privado] Y ahora... ¿qué?
» [privado] Encuentro
» Buscando...
» Greiv vs Tsubasa [privado]
» El juicio de la traidora [Privado]
» [privado] Encuentro
» Buscando...
» Greiv vs Tsubasa [privado]
» El juicio de la traidora [Privado]
Organization XIII Rol :: Crónicas :: Versión 2.0 :: Threads :: Ciudad de Paso
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Sáb Sep 04, 2021 2:06 am por Greiv
» Cierre del foro u abandono indefinido.
Jue Mar 12, 2015 1:44 am por Greiv
» El mayor Rival
Miér Sep 18, 2013 5:59 am por Miia
» Otaku Revolution Barcelona 2013
Miér Ago 21, 2013 4:07 am por otakurevolution2013
» Hola soy Joel
Dom Abr 07, 2013 1:09 am por Greiv
» Petición de Elementos
Jue Mar 14, 2013 8:41 am por Renvax
» [Mini-Rol] Pokémon: Forjadores del Destino
Miér Mar 13, 2013 7:44 am por Gilleux
» La triste vida de el gaijin tenebroso Nicaxol
Vie Feb 22, 2013 12:20 am por naicol
» Peticion de elemento
Jue Feb 21, 2013 8:12 pm por naicol