Llegada Ethan, Raizzen, Anju

La nave familiar de los Mayn aterrizó a las afueras del castillo. No era muy suntuosa, pero era bastante espaciosa y lo mejor, era discreta.


Ethan no perdió de vista en todo el viaje a Anju. En el viaje había escondido el reloj de tal manera que no pudiera cogerlo.

- Te diré lo siguiente; voy a soltarte. Si intentas algo va a ser peor para tí. Puedes quedarte en este mundo si quieres, nosotros tenemos cosas que hacer. Si quieres buscaré un hombre para que no estés sóla. A la menor tentativa de luchar contra nosotros, no olvides que no sólo tenemos la foto de tu padre si no tu extraño reloj. Sí, ya sé que es un arma, lo he estado estudiando. Raizzen, cuando la bajemos, deberíamos poner la nave en otro sitio. ¿Quieres dejarla tú en otro lado para que ella no pueda encontrarla, o lo hago yo?

Desató a Anju las piernas, pero le ató las manos, de momento. Serían más vulnerables si tenían alguien que pudiera rebelarse, y no podían permitírselo.

Por un momento, pensó en si Fátima estaría en este mundo, y lo que fue peor, pensó en que podía abandonar esta misión, podía abandonar a Raizzen y a Anju y con la nave, buscarla. Probablemente estaría sóla e indefensa... Y quizá alguien le hubiera puesto las manos encima. Esto le hizo ablandarse el corazón, de forma que Anju lo vio por primera vez melancólico y observándole con una mirada familiar, de compasión incluso.

No ofreció resistencia pero en todo momento parecía ausente. Evitaba en todo momento mirar sus caras. Cuando estuvo desatada de la silla, le dijo:

- ¿Podeis explicarme porqué me habeis traido con vosotros, alejándome así de mi hogar? ¿Podeis explicarme que ganabais con eso? Y además...Ese reloj es mio, y es mi única arma. En caso de que metiese en problemas, es lo único que podría ayudarme a salvarme. ¿Tan poco os importa los demas como para daros igual que me maten aquí mismo? Sonrió -Y además...En el taller no me dejasteis hablar todo lo que deberíais saber sobre mis naves....¿Teniais prisa por salir pitando del Distrito 1?

La nave gumi aterrizó algo bruscamente a las afueras del palacio, no sabía exactamente que se encontraría aqui Raizzen, solo esperaa que Ethan tubiese notablemente mas información sobre el lugar que él. Trás aterrizar Ethan pregunto que quién iría a esconder la nave

- Ve tu mejor Ethan, yo ya he tenido suficiente nave por hoy - Dijo el caballero algo desganado- yo me ocupare mientras de ella- decía mientras una sonrisa perversa apareció en su rostro apareció. Raizzen vio uqe la chica seguía hablando- Pues te los sacare en la media hora que tardara.. conozco interrogatorios mucho más eficaces que los convencionales - Dijo mientras su mano acariciaba su mejillas hasta llegar al mentos y de ahi bajar con su cuello, y retirar la mano justo cuando iba a llegar al escote

Con aquel extraño gesto de caricia de aquel joven, Anju solo lo empujó aún con las manos atadas, y se alejó de él, levantándose rápidamente de la silla. Luego miró a Ethan suplicándole con la mirada.

- No me dejes con él...Por favor...

][espero a que Ethan se valla para encontrarme con él, que cree otro post][

- Está bien, cogeré la nave. Anju, más vale que la nave esté bien y pueda encontrarla luego. Raizzen...

Miró hacia Raizzen en gesto amenazante, un "está bien, no soy el que manda y puedes quedarte. Pero toca a la chica más de lo necesario o sacia tus vicios con ella y te apalearé como a un perro".

- Raizzen, esta vez hazlo a mi manera. Si no funciona, que ella se atenga a las consecuencias.

Ethan sabía lo peligroso de la situación, meterse en una nave que no era la suya y que quizá tuviera alguna avería o mecanismo secreto, pero no quedaba otra que arriesgarse.

- Nos vemos en menos de media hora...

bien ahora estamos a sola -Raizzen empezó a acercarse a Anju quedandose a un metros de ella - Hay dos modos de hacer esto, la buena y la mala, depedne de como respondas eligire un modo u otro.... ¿La nave tiene algun problema o mecanismo oculto?-Raizzen cambio su faz colocandose de un modo serio y amenazador- Y mide tus palabras

*La nave se tambaleava mientas Ethan la probaba; desde la cñupula ovalada podía ver lo que parecía su paladín oscuro... Frente a una muchacha pareciendo actuar de forma malvada....

Sin denotar impaciencia, pudiendo teletransportarse ipso-facto atrás del Du´order se quedó sentada como una marquesa, apoyando ámbas manos en el palantir de su báculo... Antes e bajar de la nave, tenía algo que decirle a Ethan.

-No debes temerme, al fin y al cabo la servidumbre de tu familia no fue por el temor que les infundía, sino en el apoyo que ellos daban a mis ideales. Cambiando a un tema más importante...¿Cómo ves al paladín oscuro? ¿Es el que estábamos esperando?-

Una voz relajada salía de sus mecidos labios color carmín mientras hablaba. El vaivén de sus labios eran hipnotizanbtes y algo tranquilizadores, aunque algo de su voz te mantenía despierto porque siempre sentías al hablar con la bruja como si te pusieran el filo de una fría daga en tu costado... Helando la sangre.

A la vera de la bruja surjió un portal oscuro, del cual emergió Kerloxsand, con su máscara ya puesta y con Sepultura y Requiem ya desenvainadas.

-¿Cómo va todo por aquí? Llego a tiempo para el asalto, ¿verdad?

Kerloxsand se llevó Requiem a la cara y lamió el filo.

-No quisiera perderme este momento: Sepultura y Requiem llevan demasiado tiempo secas, sin sentir la sangre corriendo por ella... Pero qué te voy a contar a tí, Reina del Mal. Kolkolkol.

Anju supo que era seguro que aquel chico le haría daño, o incluso, que podría inventarse cualquier pretexto para agredirla. Optó por contar solo una parte, la única que por ahora les podría afectar a ellos.

- Veras...El navegador, los controles, incluso la batería estan..."atadas" a un sistema informático. Cada 3 días hay que cambiar la clave introduciendo la contraseña. Pero incluso esta...es imposible que vosotros podais introducirla...

Continuaba alejándose de él hasta estar pegada a la pared.

[OFF ROL: oky rai, perdon por el fallo xDD]

Raizzen le dio un golpe en la mejilla con el reverso de la mano a la mecanica, ella le estaba poniendo de los nervios.

-En vez de decir es imposible que la podamos introducir, dí como introducirla... o como desactivarla... hasta entonces tu no eres libre pequeña... - Fue lo que dijo dando un paso mas hacia la chica

OFF ROL:

Anju, situate, estamos fuera, el fue con la nave para esconderla XD

Ethan bajaba la nave a un lugar del bosque cercano a palacio pero fuera de la vista de Anju, para activar el camuflaje y que no fuera visible para ella. Maléfica le estaba diciendo algo acerca de que no debía temerle, aunque su voz estaba muy lejos de ser tranqulizadora. Y era cierto, conforme Maléfica iba hablando, Ethan, aunque no podía sentir más respeto por ella, dejó de temerla paulatinamente.

Cuando iba a responder sobre el caballero oscuro, apareció un ser con dos espadas y una máscara. Ethan frunció el ceño. Hablaba de un asalto a un castillo o así, he izo un gesto que sólo había visto hacer a los bárbaros bereberes; lamer la espada. En su sentimiento del honor, no consideraba que luchar oculto fuera algo loable, pero supo que no debía meterse en lo que no le importaba. Decidió ignorarlo por el momento, aunque le dedicó una mirada de asentimiento para que él supiera que Ethan no quería ser maleducado, y prosiguió:

- En mi opinión, no es del todo "un caballero". Tiende más al engaño y a las trampas, pero su corazón sin duda pertenece al mal. No es un mal compañero de aventuras, no obstante. Es poderoso... y parece decidido a serlo aún más.

"Y me pregunto hasta cuánto más", se dijo Ethan, pensativo.

La nave aterrizó y el sistema de camuflaje fue activado. Sólo tenían que darle la vuelta al muro para llegar hasta donde estaban los demás.

Se llevó las manos atadas a la cara tras recibir el golpe, el cual no se esperaba.

Se arrodilló en el suelo inconscientemente buscando protección, y miró a Raizzen tratando de aguantar sus lágrimas.

- ¿Libre?...¿Como quieres que sea libre si esa nave y yo somos una? ¿Como quieres que sea libre si me habeis arrancado de mi hogar y separado de lo poco que tenia? Tu no sabes nada....

*La bruja habiendo tomado tierra sí desapareció en una explosión de oscuridad. Sin duda era tan señorial que prefería que le vienen teletransportarse a que el vieran hacer gestos tan mundanos como levantarse y agacharse... apareció depié, con las manos extendidas y los picos de su túnica postrando el funesto semblante que le caracterizaba.

-Bien...* Dijo bajando los brazos y girando la cabeza 90º hacia el extremo del muro para luego girar su torso y comenzar a Caminar dejando al Tekei atrás, apoyándose en cada paso con su bastón-palantir...Esperemos que sea merecedor de la llave espada de la oscuridad- Sencillas palabras habían desentramado tantos años de planes y sufrimeintos y Ethan es al primero que no fuese su cuervo que le había concedido el honor de saber de sus intenciones.

Entonces vió a Kerloxand en el momento que relamió su daga... Cosa que pese a haber querido pactar en el contrato de no hacer, parecía muy entusiasmado por ello, luchar. Escuchó el recital sobre sus dagas, y cuánto tiempo hacía que no probaban sangre... Pero los Sincorazones no tenían sangre... Ni sentían dolor más allá de lo exagerado... Vivían, luchaban y morían ya fuera una causa mayor o una menor, su existencia se resumía a ésas tres tristes palabras. ella los veía como un medio para conseguir sus más oscuros objetivos...

Girando la testa vio un hombre con ropajes galantes abofeteando a una mujer. y musitó en su cabeza -Ése debe ser...- comenzando a andar hacia él de forma pasiva

Raizzen la cogio por las cuerdas y la levanto, colocandola a la altura de sus ojos, entonces su fría mirada la atravesó, hasta tal punto que parecía a traves de ella.

-Libre o muerta, esa es tu elección...- El caballero golpeo, no muy fuerte, a la chica contra un arbol cercano, haceindo uqe chocase de espaldas- ¿Esto te ayuda a aclararte?

Entonces una fría presencia fue notada a sus espaldas, Raizzen dejo caer a Anju delante e el y se dio media vuelta mientras desenvainaba rapidamente su espadon, colocado para sacarlo tirando hacia abajo, en vez de hacia arriba como era convencional. Él se paro de pronto al ver que la figura que se alzaba ante ella era la bruja que le había encargado aquella misión. Raizzen envaino la espada e hizo una leve reverencia.

-No esperaba encontraros aquí, ¿Ya esta la siguiente misión preparada? -Dijo el caballero consciente de la diferencia de trato que tenía que tener con ella, pero tampoco pasandose de respetuoso.

Anju sufrió su fria mirada y el golpe contra el árbol. Sintió la presencia de alguien mas, y luego Raizzen la dejó caer. Levantó la vista y vió a una extraña mujer, que desde luego, daba miedo.

No obstante, se sentó mientras se miraba las manos y dijo a Raizzen.

- Eres mas idiota de lo que rato antes pensaba de tí.

Dijo seriamente, y lo miró. Su mirada habia cambiado. Ya no parecía importarle que le pasara.

- No entiendes porque no quieres entender que es lo que ocurre. Dices que solo me queda ser libre o morir. Pero en verdad, eres tu quien se quedará esclavo si yo muero.

Anju se levantó y caminó hacia él sin importarle ya que pudiera pasarle, decidiendo así encarar a su enemigo.

- No quieres entender que esa nave necesita de mis brazos, de mi ojos, de ese extraño reloj que me habeis robado, e incluso de mi sangre cada 3 días. La contraseña ha de ser cambiada, no sin antes introducir los cuatro sacrificios Mayn. Esa nave, necesita de mi para funcionar cada 3 días o explotará....-Anju sonrió- ¿Crees realmente que intento perjudicarte o que intento ayudarte porque en el fondo me da pena que explotes en mil pedazos?

Spoiler:

*Maléfica se dignó a clavar sus iris en los de Raizzen que, sin hacerle mucho caso a ésa mujer atada atenfía fielmente a sus palabras...

-Pues verás chico, la próxima misión no tiene nada que ver con tu ascenso a paladín oscuro, sin embargo será un precalentamiento extraordinario- Escuchó entonces "Pero en verdad, eres tu quien se quedará esclavo si yo muero." y éso le provocó un deseo irrefrenable de contestarle.

-Verás, si tú mueres no se quedarán en éste mundo para siempre, Tú sí.- No le miró a los ojos, solo permanecían sobre los de Raizzen al que ahora le dedicaría el objetivo de la misión.

-El Tekei te ayudará; debes conquistar éste castillo para que sea sede de nuestros planes.-

Esperó aún mirándole a los ojos una respuesta, imponiendo.

Raizzen ignoró el comentario de la chica, pues sabía que si algo pasaba en la nave podría transportarse a donde el quisiera en cuestión de fracciones de segundo, pero Malefica segun parecía no queria interrupciones por parte de una chica sin importancia como ella. Tras responderle se dirigió a mi.

-El Tekei te ayudará; debes conquistar éste castillo para que sea sede de nuestros planes.- el caballero mantenía la fría mirada de la hechicera, meditando cada una de las palabras que ella decía, ¿Asaltar un castillo? Sinceramente, no me habia esperado eso.

-Deacuerdo, solo un pequeño detalle. ¿Que clase de habitantes hay en el castillo? No quiero que nada me pille desprevenido

Sus palabras se las llevó el viento, y aquella extraña mujer la ponia nerviosa. Algo le decía que debía huir de alli. Se sentia mal, con miedo, solo sabía que debía salir de aquel lugar. Así que aprovechando que Raizzen no la prestaba atención, comenzó a correr lo mas rápido que pudo.

Raizzen escuchó los pasos a sus espalda y una tenebrosa sonrisa apareció en su rostro, iba a utilizar su tecnica de teletransporte por primera vez en mucho tiempo. - Con permiso, Malefica... - Entonces desaparecio dejando una extraña nube de humo en su antigua localización, y apareciendo de la sombra de un arbol justamente enfrente de la mecanica Anju, sujetandola nada mas aparecer por el cuello a la sorprendida mecanica y llevandola hasta donde estaban antes. Tras llegar a donde estaban, ella con las manos atadas, la lanzo para arriba y la dejo colgada de una alta rama de un arbol- Quedate ahi y no te muevas...

*Maléfica agitó la mano zurda en señal de permiso. Esperaba a que el Tekei diera señales de vida. Su cuervo en ése momento se dió a notar apoyándose en la esfera verde de su palantir... Cuándo Raizzen parecía estar menos ocupado, aclaró su voz y le dijo con tono frío.

-Pues hay... todo tipo de sirvientes hechos objetos domésticos.- No esperaba que lo comprendiera, pero era así.- También hay... Una bestia; un ser peludo, robusto y grande que sin duda es el que más hay que tener en cuenta... pero es fácil de seducir en la oscuridad... Su mentalidad está siempre confusa.-

Terminó alegando para dar media vuelta a su rostro en busca del Tekei... No le gustaba explicar las cosas dos veces.

Kerloxsand, durante todo aquel espectáculo, se había mantenido observando entre los matorrales. Hacía tiempo que había aprendido a observar antes de hacerse visible.

Sin embargo, no pudo evitar aplaudir jocosamente que el tal Raizzen hubiese colgado a la chica del árbol.

-¡Jajá! Sí señor, esto me gusta.

Caminó hasta situarse al lado de Maléfica. Intentó acariciar al cuervo, pero este graznó e intentó picotearle el dedo, el cual retiró inmediantamente.

-Maléfica, creo que olvidas a alguien más importante en el castillo: la princesa -enseguida se percató de su mala educación-... ¡Oh, deja que me presente, chaval! -hizo una burda imitación de reverencia hacia Razzien-: Kerloxsand. Diría que estoy encantado... pero no. ¡Jajajá!

Ethan contempló la situación pensativo. Bueno, la chica se lo había buscado. No sólo había provocado a Raizzen si no que había tratado de engañarles y los había insultado. Luego más tarde hablaría con ella... Podría utilizar la clásica estrategia del "Alejandro Magno".

Bueno, todo a su tiempo. Ethan miró a Raizzen y le explicó:

- Debemos asaltar este castillo y capturar a la princesa. Por mí, lo hacemos por la puerta grande. No creo que tengamos demasiados problemas. Además, eso hará que en el próximo sitio donde nos vean nos tengan más en consideración. Voy a darle una última oportunidad a nuestra amiga... Te seguiré en la retaguardia, decidas como decidas entrar.

Y mirando hacia Maléfica, dijo:

- Si me disculpa, señora...

Se acercó a la chica para hablarle y para que le observara bien mientras decía estas palabras:

- Te voy a proponer un trato. Si te rindes y aceptas servirme, yo cuidaré de tí como si fueras un brazo mío. Si enfermas, te cuidaré, si te atacan, te defenderé. Ahora bien, como brazo mío deberás obedecerme, por supuesto... Si no te rindes, no sólo continuaremos como hasta ahora, si no que pasaré a la acción, puesto que ya te has pasado de la raya. Creo que estoy siendo bastante caballeroso al hacerte esta proposición considerando que ninguno de mis aliados te dejaría con vida.

Se paró un segundo, para respirar:

- Aprovecha tus últimos segundos de libertad para hacer la mejor decisión.

Estaba claro cuál era la mejor decisión para Ethan, aunque también se veía como su cara de indiferencia también esperaba un "no, no quiero servirte". Puso la mano en la espada, amenazante. No se andaría con chiquitas.

Spoiler:

Anju levantó ligeramente las manos atadas y las miró tras oir las palabras del Ethan.

- Ya no puedes desposarme de nada mas. Mi libertad es todo cuanto tenia....

Se apoyó con los codos, y bajó del árbol de un salto. Luego se arrodilló ante Ethan. Sus ojos ya no derramaban lágrimas, pero carecían de brillo alguno.

- Que mas da...seguramente me usaras de carnaza en algun momento....o me abandonarás en algun lugar cuando ya no te sea útil...Que te importo yo...cuando eres capaz de matar a quien sea por salvarla a ella.....Solo soy una ficha de ese enorme ajedrez que será tu vida...Un estúpido peón desprevenido que encontraste útil para tus planes, sin importarte su libertad.

Alzó las manos atadas hacia el joven y dijo mientras:

- Úsame, y mátame. Ya se que nunca podré huir del destino que me has regalado.

La chica parecía estar enloqueciendo por momentos, pero bueno, había aceptado. Al fin y al cabo, Ethan la necesitaba así. Había que destrozar sus ilusiones para que no le traicionase... Claro que todo podía estar siendo teatro. Pensó en darle una torta por todo lo que estaba diciendo, sobretodo cuando mencionó a una tal ella... ¿Fátima? De cualquier manera, le complació tanto que Anju aceptara que era un peón que se contuvo.

- Así me gusta. Has aceptado rendirte, te felicito por tu lógica y capacidad de decisión.

Ethan le tendió la mano.

- Arriba. Hay mucho trabajo que hacer. Tú me cubrirás la retaguardia, toma Raizzen, ¿todavía no te has movido de ahí? Tú, Anju. Toma esto, lo saqué de ese reloj grande que tienes.

Le tiró un destornillador bastante grande, a los pies, para que no le hiciera daño.

- Es cierto. Estás atada. - Y entonces se acercó a ella y suavemente, con una daga que tenía escondida en la bota, le quitó las ataduras. - Vamos - Dijo después, algo más rudo.