Agónico despertar (Apartamento de Kerloxsand (y Miia))

-¡¿Qué tripa se te ha roto ahora?!

Kerloxsand había despertado bruscamente por los grito de Miia y había corrido tan rápido como pudo. Sin embargo, con las prisas, olvidó que aún estaba desnudo, sin nada que le tapara.

-¡Mater qui...!

Kerloxsand corrió a su cuarto y volvió casi al instante con una toalla al rededor de su cintura.

Miia se levantó bruscamente de su cama y le abrazó.
¡Oh, Kerl! ¡Ha sido horrible! ¡Espectro... y entonces... y el hechizo muerte... mi hermano... y... y... ¡Hijo de plátano, por qué no me consuelas! ¡No se, algo como 'Miia, solo ha sido una pesadilla' o algo por el estilo!

Miia le soltó y se sentó en la cama, tomando aire. Luego miró al chico a la cara, expectante de su respuesta.

-Ains -suspiró-. 'Miia, sólo ha sido un sueño' -repitió-. Ahora cálmate y dime: ¿Qué te ha pasado?

Fuera lo que fuera lo que hubiese soñado, parecía algo importante y dejarla sola no sería nada bueno.

Miia trató de tranquilizarse abrazando, casi aplastando un peluche con forma de cabra blanca que tenía. Cogió aire y pensó en una forma de resumir su sueño.
Estaba en la Torre del Reloj, cuando Espectro apareció. Me hizo una cuenta atrás para el hechizo muerte. Yo... no le pude vencer... y caí al vacío, como mi hermano. Me pare... Me parece que el color de su esfera significa algo... Un yrayo cayó encima suyo cuando su esfera era amarilla...

No se había fijado mucho en Kerloxsand, que parecía recién salido de la ducha. Todavía abrazaba a su 'Cabriola' con fuerza. Parecía que se iban a salir los ojos de plástico en cualquier momento.

El pelirrojo intentó consolarla.

-Primero; has de tranquilizarte. Respira. Te traeré algo de comer. ¡Ah! Y segundo; deja de aplastar a la pobre cabra.

Kerloxsand se levantó y se dispuso a ir a la cocina. Mientras andaba se iba subiendo la toalla ya que no se dignaba a quedarse quieta en su sitio cubriendo lo que tenía que cubrir.

Kerloxsand volvió unos cinco minutos después con un tazón de chocolate caliente y se lo tendió a Miia. Se sentó a su lado y preguntó:

-¿Mejor? ¿Ya estás más tranquila? ¡Cuidado que quema!

¿Eh? ¿Qué? Oh, si... gracias...
Murmuró. Cogió la taza de chocolate con la mano con la que no sujetaba a Cabriola. Sopló el chocolate y bebió un pequeño sorbo, mientras miraba disimuladamente a los ojos de Kerloxsand.
Je, je... Verde Mágico... pensó. ¡Cómo en mi canción!

Aquella situación resultaba algo extraña. El joven solo llevaba una toalla, mientras que ella estaba sudando, con el camisón pegado al cuerpo. No era una situación muy cómoda...
Kerl... murmuró.

Kerloxsand se había distraido mirando como Miia espachurraba a la cabra. Si seguía así, se rompería.

-Eh... oh... Sí, dime.

¡Primero, ponte algo de ropa!
Exclamó tirándole a la cara unos pantalones que pasaban por ahí.

Luego colocó cariñosamente a Cabriola en su regazo y miró a Kerloxsand a los ojos.
¿Qué podría hacer para... hacerme más fuerte? ¿Sabes tú dónde encontrar información? ¿Qué crees tú que necesito: más poder, más habilidades o... tal vez... un arma* nueva?

Luego miró con ojos soñadores al cielo.
Derrotaré a Espectro... murmuró. Sea como sea...

*No se si me entiendes XD

-¿Un... arma?

A la mente de Kerloxsand vino aquel extraño artefacto. Una espada. O tal vez una llave...

Kerloxsand miró a Miia a los ojos.

-Conozco a un hombre. Merlín. En Vergel Radiante. Tal vez pueda ayudarte. Le reconocerás en seguida. Es bastante... peculiar.

Acto seguido, el joven se levantó.

-En cuanto a lo de vestirme -Kerloxsand se arrancó la toalla y se la lanzó a Miia a la cara, dejando su cuerpo entero al descubierto-, más vale que te vayas acostumbrando a mi desnudez. No pienso cambiar mis hábitos por una niña.

Se dio media vuelta y se marchó de allí. Pocos segundos después, se oyó la puerta de su cuarto cerrándose, esta vez sin llave.