Un nuevo amanecer.

-“Todo es…oscuro…que tétrico…”- *Pensaba la chica estando dentro de aquel portal. Hubo una vez en que entro a algo parecido, si, un portal hecho por su amigo Gill, más no se comparaba, este era…más tenebroso. De un momento a otro ya se encontraban fuera, pisando tierra nuevamente. La mirada esmeralda de la joven paso a recorrer cada lado buscando reconocer el lugar, pero jamás lo había visto. Logro notar que el ambiente de aquel sitio era similar al anterior, el sonido del oleaje, la corneta sonando* -“Seguimos en el mismo mundo”- *Se decía a si misma, comparando aquel mundo con el resto de los que antes ya había llegado. Se había perdido por un momento pero por fin regreso a lo que seguía, hacia el sincorazón de níveos cabellos. El tono de su piel había cambiado incluso él no sabia lo que le ocurría.

La extraña sensación del portal oscuro y el comienzo de una nueva aventura, le enchinaban la piel, se sentía emocionada y con ganas de seguir, pero lo único que tenia de frente era al otro. Ante sus palabras no pudo evitar el mostrarle su peculiar sonrisa torpe de siempre mientras colocaba sus manos en su espalda* -Sabes, si eres un Heartless puro de verdad, no deberías preocuparte por mi, además, no soy tan fácil de derrotar, estoy segura que no moriré, además…- *Empuño sus manos sonriendo aun más* -Tengo mucho por vivir y mundos que recorrer- *Dejo escapar unas risillas antes de acercarse al otro y, con toda la decisión, colocar su mano en su hombro* -Mi nombre es Leksi, ¿cual es el tuyo? Espera…que torpe! ¿Que es lo que te esta pasando? Digo, haya ¿Qué paso? ¿Por qué te estaba atacando? ¿Por qué estas tan débil?- *Decía algo preocupada, recuperando la distancia entre ellos. No debía olvidar que estaba en presencia de un heartless, un ser oscuro, uno de la raza que le desagradaba, más era imposible irse sin ayudarle ¿Por qué?* -Quizás debería…curarte…- *Tenia una que otra poción entre sus cosas, pero…era un hertless.

Se quedo en silencio por un momento esperando que el otro decidiera que pasaría después, además, no se desharía de ella hasta que su curiosidad se apagara, algo bastante difícil* -Dime…¿acaso tu perdiste tu corazón?- *Cuestiono después de recordar sus palabras. Su voz sonaba en un modo infantil, pero su actitud en ese momento ya se había calmado, era mantener un margen, además quería tener más información. No comprendía del todo lo que era la vida, pero sabía que de algo debían surgir esos seres.

Greiv miró a la humana de nuevo, pero esta vez tratando de buscar en su semblante aquello que le resultaba tan familiar. Y es que por alguna razón no podía dejar de pensar que sus caminos ya se habían cruzado una vez; hace mucho tiempo.

La actitud despreocupada y jovial de Leks realmente causaba estragos en el razonamiento de sincorazón, el cual todavía no se explicaba que motivos podían impulsarla a ofrecerle su ayuda.Tras unos instantes, aquella pregunta llego por fin a oídos de Greiv, "¿acaso tu perdiste tu corazón?", quien se apresuro a responder en un tono más distante:

-Buena pregunta. Tal vez eso explicaría por que me siento así. Por que no dejo de sentir el impulso de acabar contigo en este momento y devorar tu corazón- y Greiv se levanto para acercarse hasta la humana y colocar su mano derecha a la altura del cuello de esta, -Quizás así podría calmar mi sed-.

El sinrazón de níveos cabellos se retiró nuevamente a acostarse sobre el mismo tonel junto a la pared, llevándose la diestra al estómago y haciendo presión sobre las telas que lo envolvían.

-Jeje, tiene gracia. Se supone que soy un ser de oscuridad, no? Pero lo cierto es que, desde que tengo memoria, no he sido capaz de devorar ningún corazón. Me siento cada vez más débil y probablemente pronto desapareceré…- *Greiv alza la vista en busca del rostro de Leks* -Acaba conmigo. Es lo más lógico, ¿no te parece? Esta será tu única oportunidad de matarme. Recuerda que soy un sincorazón. En cuanto recupere las fuerzas me resultará bastante sencillo apoderarme de los corazones de este lugar-. Dijo sin remordimientos, tratando de enojar a la Leks para que esta pusiera fin a su existencia.

-Y bien. ¿Qué vas a hacer?-.

Pero antes de darle tiempo de tomar su decisión, Un pirata volador salió del portal por el que acababan de pasar a toda velocidad y se lanzó girando hacia ellos cuando menos se lo esperaban, pillándoles con la guardia baja...

Spoiler:

*Varias de sus preguntas fueron dejadas atrás y la única que, podía interpretarse como contestada, fue la última, la cual, en cierto modo era la más importante. Sus palabras podían sonar fuertes, pero era inevitable reírse al ver el estado en el que se encontraba su acompañante. Tenía su guardia arriba, ya que aun teniéndolo débil era un heartless, como dijo, podría atacarla en ese mismo momento, pero no devorar su corazón. Lo interesante es la manera en que reaccionaba ante él, además, se divertía mientras aprendía. Lo que le causaba mayor curiosidad era la razón por la qué actuaba tan “lindo” con ella, aunque que decir, Leks reaccionaba de manera positiva con el albino.

Su atención estaba centrada en Greiv, observando detenidamente sus movimientos, sus palabras, podía sentir una triste sensación por parte del otro. Sus palabras eran algo confusas para la chica ya que, además de no comprender del todo lo que eran los heartless, podía darse cuenta de cómo ocultaban cada quien algo. Verlo recostado diciendo aquello, teniendo un carácter diferente a los otros de su raza, le hacia recordar la ocasión que estuvo a punto de caer en la oscuridad frente a Jin, un ser con una actitud muy extraña e infantil, un carácter sumamente diferente a lo que ella pensaba de los heartless. Pero al escuchar aquella petición junto a la amenaza que hacia, no podía evitar el sentirse en una difícil ocasión, pero sencillamente con una única respuesta* -…-

*En ese mismo instante en que iba a contestarle, dio un paso al frente justo antes de sentir como una fuerza se estrellaba contra ella y al no estar atenta a su alrededor, esta fuerza la aparto del camino tirándola hacia un lado* -¿¡Que¡?- *Grito al caer al suelo y rápidamente girando su mirada hacia el recién aparecido* -"Otro"- *Pensó pero reaccionando al instante. Se levanto dando un brinco preparando sus puños para golpearlo y así eliminarlo* -Sera mejor que te apartes de aquí basura!!- *Le grito con fuerza activando su habilidad justo en el momento ideal para golpearle con el viento que rodeaba su puño y así llamar su atención* -"él también viene por…"- *Fijo su mirada en el albino algo curiosa, pero retomo su posición y sintiendo como su energía mágica bajaba a causa de la pelea anterior decidió solo usar su espada*

-Sabes, es curioso que te persigan siendo ambos heartless, acaso también ustedes están divididos? Je, que divertido, como sea- *Corto su pequeña charla mientras desenfundaba su arma y con esta apuntaba al enemigo, era más pequeño, no seria mucho problema, pero le había golpeado anteriormente y como su cuerpo anteriormente ya había dado un ligero esfuerzo no se sentía tan fresca como era debido, pero aun así la chica no perdió su posición*

La rápida respuesta de la humana ante el ataque del pirata volador impidió que este alcanzase su verdadero objetivo; el sinrazón humanoide que continuaba apoyado sobre el mismo barril del callejón. Por alguna razón, a Leks le hacía mucha gracia el hecho de que dos sincorazones se enfrentasen entre sí. Sin embargo esta practica no era tan poco común como ella creía, pues es sabido que en el reino del que provienen muchos luchan unos contra otros, devorando a sus hermanos para hacerse más fuertes. Leks parecía algo preocupada por su resistencia y era comprensible. No todos los humanos se van de rositas tras haberse enfrentado a un sincorazón tan poderoso y aterrador como la Parca. No obstante, había otra idea que la inquietaba; algo más rebuscado como quizás la inexplicable curiosidad que sentía hacia su empenumbrado acompañante. Y mientras esta desenfundaba su espada, el pirata volador iba recobrando la compostura, desplegando sus afiladas alas puntiagudas para arremeter contra su objetivo, esta vez desde un plano más elevado donde las técnicas de la aguerrida humana resultaran ineficaces.

Sin embargo y para sorpresa de todos, antes de que eso llegase a pasar, Greiv ya se encotraba deslizándose por la pared del muro y lo bastante cerca del sinrazón como para asestarle una patada circular que lo borraría del mapa definitivamente. Momentos después, extrajo el núcleo de oscuridad rosado de su cuerpo con la mano derecha y lo engulló de un bocado sin vacilación alguna. A continuación procedió a cerrar el portal de oscuridad para que ningún otro insignificante ser pudiese sorprenderlos.

- Si. Mucho mejor- declaraba abiertamente el sincorazón de níveos cabellos, el cual había recuperado parte de su poder gracias a su habilidad de regeneración: -Je, parece que han vuelto. Por mi perfecto- balbuceó en voz baja de espaldas a la humana.

-Por cierto, Greiv. Al parecer ese es mi nombre- Dijo dirigiéndose a su acompañante mientras la miraba de nuevo por encima del hombro, no pudiendo ignorar que era prácticamente idéntica a ella. Aquella humana que Greiv conoció una vez. Su… amiga. El motivo de su promesa…

Greiv bajó la vista. No podía seguir mirándola a la cara. De lo contrario podría… Sin saber si quiera que pensar, el sincorazón de níveos cabellos estuvo a punto de encender los motores de sus botas y salir volando de allí. Sería lo mejor para todos. Tenía que derrotar a la Parca antes de que el hambre volviese a consumir sus fuerzas y, además, de esta manera no representaría ningún peligro para Leksi. Tan meticuloso como siempre.

Cuando por fin hubo calculado en todas las variables, le repitió la pregunta a Leks para saber cual sería su postura respecto a él; porque obviamente, no deseaba enfrentarse a ella…

-Y bien. ¿Qué vas a hacer? Sí no puedes eliminarme será mejor que te marches- y Greiv ascendió de un salto hasta alcanzar la cornisa de la azotea de la herrería, desde donde susurró unas últimas palabras que se perdieron estremecidas por el viento:

- Por favor. Marchate…-

-“¿Qué?”- *Su pequeño enemigo había sido eliminado repentinamente por el otro, que aparentemente, ya se encontraba mejor, eso se notaba a simple vista. Se limito a intentar mirar atreves de la espalda del albino, ver como devoraba la oscuridad de su “compañero”. Bajo un poco su mirada sintiéndose algo aburrida de no haber sido ella quien jugara, pero cuando por fin se presento, eso suponía ella, fijo su mirada al frente directo a los ojos del otro* -Greiv…- *Susurrando, como si de ese modo fuera a grabarse en su cabeza aquel nombre. Pero por un momento ambos se quedaron mirándose uno al otro sin decir nada, hasta que al final él sedeo.

Ella podía notar como él se sumía en pensamientos, pero de que? La curiosidad que el joven había logrado abrir en Leksi había sido lo suficiente como para no poder alejarla hasta que estuviera satisfecha, era un heartless interesante y misterioso, por alguna razón quería seguir adelante. Cuando nuevamente hablo, fue casi inevitable el marcar un gesto de desprecio ante sus palabras, siguiendo con su mirada a Greiv hasta que llegara a la azotea. Aun con la mirada en alto y la espada en su mano, activo su habilidad y con ella poder brincar lo suficientemente alto como para colocarse detrás del hertless, pero al tocar la azotea volver a desactivar el Are Cont* -No me subestimes- *Dijo con firmeza antes de girarse y apuntarle con Amillinne* -Ya que te recuperaste, creo que iras por corazones ¿Verdad? Ya que este lugar esta repleto de ellos- *Decía citando la idea que anteriormente el albino le había dado antes de que los atacaran.

La mirada de la chica se veía seria, totalmente lo contrario a lo que siempre mostraba* -Si planeas atacar a las personas… tendré que detenerte, pero…no creo que eso es realmente lo que estas deseando ¿o me equivoco?- *Cuestiono volviendo a recuperar su sonrisa. Nunca aprendió por completo a pensar antes de hablar, lo bueno era que reflexionaba antes de hablar con alguien como Greiv* -Estoy segura que lo que quieres hacer es ir por esa Parca de antes, así que, yo iré contigo. Ya hace tiempo que no hay nada divertido que hacer- *Tenia el animo por los cielos pero había una gran probabilidad de que se negara o que reaccionara de otro manera.

De nuevo un silencio tomo lugar mientras que su animo bajo al recordar la petición* -Sabes…respecto a lo que me dijiste antes, bueno, lo pensé y no planeo matarte si no has hecho nada malo, además, no mataría a nadie que quisiera su propia muerte, eso es pura muestra de cobardía- *Remarco la ultima palabra atacándolo con su misma estrategia, tentándolo a atacarla, algo lo detenía a hacerlo y eso tendría que descubrirlo* -No has devorado ningún corazón aun y casi permites que esa Parca se desaga de ti, que poco orgullo tienes. Realmente es difícil hacerte llamar Heartless, deberías luchar por tu raza o mínimo por ti mismo- *Suspiro* -De seguro que si intentas ir por venganza terminarías siendo la comida, aun te falta mucho por crecer, Greiv- *Se puso seria frunciendo el seño, como si lo regañara y así era. Aquella escena era tan parecida a su pasado con Merlin, sentía que poco a poco comprendía sus palabras* -Y bien ¿Qué vas a hacer?- *Le cuestiono divertida al repetir sus palabras solo que las había pronunciado de manera burlona, por una misma razón, dejarle ver su problema. Apretó el mango de su arma esperando reacción por parte del otro*

Spoiler:

Alguien como él jamas hubiera esperado que le devolvieran la pregunta. ¿Que qué pensaba hacer? ¿Acasoo no era ovbio? … o tal vez no lo fuera… Lo primero en lo que pensó fue en eliminar a la parca. No por venganza. Greiv nunca caería en un juego tan carente de sentido como ese, pero de no tomar medidas ahora, posiblemente las condiciones irían a peor y pronto toda su raza trataría de eliminarlo. La mayoría de los sincorazones no comparten su inteligencia, solo se mueven por puro instinto y necesidad, siempre siguiendo al más fuerte. Pues bien, si derrotaba a la Parca pirata ningún otro sincorazón de este mundo volvería a plantarle cara; o almenos ese era su plan. Un plan bastante simple, pero tremendamente complicado.

Antes de responder a las cuestiones de Leksi, Greiv trató de analizar su comportamiento, pues nunca había conocido a una humana tan curiosa como ella. -Será idiota. ¿A caso no se da cuenta de dónde se está metiendo? Vamos, que humano en su sano juicio acompañaría a un sincorazón por pura diversión. Como si realmente no hubiera nada mejor que hacer-. Ese era el enigma que venía inquietando al sinrazón de níveos cabellos desde hacía rato.

-Está bien- dijo en un tono de derrota ante la inquebrantable y absurda decisión de Leks, -Haz lo que quieras, pero luego no me vengas llorando si se te enreda una oz en el pelo- añadió sin dejar de hacer notar ese humor sarcástico tan particular. Sinceramente, él nunca hubiera imaginado que algún día necesitaría la ayuda de nadie y menos de una muchacha humana como Leks; sin embargo, la idea de tener a alguien que le sirviese de apoyo no estaba tan mal después de todo. Por otro lado estaba el hecho de que dicha humana era casi idéntica a aquella con quien recuerda haber simpatizado en su otra vida. Quién sabe, tal vez estando con ella las lagunas de su memoria podrían aclararse al fin.

Greiv dejo de hablar para hechar un rápido vistazo al desastroso atuendo que aún le cubría. Nada más que unos pantalones rasgados y una capa improvisada con la tela de un barco ruinoso. -Creo que antes debería encontrar algo de ropa. Por cierto,- añadió mirando a Leks -¿Tienes dinero?- preguntó dispuesto a acompañarla como si esta fuera una hermanita de la caridad, ignorando, claro setá, el hecho de que pudiera tratarse de una ladrona profesional.

*¿Qué humano en su sano juicio acompañaría a un sincorazón? Buena pregunta, y fácil de contestar, pues ciertamente los humanos que caían en la oscuridad y ella. Era difícil controlarse cuando nacía curiosidad en su interior. Ante aquella no pudo evitar el solo sonreírle, era la mejor respuesta que le podía dar. Cuando por fin acepto que le siguiera, que en realidad no había más opciones, se emociono tanto que no pudo evitar el brincar un par de veces, similar a un niño pequeño* -Vamos! Una oz en el cabello no es nada- *Guardando su espada paso a tomar un mechón de su cabello haciendo señal de mostrárselo* -No me importaría tenerlo más corto, jeje-

*Se divertía con cosas nuevas, conocer y aprender era lo que más le gustaba, aun cuando fuera la mala manera, pensaba que al menos podría volver a la acción gracias a él. Noto como se daba una mirada a si mismo ¿Qué le sucede? Se pregunto a si misma, por fin notando su vestimenta* -“Parece un vagabundo”- *Pensó algo apenada por la idea pero le causaba risa. Se sobresalto cuando le llamo haciéndole esa pregunta, y juntando sus palabras de seguro quería comprar ropa. Palmeo sus costados en busca de algo de dinero, pero…todo lo había dejado en su nave, solo cargaba con su arma, esas pociones y una que otra tontería que nunca debajo fuera, cosas personales. Suspiro levemente antes de volver a mostrar una amplia sonrisa. Se acerco al otro y tomándole de la mano, le jalo un poco* -Sera mejor que te consigamos esa ropa- *Y sin darle opción de soltarse o no, Leks comenzó a correr hasta llegar al otro lado de la azotea, de ese modo poder brincar para seguir su camino por tierra.

El día apenas comenzaba a ponerse interesante. Se podía notar como las personas caminaban tranquilas, echándoles un vistazo a los dos visitantes, ciertamente, con esos atuendos no se veían muy bien que digamos. La mirada de la morena viajaba rápidamente lado a lado mientras caminaba algo apresurada jalando aun de la mano al otro. De un momento le tiro para pasarlo hacia delante de ella* -Greiv, espero que estés tranquilo estando cerca de todos estos humanos, no quiero problemas, jeje- *Decía divertida ocultándose a sus espaldas. Justo de terminar de decirle aquello, ya tenia una bolsa llena de monedas ¿de donde salió? Pues el motivo de pasarlo adelante era para no llamar la atención de un hombre que paso a su lado, fue fácil quitarle la bolsa ya que, como era de esperarse, la lucia en su fajo* -vamos por aquí!- *Dijo rápidamente volviendo a tomar el mando y dirigiéndose a una carpa puesta en la calle donde mostraban mucha ropa.

Había muchas personas al alrededor, sin saber la identidad de aquellos. Seria un descanso antes de la emoción futura. Aun sabiendo que sus ropas estaban bien se puso a buscar algo nuevo y no solo para ella si no también para el albino que se encontraba justo fuera de la carpa* -Querías ropa verdad? Pues, deberás entrar si quieres que yo lo pague, sígueme, vi algo interesante para ti, jaja- *En esos momentos no se preocupaba de si estaba con un heartless, incluso, no lo sentía de ese modo, estaba en una situación que jamás había hecho en su vida, nunca antes tuvo la oportunidad de hacer aquello con nadie.

De un momento a otro, Leksi ya había escogido su nueva ropa, incluso la tenia puesta.

Spoiler:

Le agradaba su nuevo vestuario, pero no quería ser la única, por esa razón arrastro al muchacho donde la ropa tomando de cada lugar algo, que era lo que antes había visto para él* -Esto será lo que te pongas, vamos, ve a vestirte- *Y dándole la ropa tan “colorida” lo empujo hacía los vestidores. Greiv se molestaba cada que la chica lo tocaba, pues era lógico, era una humana con un fuerte corazón, tanto que llamaba a los sincorazón a atacarla, y él no salía de la lista.
Pasaron unos minutos antes de que por fin Greiv se decidiera a salir con su nuevo vestuario, el cual llamo la atención de las personas.

Spoiler:

Claramente, de parecer un vagabundo a un chico bien vestido, era un gran cambio. No pareciera que le molestara la ropa, además, era gratis y eso era lo que él quería. Sin queja alguna por parte de ambos, la morena tomo algunas monedas de la bolsita de piel y se las entrego a la encargada del lugar, de ese modo podrían seguir su descanso o como pensaba Leksi “parada de diversión”.* -Nee te gustaría comer algo? Apuesto que si, por aquí debe de haber algo rico para comer, de ese modo tendremos mucha energía para después- *Y riendo divertida volvió a jalar al albino, quien sin poder quejarse era llevado de un lado a otro por aquel pueblo tan especial en su diseño*

-Ey! Tráeme otro pescado y que esta vez este muy bien dorado!- *Gritaba al mesero. Se encontraban cerca de la costa, en un restaurant de mariscos, tenían la mesa llena de platos con sobras de comida, realmente tenia tiempo en que no comía de esa forma, tan glotona. Pero que esperar de su acompañante, fuera como si compitieran por quien comía más, eso animaba mucho a la joven. De un momento a otro, el ambiente se volvió tranquilo mientras la música alegre sonaba, los fuertes cantos de los ebrios llamaban mucho la atención, ahora solo quería relajarse sabiendo que después vendría la verdadera fiesta.

Coloco su cabeza sobre su mano mirando pensativa a Greiv, aun no sabia mucho respecto a él, ni porque lo atacaban, esa la mayor razón por la que seguía a su lado* -Oye…antes me dijiste que habías perdido el corazón- *Se detuvo* -dime…podría saber…¿Cómo fue? ¿Que es lo que sucede cuando lo pierdes?- *Cuestionaba curiosa sin apartar su vista del otro* -No se mucho sobre esas cosas…acaso…¿se puede volver a recuperar el corazón?- *Su tono de voz bajo ligeramente ante la ultima pregunta, había muchas cosas que desconocía y entre ellas, la mayoría tenían que ver con los heartless y los incorpóreos, es por esa razón por la que aprovecharía tener aquel momento con el albino, de seguro le diría al menos algo*

Spoiler:

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Greiv se quedó pensativo ante las dudas de la humana, solo escuchando sin abrir la boca. Al cavo de unos instantes el silencio se alzó entre ambos. Un silencio solo interrumpido por el barullo de las multitudes y el graznar de las gaviotas costeras. El sincorazón de cabello blanco miró a su nueva "estilista" a los ojos con cierta desgana, pues contrario a lo que pudiera parecer, su serena mirada no transmitía miedo, sinó todo lo contrario. Denotaba curiosidad, una impresión bastante aburrida, sobre todo cuando estás acostumbrado a sembrar el pánico allá donde pisas.

-Lo cierto es que ni yo mismo me acuerdo- dijo con un aire despreocupado, pensando que no estaba ofreciendo ninguna información realmente valiosa o personal. Cuando no tienes nada que ganar o perder, la opción más adecuada es la sinceridad.

El pescado llegó finalmente a su mesa de manos del camarero, pero Greiv ni siquiera se molestó en acercarse para comprovar si estaba a su gusto. Aunque llevase días sin comer aquel no era el tipo de alimento que podría saciar su sed de corazones. Por su parte esta actitud no hizo si no enfadar al camarero que tuvo que apretar los dientes para no darle un guantazo al pobre sincorazón. Cuando la extraña pareja volvió a estar a solas el chico de níveos cabellos reabrió la plática con una nueva pregunta:

-Oye, se puede saber qué te interesa tanto de nosotros?… Lo único que recuerdo es, dolor, mucho dolor. No se muy bien como ocurrió pero estoy convencido de que no fue una experiencia agradable-. Greiv se río por primera vez desde su encuentro, -sabes, no eres como los demás. Supongo que te parecerá raro, pero me resultas extrañamente familiar. ¿Por qué estás tan interesada en la mecánica del corazón?-.

La voz de Greiv continúo calmada y tosca, como siempre; mientras, con la mirada recorría los alrededores en busca de una comida más sustentosa, ofreciendo a Leks una expresión bacía que no permitía conocer lo que ocultaba su espeluznante aura. Una voz tenue. Una voz excesivamente tranquila y, aún así, sobrecargada de angustia y desesperación.

De pronto, llegaron al barrio un vagabundo andrajoso y su guitarra española, para unirse a la pandilla de escoria que merodeaba por los alrededores: aunque se tratase de una de las calles más afables y comerciales de la ciudad no por ello dejaba de estar flanqueada por tavernas de mala muerte y salas de bariedades. Incluso en el interior del propio restaurante de marisco al que habían ido a pagar apestaba a inmundicia. El vagabundo se sentó en las baldosas al pie del cruce de la calle, se quitó el sombrero y al tiempo que lo dejaba a su diestra, comenzó a entonar una melodía que casi logra conmover al sincorazón de níveos cabellos.

El hambre de Greiv iva en aumento conforme dejaba de medir sus palabras: -Que recuerdos... Está pidiendome a gritos que me lleve su corazón. ¿No los oyes? Esa voz... Nada me gustaría más que devorarlos a todos ahora mismo pero, supongo que no me dejarías ¿no es así? A pesar de que la mayoría de ellos merezcan morir, o algo peor. No. Eres demasiado piadosa-. Entonces Greiv se puso a pensar en lo fuerte que debía de ser su corazón, lo suficiente como para haber salvado a una insignificante sombra como él. Un corazón fuera de su alcance que nunca podría devorar...

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