En camino hacia el mago

por **Miia** Sáb Sep 05, 2009 12:00 am

El bullicioso mercado de Vergel Radiante estaba igual que como lo recordaba. Los vendedores gritaban sus precios y los peatones se agolpaban sobre los tenderetes más populares.
Miia sonrió. Le gustaba el ruido de aquella parte de su mundo natal. La joven comenzó a andar entre la multitud, recibiendo diversos empujones. Uno especialmente le apartó de un grupo de chicas desquiciadas por una tienda de joyas
¡Eh! ¡Más cuidado! Exclamó.

Se levantó sin mucha dificultad y se quitó el posible polvo que se había quedado en su vestido. Entonces, divisó un puesto que le llamó la atención. No lo había visto anteriormente y estaba completamente vacío.
La chica se acercó. Solo había un objeto a la venta: una espada corta de colores azulados. Miia se quedó mirándola fijamente.
Hecha del mejor Orichalcum +. murmuró el tendero rubio, asustando a la peliazul. Mil platines.
Ah... je... Lo siento no tengo tanto dinero.
¡Cien platines! exclamó de forma jovial.
Miia arqueó una ceja, extrañada. ERa muy sospechoso que rebajara el precio tanto.
No utilizo espadas, gracias. dijo tratando de marcharse, pero el vendedor le tiró la espada bruscamente. Miia la cogió a duras penas y la observó unos segundos, luego levantó la vista.
¡Eh! ¡Le he dicho...! ¿Cómo?

Allí ya no había nadie. La joven pensó que tal vez se había vuelto loca. Pero no podía haber sido su imaginación.
Miia se marchó del mercado algo mareada por la impresión, mientras unas chicas cuchicheaban señalándola y preguntándose por qué hablaba sola...