En busca de mucho mas (libre)

(Off: entre cualquiera que quiera enseñarme a usar una espada >w<)


*Su llegada a Vergel Radiante fue exitosa, quería buscar a su viejo maestro de magia*

Merlíiiiiiiiiiiin!!!!!*grito fuertemente estando fuera de su puerta, tocaba y tocaba, pero el no abría, algo pasaba, estaba segura que siempre podía encontrarlo en ese lugar, o eso el antes le había dicho.

Decepcionada pero no rendida de lo que quería hacer se sentó frente a la puerta abrazada de sus piernas teniendo la esperanza de que su maestro apareciera.

Al paso de unas horas y a punto de que cayera la noche Merlín abrió la puerta*

-pensé que te rendirías como siempre-

*le dijo en un tono burlesco riendo, teniendo su mirada plasmada en la pequeña frente suyo*

-vamos, ya entra, no te quedes ahí, te resfriaras-

*pero la joven no le contesto, el mago acerco su mano a ella y la movió lo que causo que cayera y que viera que era un muñeco*

-esa niña como siempre-*a su lado regresaba leks teniendo comida entre sus manos, y al ver al viajo fuera de la puerta grito*

Maestro merlín!!!

*corrió hacia el para que no le cerrara la puerta, siempre con sus juegos infantiles, pero era muy rápido y dejando caer sus cosas arrojo una fuerte ráfaga de viento arrojando al mago hacia dentro de la casa mientras ella entraba*

Lo logre!!

*dijo entrando y cerrando la puerta respirando para calmarse, luego miro a su maestro el cual reía de orgullo*

-por fin aprendiste a entrar a la casa con lo que te enseñe-

Si, recordé sus palabras y las puse en acción

*se acerco a el mirándole con un rostro un poco apenado*

Maestro Merlín…quiero disculparme…

*le mostró su morral el cual siempre cargaba y dentro estaba su espada de madera, toda destrozada, se podía ver como tenia uno que otro trozo quemado por el fuerte golpe que recibió*

Se que tenia que cuidar de ella, pero esta vez me ganaron…no pude…fue ayudada…si no fuera por el…

*de su rostro caían lagrimas, se había enfadado de ser protegida todo el tiempo, se sentía una inútil*

Maestro quiero que me enseñe mas sobre la magia, quiero hacerme mas fuerte y…quiero proteger a mis seres queridos

*apretó con fuerza sus puños intentando calmar esas lagrimas*

No quiero volver a llorar, no quiero ser un estorbo necesito que me entrene nuevamente

*su petición posiblemente fue algo difícil de realizar, Merlín ya no era tan joven como antes*

-en lo que te puedo ayudar es en la magia, mi condición física ya no es buena-

*leks miro hacia otro lado necesitaba a alguien que le mostrara a usar la espada y tenia que conseguir una nueva.

La puerta se escucho, alguien tocaba, y luego entro, no era una persona eran varias*

-Cid recuerda que debes ayudarme-

-aun no entiendo para que Leon-

-que cabezota eres jajaja esperen quien es?-

*pregunto una chica muy parecida a leks, solo que usaba otro tipo de ropa. La humana no quería que la vieran llorando, así que limpio sus lagrimas y luego les miro*

-recuerdan que les conté acerca de una pequeña pupila, bueno es ella-

*los tres personajes se acercaron y la examinaron, nunca creyeron que Merlín tenia a un estudiante*

-así que eras tu…como te llamas?-

*leksi se sentía presionada los tres estaban muy cercas y tímidamente contesto*

Soy Leksi Exult

*en ese momento observo la espada que llevaba consigo el joven de cabellos castaños*

Tu…tú me podrías enseñar!

*se animo mucho así seria mucho mejor*

-enseñar que?-

*la pequeña señalo la espada del joven teniendo una gran sonrisa en su rostro*

-estas loca-

*le dijo en tono maduro apartándose de ellos, no había dicho nada para molestarle, pero aun así paso, quería aprender y ya tenia a un mago, pero solo le faltaba encontrar a esa persona que le enseñara a manipular mejor una espada*

Miia no había dejado de observar aquella extraña espada de color azul por todo el camino.
Cuando por fin llegó a la casa del famoso mago, se dignó a dejarla en un segundo plano.

La joven dio unos golpes a la puerta.
¿Puedo pasar?
Miia entró tímidamente al interior de la casa, observando detenidamente a todos los presentes: Un chico con pinta de macarrilla, una chica de aspecto simpático pero fágil, otra chica ataviada con un atuendo parecido al de un ninja y un viejo de pelo rubio.

Sin soltar la espada, aun sabiendo que los habitantes podían malinterpretar que llevara un arma.
Finalmente, se fijó en una chica, más o menos de su edad. La miró de reojo unos segundos: su aura era especial.
Un anciando vestido con una túnica estaba cerca de la niña. Aquel era el que más se parecía a un mago sabio, pero decidió no arriesgarse, así que preguntó a ninguna persona en particular:
¿Mago... Merlín?

*la puerta se escucho, alguien mas había llegado, una chica no muy joven se aproximo con una peculiar espada azul, nunca antes la había visto por alguna parte, era nueva para leks.

Pregunto por Merlín, tal vez ella necesitaba de su ayuda y claro como siempre el maestro dio un paso al frente para acercársele*

-si, soy yo querida-

*le dijo amablemente. Leks tenia su mirada fija en esa espada, tal vez ella seria la que le ayude a controlarla mejor y a usarla, no pudo evitar interrumpirlos para ponerse frente a la chica y tendiéndole la mano pronuncio con voz firme*

Es un gusto, yo soy Leksi Exult, tu eres?

*por alguna razón sentía nervios pero de emoción, por fin alguien mas, al menos no tendría respuesta igual que el joven de cabello castaño.

Una chica, alguien que se paresia a leks, se le hizo muy buena idea, pero también se le ocurrió que ella posiblemente buscaba a alguien que era dueño de la espada o a alguien que le enseñe, eso le puso medio mal, pero solo pensaba en esperar y ser paciente lo menos que iba con ella*

Miia observó como el anciano avanzaba hacia ella.
Buenas, sir Merlín. dijo haciendo una reverencia. Quisiera pedirle...

Fue interrumpida por aquella chica de más o menos su edad, la cual se presentó como Leksi Exult. Miia pensó que no era el momento más apropiado, pero decidió hacer lo mismo que la chica.
Yo soy Miia. Miia Steel. musitó cogiéndole la mano con suya, con la que no tenía agarrada la espada. Entonces advirtió que la joven miraba la hoja con interés.

¿Te gusta? preguntó mostrándosela.

*leks dio un pequeño salto al escuchar su pregunta, y soltándole rápidamente la mano contesto*

Ejeje bueno…

*por lo visto estaba nerviosa, no era de apreciar armas como esa si no mas sencillas, pero la de la joven le atraía*

A decir verdad…si, algo la hace, como decirlo? Que la mire

*se tranquilizo un poco aun mirando la espada, su curiosidad hacia que quisiera tocarla, luego el mago interrumpió*

-Bien, ya que se conocen y que me conoces Miia, para que me buscabas?

*el viejo se coloco junto a leksi posando una de sus manos en su hombro, el pudo notar como estaba y quería calmarla, aun cuando lo sabia, era muy difícil lograrlo*

Miia sonrió ante la atracción de Leks hacia su espada. Luego, miró al mago.
Vengo a preguntarle... sobre un arma en especial... Una espada con forma de llave...

Miia estaba algo nerviosa ante lo que Merlín le pudiera responder. Alternaba la mirada entre el suelo y la pared, dando pataditas al suelo debido a los nervios.

*ella buscaba información de la keyblade, igual como antes leks*

“que tonta, no se me ocurrió preguntarle a mi maestro”

*pensó, tal vez seria bueno no hablar sobre eso ya que apenas sabia muy poco por esa razón dejo que el mago prosiguiera*

-era eso? Mmm-

*se quedo pensando y luego soltando el hombro de su pupila se puso a examinar a la otra chica*

-su nombre es The Kyeblade, y su poder es misterioso, muy pocos han conseguido poseer una, solo personas con corazones puros.

Ahí muchos mitos sobre ellas, pero nunca se sabe cual es el real, dicen que es el reflejo de tu corazón-

*al decir esto señalo el pecho de Miia en dirección de su corazón*

-los poseedores de la Keyblade tienen un deber, y es purificar los mundos llenos de oscuridad, derrotar a los heartless e impedir que los mundos sean destruidos o cambiados-

* leks ponía mucha atención a aquellas palabras, eran muy parecidas a lo que antes Gilleux le había dicho pero quería saber mas*

-pero las personas que cuidan de una se mantienen en constante peligro, son perseguidos por la oscuridad ya que sus corazones son los mejores, y sin contar el inmenso poder que te da, la keyblade es un arma utilizada para el bien-

*el mago se detuvo mientras Leon, Cid y Yuffie miraban a las chicas, leks sentía mas emoción por encontrar una, pero si era el reflejo de su corazón…*

Como será?

*susurro casi para si misma colocando su mano en el pecho*

La peliazul escuchó atentamente la explicación del anciano. Aquel espectro... aquel espectro estaba hecho de oscuridad. Si tuviera esa llave...
Tenía que hacerlo, tenía que conseguir Llave-Espada... Por Sean.

Ya se... dijo en voz baja. Viajaré por los mundos... Entrenar no basta, tengo que encontrar la manera de ganar más poder... Mi corazón... murmuró colocando una mano en el pecho. Lo haré por Sean...

Miia se dirigió hacia la puerta.
¡Muchas gracias por todo!
Pero entonces, se oyó una especie de explosión. Miia salió a la calle precipitadamente: un montó de personas gritaban y corrían. Todos parecían venir del mercado.
¡Oh, no! exclamó dejando caer aquella espada. Debo ir a ayudar...

Miia salió corriendo hacia el mercado, dejando aquella espada tras de si.

*todos se sorprendieron por aquella explosión y los tres mayores se fueron y leksi les siguió por detrás pero antes de cruzar la puerta merlín la detuvo*

-crees que podrás pelear sin tu arma?-

No…pero debo ayudar

*le dijo zafándose y decidida para seguir a los demás, pero algo le hizo detenerse, era la espada de la chica, esa espada de color azul. La tomo en sus manos y tenia claro que debía regresarla*

Maestro, ahora si me siento fuerte

*dijo animada, mostrándole una gran sonrisa en su rostro y sin mas salio corriendo de la casa buscando a la joven Miia*

--sale--