Un comienzo inesperado

Todo había pasado demasiado rápido.

Aryn estaba medianamente tranquilo hablando con aqul curioso personaje vestido con la túnica púrpura, cuando de la nada apareció otro con unos ropajes parecidos, pero en negro, y con un símbolo que nunca había visto. Éste último habçia preguntado por él?! No podía ser, no le conocía de nada, o eso creía. Entonces, con un gesto unprevisto, el de la túnica púrpura, que ahora estaba a su lado, se había acercado a él, y con golpe de su bastón ya no estaban allí... Éste es el resumen que se hizo a si mismo mientras se recuperaba del repentino mareo que sentía.

- ¿Qué... qué has hecho? ¿Y quién eres tú?- esta último pregunta se refería a sus poderes.

Iba a frotarse los ojos, ("el mejor remedio para el mareo"), cuando notó algo raro. Se miró las manos (que ahora eran patas!!), y el asombro fue grande, pero fue aun mayor cuando pudo verse el cuerpo entero. ¡¡¡Un lobo!!! No era posible; quizá el de la túnica sabría algo.

- ¡¡Ehh!! Tú me has hecho esto, ¿verdad? -alzó la vista, y no vió al hombre que esperaba...- Hey, tú también has cambiado... Bueno, vamos a ver, tú solo dime quién eres, cómo nos has hecho esto, y por qué me has alejado del de la túnica negra; ¿es que lo conoces?

Miró a los ojos a su "compañero", esperando una respuesta sincera, y no como la del caramelo...

Spoiler:

- Así que eres un mago... y el otro tipo no es tu amigo, sino un enemigo muy poderoso. Y yo soy un lobo y tu un... bicho alargado porque estamos en un mundo donde no hay humanos, ¿no? ¡Eh!, ¿dónde está mi espada?

Se puso a buscar su espada de madera entre la maleza, y cuando la encontró, la agarró como pudo y la trajo hasta donde estaba Saytas. Aryn repasó toda la información, y mientras se le pasaba el mareo fue recobrando su agilidad mental.

- Entonces, ¡ya no estoy en casa! ¡Qué bien! Por fin puedo comenzar a vivir mis aventuras. Y... Saytas, ¿verdad?; te agradezco que me sacaras de mi casa, y que me salvaras de ese tipo tan malo (supongo...), pero hay una cosa que no entiendo: ¿por qué dijiste que controlabas las sombras? ¿Es que tú también puedes hacerlo?

- ¿Aquella roca tan alta, que proyecta una sombra TAN grande? He he he, la de cosas que podría hacer con esa sombra... Y es cierto, no te he dicho mi nombre; soy Aryn. Te estrecharía la mano, pero... ya sabes.

Comenzaron a andar hacia aquella inmensa formación rocosa mientras Aryn arrastraba como podía su espada. No paraba de mirar a su alrededor, aquella infinita y cálida sabana. Estaba muy emocionado: su historia solo acababa de comenzar, y ya había conocido a un mago, se había convertdo en un lobo (un poco pequeño para su gusto, pero bueno) y se había encontrado con la mayor sombra que podría encontrar en la vida!! Más tarde se recordaría a si mismo que debía experimentar con ella.

- Y lo de las sombras... todavía no sé si puedo confiar en tí, pero supongo que te debo una, por sacarme de aquella diminuta isla. ¿Estamos en paz, eh?

Se detuvo, soltó su espada a un lado y se giró, de tal manera que tuvo su sombra enfrente. Se concentró y fue a meter la mano (que ya no tenía) en la sombra, pero lo vió inútil (con la zarpa no podía agarrar nada), así que sumergió su hocico en las sombras.
Era una sensación nueva para él. El frío que solía sentir con la mano ahora estaba inundando sus sentidos, cortándole la respiración, aunque era en cierto modo agradable. Cuando encontró lo que estaba buscando entre aquel mar de sombras, sacó la cabeza y volvió a respirar hondo. Abrió la boca para dejar caer lo que había encontrado: dos figuras como las que usaba para jugar, un hurón con un bastón y un lobo con una espada en la boca. Las dos eran completamente negras, pero se distinguían ciertos detalles, como las orejas o los ojos de ambas figuras. No eran muy grandes, las dos cabían en la pequeña boca del lobezno.

- Las sombras son mis amigas, suelen prestarme lo que les pido. No se lo vayas a contar a nadie, eh? Es MUY importante que nadie lo sepa, ¿entendido?

Y con esa "amenaza" en el aire, volvió a coger su espada, miró a las figuritas para que se desvanecieran, y continuó su camino hacia la gran roca, con unos pasos que dejaban entrever un sentimiento de satisfacción y orgullo.

Spoiler:

Llegó aquel reptil, con su siseante movimiento en total sigilo, aunque no procurándolo. Era perfectamente advertible aquella serpiente de color negro con manchas moradas transversales, de forma ovalada, y el símbolo de los sincorazón que lo poseía casi oculto en el mentón.

Al estar cerca de éstos, como una sombra se alzó de tal manera que dejó un cuarto de su cuerpo elevado hacia arriba, ganando la altura de dos metros, y bajando la barbilla en el proceso, se impuso en presencia a ellos dos. dedicándole unas palabras...

-Shaludosh *Siseante la lengua hacía de su habla un acento bastante peculiar y viperino* ¿Que Ashe por aqui un... *leyó en un instante la mente de ambos, observándolo desde las alturas.* Mago y un... Niño humano?. Dijo para sorpresa de ámbos, de los cuales lo cierto es que esperaba cierta cara de asombro.

-Mi nombre esh Ratalosh, y she puede deshir que esh un plasher el haberosh encontrado- Dijo ésta frase para luego pensar. ~~ Un tremendo placer~~ ahora, al leer su mentes e indagar en los recuerdos de Saytas sabía que ése báculo servía para un inmediato teletransporte, pero no podía llegar más allá de su mente para discernir de quie era realmente, además ése dato no satisfacía su curiosidad, pero sí podía entorpecer su misión.

Fijó su lectura de mente en Saytas, para saber cuándo podría teletransportarse y paralizarlo ipso-facto, aunque por ahora, a no ser que fuera por el símbolo de sincorazón que poseía Phantom entre ceja y ceja no había motivos para alarmarse. Ya que, phantom contaba con una nueva apariencia, y nisiquiera había abierto la boca, además parecían tener raciocinio propio y poder razonar a diferencia de otros sincorazones...

¿Cómo habrá sabido que soy un niño humano? La actitud que había tomado Saytas con respecto a esa serpiente le dejó claro que era uno de los malos, y la confirmación después no dejó ninguna duda al respecto.

- "Ratalosh" -dijo como pudo con la espada de madera en la boca- no sé cómo habrás sabido que soy un niño, pero si Saytas dice que no nos vamos a ir contigo es que no. ¿Y qué es eso de encontrarnos?, ¿es que nos estabas buscando? -con un rabillo del ojo miró a Saytas en busca de una respuesta, pero desistió viendo que Saytas no dejaba de mirar al recién llegado.

De repente se sentía sobrecogido, nada más salir de la isla (incluso antes!) se había ganado la enemistad de dos individuos que parecían bastante poderosos, que buscaban al que "controlaba las sombras". ¿Podría ser verdad que me buscan a mí? No creo...

En posición de combate (la propia de un lobezno) y con la espada aún entre lso dientes, esperó a ver la reacción de Saytas, aunque la adrenalina comenzó a invadir sus venas, deseaba estrenar a Knightmare fuera de la isla.

Tras la llegada al lugar, aún dentro de la sabana, de la anaconda, la oscura pantera tomó otro camino, rodeando el terreno lo suficiente para pasar inadvertido ante la presencia de dos nuevos "animales", un hurón y un lobezno.

Tras aquella pequeña conversación de Rathalos con los dos individuos, a espaldas de ambos, llegó andando Phantom, cuya apariencia era la de una pantera. Fijó su mirada en el pequeño lobezno, quien parecía querer atacar a Rathalos.

-Yo no lo haría...

Respondió el sincorazón ante aquella posición del lobezno, mientras sus cadenas, que se encontraban enrolladas en sus patas delanteras, comenzaban a emitir pequeñas chispas.

*Rathalos inspiró suficiencia ante aquella situación, aparte tenía que responderle a ambos...

Primero habló con el hurón mago. Respondiéndole a sus palabras, las cuales le ofenderían a sobremanera si tuviera el sentimiento del honor.

-¿Shirviente de la oshcuridad? Te asheguro que tú eresh más shirviente que yo... No shirvo a un elemento en potencia, lo utilizo para miss fines... Yo shirvo a idealesh acordesh con mi raza y éshe chaval she parece másh a uno de nosotrosh de lo que tu creesh.-

Paró en un momento para sisear un par de veces con su lengua, dejando un margen para que asimilara lo que había dicho, ahora su reptiliana testa se giraba con sus ojos fieros hacia el lobo, respondiendole aún a Saytas, pero de una manera genérica, como si englobara a los dos, pero refiriéndose a Aryn.

-Bien podía éshte muchacho habershe encontrado conmigo antesh que contigo y luego aparecer tú para llevártelo no permitiéndotelo yo.- Dijo para que Aryn lo razonara, confundiéndolo así y avivando con sus poderes en la mente de Aryn aquel primer contacto con el mago; fue poca la charla y alguien le buscaba, alguien que en energía se parecía mucho a sus amigos, las sombras. Ése alguien el cual era Phantom se presentó y preguntó y el mago ipso-facto se lo llevó de allí... Es el recuerdo que generó en la mente de Aryn.

-¿Curiosho, no Aryn? éshta persona te deshpojó de una charla con alguien que aunque de apariencia shinieshtra, como tus amigash; y tú vas y nos tachassss de malvadosh...- *Realmente su actuación dramática era excelente, ya que su cara era completamente de pokèr, asentimental. Aparte, el que supiera su nombre también pudo resultar algo chocante y bastante más creible en su palabra por raro que pareciese.

El tono del comentario con esa voz tan profunda dejaron al pobre Aryn paralizado, y del susto se le cayó la espada de la boca; todavía tenía mucho que mejorar si quería convertirse en un gran caballero.

Mientras los comentarios y acciones se sucedían a su alrededor, Aryn estaba como en un mundo aparte; lo que había dicho la serpiente no paraba de dar vueltas en su pequeña cabeza:"...éshe chaval she parece másh a uno de nosotrosh de lo que tu creesh...", "...no permitiéndotelo yo...", "¿Curiosho, no Aryn?", "...de apariencia shinieshtra, como tus amigash..." La verdad es que Rathalos tenía algo de razón, pero aun así.. ¿quién tenía razón?, ¿quién eran los buenos y quién los malos? Quizás el encuentro con Saytas fue pura casualidad, y su destino era estar con los que le buscaban, algún motivo tendrían para buscarle. Aparte estaba el tema del rechazo; estaba harto de que la gente le tachara de raro, que evitaran estar con él, que le trataran mal, y de repente había gente que lo buscaba para ESTAR CON ÉL... Rathalos tenía razón, no podía rechazarlos solo por su apariencia.

- ¿Quiénes sois exactamente?, ¿y por qué me buscais a mí? -estas eran las preguntas clave, sus respuestas decidirían de parte de quién se pondría Aryn, o eso creía él.

Saytas enseñó los dientes a Rathalos.

- ¡No me subestimes... ! - En realidad, las palabras de Rathalos habían llenado de rabia y dolor a Saytas, que ahora sólo deseaba arrojar piedras a la gran serpiente hasta que se retractara de sus palabras. "¡Mierda, mierda! ¡Sirviente de la oscuridad!" pensó, pero trató de volver pronto a la realidad - Llevo mucho tiempo sabiendo cambiar mis cualidades humanas a cualidades de la naturaleza. El olor de vosotros, los sincorazón, el olor de la muerte que traéis con vosotros, es algo que no se olvida fácilmente. ¡Aryn! ¿Querías una aventura, no? Yo te la daré; buscar cómo derrotar a estos seres, que consumen y transforman para siempre los mundos, que arrebatan a los humanos su corazón, que para calmar su tormento y su dolor atormentan y dañan a otros. Tu don es asombroso, pero no sería nada asombroso si te atrajeran y te consumieran las mismas sombras que dominas. ¡Sé más fuerte que ellas y doblégalas sin servirlas! ¡Puedes ser un gran héroe!

Calló un momento, para ver la respuesta de Aryn y asegurarse de que estaba escuchándole... Sin embargo se dio cuenta de que el muchacho, pese a todo lo que Saytas dijera, quería saber por qué le buscaban a él.

Las hienas le habían avisado de seres muy extraños en la sabana que nunca se habían visto antes. Una serpiente acompañada de una pantera, un hurón y un lobo. ¿Un lobo? ¿Qué diablos era un lobo?

De modo que se acercó lentamente, camuflado entre la pajiza hierba alta de la sabana como sólo un león podría hacerlo, escrutando a sus "presas" silenciosamente, y finalmente, se agazapó a una distancia prudencial a esperar y escuchar cuándo sería el mejor momento para intervenir.

Hasta lo que sabía, uno de ellos, con voz chillona, le estaba diciendo a otro que se fuera con él y le siguiera, y tachaba al resto de asesinos y de... ¿sincorazón? Otra cosa muy extraña... no le gustaban los brujos, ya había tenido malas experiencias con uno.

Spoiler:

*La serpiente enarcó una ceja y imitó una carcajada según la solían hacer los humanos, pero con el peculiar acento de las serpientes... Añadiendo algo que desbancaría totalmente al mago.

-"Jasssjasssjasss" Shi hubiese querido robarosh el corashón o transssformar éshte mundo en oshcuridad ¿no lo habría hecho a caso ya? Ademash... El pasado del mago dishta mucho de sher honorable... Sholo te diré una cosha, Shaytash... Voy contra Maléfica.- La lengua siseó una vez dirigiéndole una mirada a Phantom para luego reposicionar sus ojos en Aryn.

-Tu aventura con noshotrosh joven, es ensheñarte a hacer lo que mejor sssabesh hacer, manejar la ossscuridad y las sombrash para conseguirle a eshtas, tush amigas un mejor universho. ¿Que te han ofreshido los humanosh? ¿Deshprecio? ¿Deshden? Yo podría ofrecerte la enseñansha de manejar como nadie éshe poder y a mejorar tu técnica de eshpada, aventurash inigualablesh contra aquellos que quieren erradicar lash sombrash del universho. Y la reshpuesta a tu pregunta de por qué te bushcamos... Esh porque eresh casi uno de noshotros.-

Sin duda ésa última frase sería decisiva para determinar el bando de Aryn, por una vez podía sentirse integrado, gente que le ofrecía tales cosas siempre soñadas por él... era casi Idílico y todo ello salía de la boca de aquella serpiente negra de manchas moradas...

Luego ésa serpiente hizo algo muy ruin y déspota que consistió en paralizar a Saytas con su mente, incluso su lengua y labios para que cayara ante lo que acaba de decir para que Aryn se decantara por la serpiente. Realmente se sentiría malvado y agusto consigo mismo si hubiese tenido sentimientos, la única pega es que él no podría moverse tampoco, ni lenguas ni labios. pero tenía la telepatía, cosa que pudo identificar que saytas no podía realizar, no por que no supiera, sino porque tenía demasiada fatiga mágica.

¿Uno de vosotros? ¿Tendré tanto en común con los "sincorazón" como dice Rathalos? No lo tenía del todo claro, pues no sabía cómo iban a acabar las cosas, pero nadie puede ver el futuro, así que se sentó para reafirmar la firmeza de su decisión y dijo:

- De acuerdo -dijo mirando solemnemente a Rathalos- iré contigo.

Lo único que sabía del mago es que era un ladrón, que le había sacado de la isla y que le había protegido del individuo de la playa, y lo único claro es que era un ladrón... En cambio Rathalos le ofrecía la vida que siempre había estado esperando, y una oportunidad así no se puede dejar escapar.

- Pero con una condición -dijo con una expresión medianamente desafiante- que no le pase nada a Saytas, que le dejes en paz y no le hagas daño, ¿vale? -miró a los ojos a Saytas de manera comprensiva, como esperando un reproche. Éste, sin embargo, apenas reaccionó ante su decisión; no le habría afectado tanto como esperaba, al fin y al cabo; hacía parecer que lo mucho que le había importado antes no había sido más que un sueño, una mentira.

Con un gesto un poco melancólico se irguió, cogió la espada del suelo y arrastrándola se situó al lado de su nuevo compañero, una serpiente negra con manchas moradas (que era más grande ahora que estaba a su lado). Ahora solo quedaba comenzar a vivir su historia, la que le convertiría en un gran héroe...

*La serpiente ordenó mentalmente a Phantom que agarrara al chico y se lo llevara al país de las maravillas, ya que allí estaba una de sus sedes. Tenía que hablar con Saytas a solas, pero no podía desparalizarlo hasta que el muchacho no se fuera de aquel mundo...

~~Phantom, Ve al país de las maravillas y trata a éste joven como si fuese yo, tardaré poco... Es alguien muy importante, y de paso... Ayuda al incompetente de Jin~~

Edit: Entonces, al serpiente respondió en la mente de Aryn, la voz que sonaba era igual que la de la serpiente... Pero sin siseos; éso quería decir que tenía una forma humanoide o diferente a la que tenía en aquel mundo.

~~Lo prometo, Aryn. No haré ningún daño a Saytas, el mago~~ La promesa de un sincorazón era... muy poco valiosa, aun así no tenía intención de herirle, ya que principalmente él solo no podría hacer daño físicamente a nadie, a no ser que fuera mordiéndole y inyectándole veneno, cosa que agradeció tener en ésa forma.

A lo sumo, tardía pero no irremediablemente, notó la presencia de Scar al dejar de utilizar su mente para otras funciones que no fuesen paralizar a Saytas. Una de las pegas de paralizar a una persona era que también ésta oía lo que pensaba, por lo que también se enteró lo del país de las maravillas.

~~Maravilloso, a penas tengo que moverme y mato dos pájaros de un tiro~~ Identificó la energía de ése león que se escondía entre la maleza, notando como el odio y la oscuridad alvergaban en su corazón, aunque las tinieblas no lo habían consumido aún... De éso se encargaría él, Rathalos.

[Edito para responderle mentalmente a Aryn]

La pantera caminó varios pasos, acercándose al pequeño lobezno, y lo agarró con la boca, elevandolo, sin hacerle daño, cual madre con su bebé, y se dió la vuelta.

Tras apartarse varios metros del lugar donde se encontraban Rathalos y el hurón, sus cadenas soltaron dos pequeñas chispas, que se adelantaron un poco, formando el marco de un portal, que luego se rellenó con oscuridad.

Ambos cruzaron el portal, dejándo atras ese mundo, mientras que la oscuridad del portal se iba desvaneciendo, hasta desaparecer completamente.

*Rathalos lo desparalizó segundos más tarde guardando silencio a la espera de que él le dijera algo...

(cortito para indicarlo al mmenos)

Se dio cuenta de que había dejado de estar paralizado porque su brazo continuó un movimiento que ya había olvidado que quería ejecutar. La parálisis había acabado. Saytas escrutó a Rathalos con la mirada, mientras pensaba en la forma de no volver a quedar indefenso. Se le ocurrió que Rathalos no podría paralizar o controlar a los objetos inertes, aunque Saytas estaba demasiado fatigado mágicamente como para encantarlos. En cuanto a que pelearan cuerpo a cuerpo, a costa de dolor o de sangre podía transformarse en otro animal más grande o más fuerte que Rathalos, o en uno que volara.


- Estoy cansado y lo sabes - admitió - Di lo que tengas que decir, venenosa serpiente.

La escena era escalofriante, la gran serpiente parecía estar a punto de comérselo. Lo único que tenía era la palabra de la serpiente... Y a medida que iban trascurriendo los segundos desde que Aryn se fue, parecía menos de fiar. Bueno, para ser sinceros, a Saytas no le parecía de fiar nada que fuera de un sincorazón.

Rathalos sabía cómo debía sentirse el mago. Había estudiado los gestos de ellos y a lo que correspondían, sino jamás podría identificar la ambición de una persona para poder convencerla... Y denotaba que la ambición era casi nula en éste mago, que según sus experiencias pensaba algo como una mujer pero poseía el cuerpo de un hombre.

La víbora poseía lengua bífida estando o no en la apariencia que le otorgaba aquel mundo así pues haciendo alarde de su don de la palabra, aclaró sus... ¿glándulas venenosas? y se dispuso a hablar, no sin antes sisear un par de veces, aunque hablaría en la mente de el hurón, ya que no le apetecía hablar con "Eshes".

~~Tú... Tienes una misión prometedora, lo veo en tu corazón, no se que papel desempeñarás, pero si te entrometes no dudaré en matarte. De hecho, antes de emitir amenazas quiero darte una oportunidad; te ofrezco entrenar a Aryn, que le enseñes lo oculto de la magia. Pese a que no seas un experto aún en la materia, conocerás los libros de dominación de sombras. Además el odio que puedo ver en tus recuerdos hacia... *Pausó dándole suspense y cerrando un poco los párpados, recalcando la importancia* ... Maléfica es mutuo y podemos coordinarnos para acabar con ella. Te aconsejo que tomes mi oferta... Es mejor tener a un enemigo y ganar a un aliado potencialmente fuerte, que tener a dos enemigos. Bien, ¿qué me dices?

*en ése momento Rathalos se cruzaría de brazos si pudiese; observando a su interlocutor con una cara que demostraba lo mismo que siempre, nada... Sin nada más que decir, forzó una sonrisa dando por zanjada la conversación, sin embargo, algo más ocurrió, un estallido de oscuridad se presentó frente a Saytas, quizá asustándole... Pero a medida de que se fue disipando el nogro y espeso humo en el ambiente africano... Dio lugar al semblante de una botellita con un líquido de color verdoso, completamente sellada y a la espera de que Saytas la tomara.

-No es ningún truco, es un Éter que te permitirá recobrarte de la fatiga y marcharte cuánto antes a tus quehaceres, no puedo esperar que por tu cuenta recobres tu poder mágico ya que... *simuló una viperina sonrisa teatrera, como si le importara*... Sería una falta de respeto desaparecer sin más dejándote aquí solo y abandonado.-

Lo dijo en realidad por que de alguna manera, unos instintos los cuales no poseía en su forma original, le obligaban a alimentarse de aquel indefenso hurón... Cosa que no quería provocar, así pues antes de marcharse quería que él también desapareciera de allí.

Sin decir nada más, Rathalos desapareció.