Enrah's ''Walk''

Encima de la Tienda de Accesorios se encontraba sentada Enrah Lionnel. Se conocía la ciudad como la palma de su mano, ya que desde siempre había vivido allí, o al menos eso pensaba ella.
Sentía como si algo estuviera a punto de pasar, pero no sabía el que. En realidad, se aburría un montón. No habían muchas chicas de su edad que vivieran en Ciudad de Paso, y las que habían no le caían muy bien. Quería que alguien la empezara a hablar, aunque fuera el gruñon de Cid. Hablando de Cid. Hacia tiempo que Enrah quería tener su própia nave gummi, pero Cid siempre decía que era menor o que tenía que ir acompañada de un adulto. ''Yo ya soy independiente, sé lo que hacer por mi misma. Además, seguro que si me pierdo por el espacio nadie se preocuparía. Pero, entonces porque Cid no me deja ir sola? A lo mejor si que se preocupa por mi...''-pensó Enrah.
Ahora mismo Enrah estaba aburrida como una ostra. Hacia tiempo que no hablaba con nadie, no sabia si era porque no quería o no sabía lo que decir. Era difícil que alguien nuevo apareciera por esa gran puerta de madera, aunque no imposible. Si hay algo que Enrah ha aprendido a lo largo de su tiempo en Ciudad de Paso, es no perder la fe en nada ni nadie...

Por las calles del Distrito 1, apareció una pequeña nube de color negro y lila. De él salió una figura humanoide, grande y robusto. Observó su alrededor, y, pensando que no había nadie, empezó a explorar.

Necesito corazones...

Dijo el sincorazón.

Enrah vió como abajo, por la entrada de Ciudad de Paso, apareció una bola de humo oscura. De pronto salió una persona, o eso pensaba ella, de en medio del humo.

Necesito corazones...

De verdad dijo eso? Necesitaba corazones? Para que los querria? Enrah bajó del tejado, intentando no hacer ruido, cuando la ''persona'' giró la cabeza en su dirección.

Max oyó un ruido y se giró hacia él.

Una chica pelirroja se lo quedó mirando asustada. Una presa fácil, ya que no habia nadie alrededor. Se empezo a acercar lentamente, con una posicion debilitada, tocandose la barriga.

La criatura empezó a acercarse mas y mas, como si de una bestia se tratara. Cuando la distancia entre los dos era de poco mas de un metro, la cara del ser se reveló. Era un sincorazón.
Enrah se intentó apartar, pero detràs suyo habia una pared:-Oh no....Desesperada por no quedarse sin corazón, empezó a llorar.

¿Pero que? . Pensó el sincorazón. La chica se puso a llorar, en vez de luchar como solían hacer los jóvenes.

Que... te pasa? .Dijo, en un tono bastante débil.

Por favor, no me comas....Dijo Enrah. Estaba llorando, asustada, y para colmo no había nadie alrededor para ayudarla, o al menos avisar a los demás de que un sincorazón rondaba por las calles.

El sincorazón pareció decirle algo:-¿Que... te pasa?. Por la manera en que lo dijo parecia más comprensivo que intimidante.

Enrah levantó la cara para mirarle, y con los ojos llenos de lágrimas lo miró con una mirada entre sorprendida y confundida, pero temblando.
¿No me vas a comer...? Dijo Enrah.

La chica le miró, con una cara llorosa:-¿No me vas a comer...?. Dijo la chica.

El sincorazón se la quedó mirando y dejó unos segundos de silencio antes de contestar:-No. Aunque esté debilitado... comprendo que tengas miedo... por eso te dejaré irte....

El sincorazón se quedó un rato callado, y dijo:No. Aunque esté debilitado... comprendo que tengas miedo... por eso te dejaré irte...

Que... comprendes que tenga miedo...? Y que estas débil...? Eso son chorradas!. Enrah se levantó del suelo de un salto:-¿Como un sincorazón tan grande como tu es comprensivo? ¿Y que estas débil? ¿Necesitas corazones? Porque eso es lo que dijiste hace un momento.

La chica empezó con una especie de interrogatorio. El sincorazón la cogió de los hombros y la levanto del suelo, sin hacerla daño, solo era para llamar su atención y que se callara:-Oye, sabes donde puedo encontrar... corazones?

El sincorazón la cogió de los hombros y Enrah se calló de inmediato. La preguntó si sabia dónde encontrar corazones:- Esto... no, pero te puedo dar algo mucho mejor que esos fríos y oscuros corazones. Suígeme.

El sincorazón la soltó. La pelirroja no parecia ofensiva:- ¿Tendria que fiarme de ella?. Se preguntó el sincorazon. La empezó a seguir.

Enrah giró un poco la cabeza para ver si el sincorazón la seguia, y así era. Se paró frente al restaurante:- Aqui. Esto es el restaurante de Ciudad de Paso. Aqui puedes comer lo que quieras.

El sincorazón la sigió hasta que se encontaron frente a un edificio con un cartel que ponia ''Restaurante''. Ella dijo que podia comer todo lo que quisiera:- ¿Comer? Yo lo que quiero es reponer las fuerzas... ya sabes... algo así como... descansar...Dijo.

Enrah lo miró con los ojo medio cerrados, como si fuera tonto:- Emm... aqui puedes comer cosas, te los metes en la boca, los masticas y dejas que bajen por la garganta hasta el hígado, donde todos sus glóbulos blancos se dispersan por las venas, o algo asi... Bueno, entremos y te lo enseño!Los dos entraron en el edificio.