Un viaje movidito

por **Ralexion** Jue Dic 03, 2009 11:30 pm

"Necesito viajar a otros mundos... debo encontrar al Espectro... y encontrar a luchadores más fuertes..."

Aunque era su hogar, la estancia en Vergel Radiante se le estaba comenzando a hacer aburrida a Ralexion por múltiples y diferentes razones. Para empezar, los Sincorazón de la zona eran ya demasiado débiles para su gusto, solo simples Sombras y poco más. Por otra parte, deseaba ver mundo, y cruzar sus espadas con los grandes guerreros de otros lugares; además, el Espectro seguía ahí fuera... o al menos eso pensaba.

Pero una razón le había estado conteniendo durante ya demasiado tiempo: la falta de una Nave Gumi. Su dinero no era mucho, y para rematar la fanea, no había taller alguno de esa índole en su mundo. Había preguntado varias veces sobre el tema por el mercado, y siempre le habían dicho lo mismo: Ciudad de Paso. Claro, su situación era la del pez que se muerde la cola: sin Nave Gumi, no podía ir a Ciudad de Paso, y si no iba a Ciudad de Paso, no había Nave Gumi.

El asunto le había tenido con la mente ocupada desde hacía ya varios días. Echado sobre la cama, mirando al techo, pensaba y pensaba, y las horas se escapaban con suma rapidez.

- ¡Ya lo tengo! ¿Cómo no se me ha ocurrido antes? -bajó de la cama de un bote, tomó todo el dinero que había estado ahorrando durante varios meses, a base de realizar pequeños encargos allí y allá, se puso la armadura, así como sus armas, que dejó reposando en su cintura, y salió de su pequeña y modesta casa, en dirección al mercado.

La zona estaba bien concurrida, ¿quién podría darle el viaje que buscaba?

por **Ralexion** Vie Dic 04, 2009 11:37 pm

Spoiler:

Solo se le ocurría un conocido capaz de conseguirle transporte, aunque no iba a ser fácil; pero tampoco perdía nada intentándolo. Se escabulló entre el gentío hasta llegar a una tienda, un almacén general de objetos. La única persona en la tienda aparte de Ralexion era un hombre de larguiducho, de mesados bigotes y aviesa mirada, que organizaba con lentitud su mercancía.

- ¡Hey, Johnny!

- Buenos días, joven Ralexion, ¿quieres algo en particular? Estoy algo ocupado, y mucho me temo que no puedo darte ningún encargo, los Sincorazón han estado bastante tranquilos últimamente.

- No, no he venido por eso, tengo otra cosa en mente.

- ¿Ah sí? -los ojos del casi anciano se iluminaron con interés. No se podía negar que era un poco ávaro, y veía oportunidades financieras por todas partes- ¿Y qué te trae a mi humilde tienda entonces, guerrero?

Ahora venía la parte difícil. Johnny "Mercancías", como le llamaba todo el mundo, era bastante aprovechado, aunque siempre pagaba justamente los encargos. Si le pedía dinero por el viaje, Ralexion tendría serios problemas, ya que su reserva de Platines no era muy grande, y ni siquiera estaba seguro de tener suficiente para una Nave Gumi propia.

- Verás... tengo ciertos asuntos importantes en Ciudad de Paso... y si estoy enterado bien, ¿tú comercias con gente de ese mundo, no?

- Sí, a veces hago trueques con otros mercaderes, vendo excedentes, o voy a comprar más material... ese tipo de cosas, lo normal. ¿Por qué lo preguntas, jovencito? -remató, mesándose los bigotes. Las pretensiones de Ralexion eran más que obvias.

- Necesito que me lleves, ¡por favor! No hace ni falta que te molestes en traerme de vuelta, yo me las apañaré solo una vez esté allí -habló claro, con decisión. No le gustaba andarse con rodeos, y menos con cuestiones tan importantes.

- Bueno... -dijo, después de pensar varios minutos- Ando algo escaso de éteres... quizá podría aprovechar, ir a comprar unos cuantos, y de paso, acercarte... siempre has cumplido mis encargos con mucha diligencia, es una cualidad que respeto... está bien, te llevaré, pero mi Nave Gumi es de carga, no será un viaje muy cómodo.

El joven sonrió, embargado por ese golpe de suerte.

- ¡No te preocupes por mí, ni lo notaré! Además, es la primera vez que salgo de Vergel Radiante, ¡será emocionante!

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