Cumpliendo el deber...

Las puertas del segundo distrito se abrieron lentamente, lo justo para dejar paso a una esbelta y oscura figura, que deslizándose entre el pequeño hueco, pasó a la sala. Esta, aparentemente, estaba un poco menos iluminada por las farolas ya que habían menos que en el distrito uno, pero sin embargo, las que aquí se veñian no parpadeaban, por lo que sumían el lugar en una eterna penumbra.

Al entrar en el lugar, el chico, movió el cuello de un lado a otro, provocando así los crujidos de su miembro. Con tranquilidad, comenzó a andar por el lugar, muy lentamente, a paso de tortuga, podría decirse. Sin embargo, mientras lo hacía, con avispado mirar, observaba aun lado y a otro guardando todos los detalles que el lugar le ofrecía.

Al contrario que en el anterior distrito, no abundaban ni las tiendas, ni los bares, ni los restaurantes, se podría decir, más bien, que esta era la zona residencial. Decenas de estancias, que se podían observar gracias a sus transparentes cristales, eran alumbradas con las luces de las que disponían en el interior. Las familias, despreocupadas, reían en el interior de sus hogares entreteniéndose sin más con cualquier tipo de diversión u ocio, desconocedores de quien caminaba por las calles de su distrito, y cual era la misión que iva a desempeñar.

El joven, seguñia moviéndose con ligereza y agilidad por el lugar, hasta que, bajando unas escaleras, llegó a una fuente en la que era posible observar como el agua fluñia sin más. sin embargo, esa fuente parecía tener algo extraño, algo... oscuro. De repente, una negra figura, se dejó entrever en la estatua que se alzaba sobre la fuente, una estatua que simbolizaba un tipo de animal terráqueo parecido al caballo, solo que con una mitad humana, de cintura a cabeza. Sin demora, el ágil mucahcho dio un gran salto hacia atrás justo antes de que una oscura bola saliera de la estatua y tratara de golpearle.

La esquiva fue rápida y perfecta, y fue entonces cuando Jack tuvo a su enemigo justo en frente. Era un sincorazón con forma de esfera oscura, bastante grande, con ojos amarillos y una grandiosa y dentada boca. (No recuerdo exactamente como era y no encuentro sus imágenes, es el enemigo final del castillo de vestia en el KH2, en la primera visita. Esta es su primera forma, la bola oscura que se metía en los objetos, pilares... ya me tocará contra el otro a continuación XD) De nuevo, la oscura esfera se avalanzó contra Jack, el cual, de nuevo saltó hacia un lado, esquivando así la embestida, y al mismo tiempo, desenvainaba una de sus dos espadas, la de aspecto más oscuro. Al saltar y caer un poco a su lado, hizo uso del impulso otorgado por la ciada previa al salto y lo usó para lanzar una veloz estocada contra su oponente, la cual, ya que el sincorazón había hecho una embestida y proseguía su camino, apenas le rozó, creando en su oscuro cuerpo una pequeña brecha. De nuevo, Jack recuperó su posición y se irguió cuan alto era, con la espada sujeta a la mano derecha, justo en frente de su rostro, y la mano izquierda tras su espalda, cual experimentado esgrimidor bien adiestrado en el deporte.

Esta vez, el sincorazón no atacó de frente al pelinegro, si no que se metió en el suelo, el cual, se volvió oscuro por completo. Jack conocía vagamente las habilidades y poderes de su enemigo, por lo que podía esperar ese tipo de ataque, y a la hora de esquivar unas espinas oscuras que brotaban del suelo, lo podía hacer con elegantes movimientos que parecían simular más una danza que una esquiva. Sin embargo, estos eran mucho más veloces de lo que el esperaba. La distancia de tiempo entre ataque y ataque de su rival era muy escasa, lo que provocó que el inicial baile se tornara más brusco, veloz y forzoso. En ocasiones, las oscuras garras que del suelo brotaban, rasgaban los pantalones de los que era poseedor Jack, pero nada grave, apenas creaban también leves cortes en las piernas del asesino. Finalmente, el chico, cansado de su interminable esquiva, dio un gran salto en el aire. Las espinas eran incapaces de llegar a la altura a la que había saltado el muchacho, lo que hizo que el sincorazón se tornara un poco confuso. La caida desde el cielo de Jack fue extremadamente veloz, cual clavo golpeado con un martillo, y al caer al suelo, clavó con fuerza su espada en el suelo, golpeando en el acto al sincorazón, quien, tremendamente herido, se vio obligado a salir de su recipiente. al hacerlo, la oscura esfera estaba ya bastante malherida con aquel demoledor golpe, que de lleno había conseguido acertarle.

De nuevo, sin darle tiempo a recuperarse, Jack volvió a atacar. Esta vez saltó sobre el sincorazón, y se impulsó encima suya para así dar un salto tremendo hacia arriba, con al intención de realizar un ataque similar al anterior. Sin embargo, con lo que el humano no contaba, era con la transformación en un enorme y poco agraciado monstruo por parte de la débil bola oscura. El nuevo enemigo no parecía dispuesto a sucumbir ante un ataque de ese calibre, al contrario, había alzado sus enormes zarpas hacia el cielo, para así, recibir al humano con una "Cálida" bienvenida. El rostro de Jack, quien ya no podía rectificar en su caida, se tensó mínimamente, y mostró un atsibo de preocupación. Sus lineales labios, se curvaron mínimamente, y tras hacerlo, de ellos, salieron dos palabras:

-Tch...-la primera, más que una palabra parecía un simple ruido.-Vortix.

Tras la segunda vocalización, bajo el humano, apareció un extraño y oscur vórtice. El chico, se internó en él, para acabar saliendo por un segundo círculo oscuro* justo detrás del renovado sincorazón, y propinándole sin problemas, una estocada que le atravesó todo el costado derecho. Tras el ataque, Jack recobró el equilibrio, no sin antes realizar un par de saltos para ganar distancias con el, ya iracundo, sincorazón. Tras caer unos pocos metros alejado de él, el chico flexionó las piernas y le observó con atenta y avispada mirada. Aunque había tenido suerte con ese primer y acertado ataque, el oponente que ante él tenía no era alguien que pudiera ignorar así como así. Era un sincorazón de alto rango, el cual, al parecer, no había hecho más que robar corazones a los viajeros que se acercaban lo suficiente a la fuente. Su misión era la de finalizar con la vida de aquel inmundo ser, y no podía correr el riesgo de no cumplirla con la mayor satisfacción y perfección posible. No, él no era de esos chulos que solo usan su máximo poder en situaciones extremas...

Con un elegante movimiento realizado por su mano izquierda, Jack desenvainó su segunda arma, aquella espada de relucientes colores violeta y gris, la cual, comenzaba a verse rodeada por una leve aureola de viento, al igual que el cuerpo de Jack al completo. El sincorazón, jadeante, observaba los movimientos de su enemigo con ojos inundados en sangre, deseoso de tomarse por fin la vida de ese inmundo y molesto humano. Iva a comenzar su ataque a continuación, pero, sin embargo, nada pudo hacer, pues el chico desapareció de donde se encontrava, dejando tras de si una imagen borrosa. A continuación el chico apareció justo en frente del sincorazón, sin inmutarse por su musculatura o grandaria. Claro que, ¿Porque iva siquiera a inmutarse cuando el sincorazón era incapaz de preveer sus movimientos o siquiera esquivar ninguno de sus ataques? El primero de ellos, fue un tajo vertical, de arriba abajo, precedido por un veloz cambio de piernas, y con la otra espada, un tajo similarmente hondo y poderoso, pero esta vez horizontal. (Hay que tenerse en cuenta que el ataque es tan veloz que los dos ataques no tardan en relaizarse siquiera un segundo) Tras esos dos golpes, el ya experimentado asesino no arriesgaba más su seguridad atacando desde el mismo lugar, si no, que se movía aguilmente a uno de sus costados, prosiguiendo con sus ataques en ese costado. Así realizaba interminables ataques, y de ese modo, el sincorazón era sumido en una eterna agonía de sufrimiento y dolor. Todo el cuerpo de la enorme bestia, quien no tenia ni siquiera tiempo para pensar y tomar posesión de cualquier objeto, era desgarrado a la velocidad que Jack se movía a su alrededor. Tras decenas de combos y golpes provinientes de todos lados, Jack, de nuevo, se alejó de su enemigo de un salto. Justo delante de el pelinegro, además de a cada lado del sincorazón, (Delante, detrás, derecha, izquierda, encima y abajo) surgieron vórtices, los cuales, simbolizaron el final de el oscuro ser. Jack se sumió en el primero de ellos (el que tenía delante) con una estocada, la cual golpeo, en tan solo una milesima de segundo, al sincorazón, traspasándole por todos lados, y finalmente, desde el vórtice de arriba, partiéndole en dos y desintegrando su cuerpo para devolverlo a el reino de corazones.

Tras finalizar sus combos y ataques, Jack estaba jadeante, todos y cada uno de sus músculos le dolían terriblemente. En su frente se maracaban sendas líneas que mostraban su agotamiento ante una batalla tan corta pero a la vez tan intensa por su parte. Tras unos segundos de jadeos y de respiraciones agitadas, se irguió cuan alto era y envainó sus armas. Fue entonces, cuando de pronto, se comenzaron a escuchar varios aplausos. El humano observó a su alrededor, para así, poder observar decenas de personas, que anonadas, habían observado su combate contra aquel monstruo que a tantos viajeros había eliminado. Aunque muchos de ellos le conocían bien, y sabían de su temible profesión, en ese momento no les importaba, estaban eufóricos, orgullosos de ser poseedores de un ciudadano de su nivel y valía.

Pero, Jack no se inmutó ante los aplausos, tan solo buscó con la mirada a aquella que le había contratado para acabar con aquel enemigo. Finalmente, no sin dificultad (Había mucha gente) la encontró. Era una joven de cabelloslargos, recogidos en una enorme coleta, y rasgos dulces. Era alta, y vestía con un traje rosa. (http://www.freewebs.com/aeristribute64/aeris34.jpg) Una sonrisa de satisfacción se veía en su rostro mientras observaba gratamente la oscura mirada del asesino. Este, a paso lento, se acercó a ella y al llegar a su lado, no hizo más que esperar su reacción. Ella, dedicándole una cálida mirada y una dulce sonrisa, le recibió, algo tímida, diciéndole:

-Buen trabajo, no esperaba menos de alguien de tu calibre

Jack, viendo como cada ciudadano ya volvía a sus pertinentes casas, se limitó a asentir y a murmurar con voz seca y oscura:

-Ha sido un honor trabajar para usted, Aeris. siempre estaré a su disposición y a la de esta ciudad.

Ella recibió las palabras con gratitud, y tras escucharlas atentamente, le dio la espalda al pelinegro y le hizo un gesto para que la siguiera.

-Acompáñame, te daré tu recompensa ahora mismo.