Resurrección de maléfica

Un cuervo aparecía por la ventana de la torre perteneciente al mago Yen Sid, el cual le había enseñado la magia que sabía al Rey mickey y se trataba de uno de los mayores hechiceros de la historia.

con él vivían Flora, fauna y primavera, las tres hadas que se apostronaban en la parte más alta de la torre, custodiándola mientras Yen sid se ausentaba, y éste era el caso.

"La resurrección de las pesadillas son posibles si no dejan de recordarse, una vez recordadas, son imposibles de quitárselas de la cabeza"

El cuervo, llamado diablo graznó llamando la atención de fauna, la cual giró su testa identificando al cuervo.

-Eh, mirad chicas... ¿No os recuerda a algo o a alguien?- Dijo fauna
-Como no sea a un pollo asado no se a lo que me va a recordar- Dijo primavera.
-No, fíjate bien... Me recuerda a alguien.... ¿pero a quién?

La curiosidad les pudo y su hermana, flora que pasaba por allí miró derrepente la ventana en la que sus hermanas tapaban lo que había posado en ellas... Se acercó diciendo.

-¿qué estais mirando chicas? Y en el momento que las apartó lo vió a él; a Diablo, el cuervo de maléfica. Una inspiración forzada emitió de su garganta hechándo el vuelo hacia atrás cuándo gritó.
-¡Pero si es el cuervo de maléfica!-
-¿Maléfica? ¡Oh no. Éso quiere decir que está viva!-

Efectivamente, maléfica permanecía en los recuerdos, como una mala pesadilla, y el cuervo empezó a revolotear dentro de la estancia cuándo derrepente un fulgor verde apareció en mitad de la estancia... Luego una explosión negra que a medida que se disipaba, dejaba ver un semblante negro, con unos cuernos similares a los de un dragón, una figura esbleta de mujer con túnicas en pico que sostenía un bastón en su diestra...

-Saludos... Muchachas- Dijo burlonamente entre la nube de humo a las tres hadas. -gracias por avivar mi recuerdo, ha sido todo un verdadero placer volver a la vida...- * Antes de que el humo se disipara, la negra silueta levantó los brazos deshaciéndose en una llamarada verde desde los pies hasta al cabeza, finalmente desapareciendo mientras emitía una perforante carcajada...

Tas tres hadas perplejas miraron desde la esquina de la torra atónitas... entonces primavera se atrevió a preguntar... -¿Y ahora que haremos...?... dejando un silencio en la habitación reflexionante.