Las agujas del reloj marcan el paso del tiempo...

Miia estaba sentada en la torre, ensimismada en sus pensamientos.
Aquel día tenía que ser especial, feliz... Sin embargo, estaba cargado de tristeza y desdicha.

Lentamente, sacó su viejo sombrero de la bolsa. Había sido cosido y remendado varias veces, dándole un aspecto sucio y vulgar, pero ella quería mucho aquel sombrero.
Lo abrazó como si de un familiar se tratara, mientras unas pequeñas lágrimas caían por su rostro.

Recordaba perfectamente aquel día, cinco años atrás.
Su hermano Sean había perdido la vida en aquel lugar, a causa del sincorazón Espectro.
Nada pudo hacer para evitar las lágrimas.

Dieron las once campanadas y, aunque el sonido ensordecesor le hacía daño en los oídos, no le prestaba atención. En aquel momento lo que más deseaba era compañía: Su compañero de piso, sus antiguos camaradas en la batalla... Cualquier persona que la pudiera consolar por aquel dolor que sentía en su pecho.

Cuando el reloj dio las once y ocho minutos, hora de su nacimiento, Miia comenzó a cantar entre sollozos:
Cumpleaños feliz...
... cumpleaños feliz... Snif...

-Feliz, feliz en tu día. Ojalá que te pise un tranvía... -dijo medio canturreando, medio sarcásticamente, una voz conocida a espaldas de la chica.

Detrás de ella estaba Kerloxsand, cargando una caja mal empaquetada en papel de regalo blanco.

-Habías dicho que se acercaba tu cumpleaños y... Bueno, toma.

Le tendió el paquete, el cal tenía una etiqueta que decía Ex Toto Corde*

*= ¡No pienso traducir más! El que sepa latín lo entiende y el que no, pues no.

Ah... Kerloxsand... Eres malo, me dejaste en el sofá... snif...
Miia intentó ocultar su tristeza bromeando, pero no fue capaz.

¿Ex Toto Corde? Ex me suena a Ex-novio. Corde a cuerda. Y Toto... Bueno, mejor no te digo que parece...

Luego dejó su sombrero en el borde de la estructura de la torre para coger el paquete, al cual arrancó el papel sin muchas ganas, pero agradecía mucho el detalle.
¿Qué es?

-En primer lugar; significa De Todo Corazón. Lo cual, ahora que lo pienso, es irónico viniendo precisamente de alguien como yo. Y segundo; ¿acaso pretendías quedarte con mi cama por las buenas? De todas formas, tranquila, pues será la última vez que dormirás ahí: he reamueblado lo que hasta hace unas horas era mi templo personal* y ahora tiene una cama. No es muy espacioso pero al menos será mejor que un sofá, ¿no?

Kerloxsand ayudó a Miia a abrir el paquete. Una vez abierto, sacó una gabardina de la Organización.

-Antes de que digas nada, déjame explicártelo: si vas a vivir en el Mundo Inexistente será mejor que pases desapercibida. Creo que es de tu talla. Venga, pruébatelo.

*=En casa de Kerloxsand había un cuarto de sobra que llenó de estatuas e imágenes de los dioses griegos y en ella hacía todo tipo de tareas religiosas.

*Con pasos firmes el joven llegó al pie del big ben, caminando por las oscuras calles de Londres hasta llegar a aquel sitio, en el cuel un aire de muerte se respiraba; las puertas del parlamento estaban completamente vigiladas, pero casualmente, había un acceso Gumi justo en el jardín vecino a la entrada hacia la torre del reloj, al cual se accedía de dos maneras; o por un montacargas, o por unas escaleras de caracol...

El joven humano optó por las escaleras, ya que vio las cuerdas un tanto decrépitas, haciendo resonar sus pasos en toda la estancia por culpa de los matálicos peldaños... Su aura era neutra y poco percibible, ya que su espíritu no era la parte en la que residía la mayor de su fuerza...Entonces... Comenzó a escuchar unos sollozos y una triste y melancólica canción y luego cómo ésa voz hablaba con alguien..Y éso hizo que su cabeza de recuerdos se llenara..

][Se supone de que os percatais que alguien está subiendo][

Aquel regalo y las palabras de su amigo la sorprendieron.
Es... original... murmuró probándosela. Pero... ¿por qué con esto pasaré desapercibida y no con mis ropas habituales? ¿Y qué es eso de que es raro que me digas 'De Todo Corazón'?

Luego le pareció sentir algo, o alguien.
¿Qué es eso? ¿Lo oyes, Kerl?

Off: Kyotsu, es el cumple de Miia. No hagas cosas raras ni te portes mal, ¿eh? ¬¬ XD

Kerloxsand aguzó el oido. Alguien subía.

-Miia, viene alguien. Tranquila, no me iré muy lejos. Sólo lo necesario para estar oculto.

Con un rápido giro, salió corriendo y saltó al vacio. Aunque, en realidad, se había quedado en una cornisa desde donde no se le podía ver desde arriba.

Miia cogió su sombrero y, aún con aquella especie de abrigo, sacó su arma por lo que pudiera pasar.
Espero que no sea un enemigo...

Por un momento se imaginó a Kerloxsand luchando contra Espetro y muriendo en el intento. Una pequeña lagrimilla se le escapó.
No quería luchar en su cumpleaños, así que rogó por que no fuera un enemigo.

Kyotsu llegó al final de las escaleras tras un rato, y salió por el otro extremo de la especie de balcón que daba a unas expléndidas vistas de londres por su parte Este. Así contemplando "la primera estrella a la derecha" en toda su magnificencia. Cargó sus pulmones de ése aire frío y se acercó a la baranda labrada en piedra para soltar el aire inspirado como si fuesen todos sus problemas...Almenos así se sentía mejor.

Los sonidos de otras personas se escuchaban justo en el lado opuesto de la torre del reloj, y de hecho, en el momento que salió de las escaleras dio por seguro que fue visible para ellos durante unos dos segundos antes de salir al balcón. pero no le importó. Simplemente, había venido a buscar respuestas en el aire y a acunar su ansiedad.


][Estoy ahora en plan mostrando mi faceta sensible, por si sigues mis interesantes post xD; además, ya era hroa de que roleara con alguien, pero primero tenía que crearme trama.][

Kerlox... murmuró intentando escuchar al recién llegado. No parece que tenga ganas de luchar. ¿Le ignoramos o nos acercamos a cotillear?

Miia guardó su hula-hop y se puso el sombrero. Mantuvo su cara invisible durante unos segundos gracias a éste. Cuando levantó la vista, en sus ojos verdes ya no había tristeza, sino alegría y un toque infantil y travieso.
¡Venga, vamos a cotillear! ¡Qué mejor regalo de cuampleaños!

Acto seguido, saltó al vacio. Pero no cayó, como parecía, sino que se mantuvo en el aire rodeada de unos polvillos dorados.
¡Vamos volando! Porque... Sabes volar, ¿verdad?

-Eh, ¿volar? Puf... ¡Sí, claro! -que feo era mentir, ¿pero cómo hubiese quedado?

Aunque estaba fuera de servicio (sus superiores creían que aún estaba de baja por la herida de la espalda), Kerloxsand quiso aprovechar la situación.

-Ve tú primero y averigua cuáles son tus intenciones. Yo estaré escuchando. Si veo que no hay peligro, entonces saldré.

Ajá, así que si HAY peligro tú te quedas y yo me las apaño... murmuró Miia, con un toque de indignación. Menudo amigo estás hecho...
'Aunque el único que me ha regalado algo por mi cumpleaños' pensó con una sonrisa.

Acto seguido, se acercó a donde estaba el individuo. Tenía el pelo blanco y un aspecto no muy tranquilizador.
Miia aterrizó y se acercó a él, intentando no parecer grosera, y le dijo:
Hola... ¿Qué tal? ¿Cómo te llamas?

Kyotsu reposaba plácidamente, recostado su pecho sobre la baranda, y sus brazos cruzados sobre la misma; cuándo derrepente una media sonrisa se formó, como si estuviese recordando algo.

Hechó un vistazo abajo tras escudriñar detenidamente el cielo, viendo cómo el cauce del Támesis bajaba lentamente, quedando a su derecha el puente de Buckingham.

Ahí pudo observar algo muy extraño. como si fuese una persona... pero ¡No tenía pies! Y una gabardina le cubría lo que era el semblante de cabeza y torso. sus mangas se encontraban introducidas una sobre otra frente a su estómago, y a éste ser; las personas que pasaban por al lado parecían no verle...Aun así, reposaba en algún lugar de aquel puente, y era totalmente destacable, aún viéndolo desde lo alto del big ben.

Luego, escuchó una conversación al otro extremo de la torre, la cual por el tono podía discernir que se trataba de una persona... curiosa y animada que tras acercarse le preguntó su nombre de forma Amable. Kyotsu no quiso apartarse de la baranda, solo giró un poco la cabeza para examinarla de arriba a abajo y entonces le dedicó media sonrisa para luego seguir mirando al puente.

con voz seria dijo el hombre misterioso de pelos blanquecinos.- Mi nombre...Mi nombre es Kyo-(nombre falso) No hizo ninguna pregunta tras éso, solo esperó a que la palpante curiosidad de la chica acertara las preguntas para que pudiese darle respuestas.

¿Kyo? Ya veo... Bien, yo soy Miia.
Dijo acercándose un poco más y mirándole fijamente.

Dime, ¿qué te trae por aquí? Pareces triste... ¿Acaso estás pensando en tú pasado? Se dio cuenta del tipo de pregunta que le estaba haciendo a un desconocido. No pasa nada si no quieres contestar...

Un suspiro acompañado de una especie de -"Jé"- Salió de sus labios al escuchar las palabras de Miia, las cuales le provocaron aún más el que indagara en su propia mente; entonces rotó sobre su torso, poniéndose ahora frente a Miia pero apoyando su espalda en la baranda al igual que sus dos codos hacia atrá, dándole la espalda a aquel extraño encapuchado sobre el puente del río Támesis...

-Sí, éso parece ¿Eh? Lo cierto es que no te equivocas. Descubrí éste lugar cuándo tuve que marchar de villa crepúsculo por diversos motivos. Éste lugar fue en el que, mirando a aquella estrella *Extendió un puño cerrado hacia atrás con el pulgar extendido hacia atrás, como señalando a la estrella de "nunca jamás"* Me hice a mi mismo una promesa, y a la vez me marqué una meta... Y por ahora no estoy avanzando-

Un Hmm... Sono de sus labios como costándole decir algo más... Parecía rehacio y su mirada era fiera, al igual que su corpulento aspecto de camorrista todo vestido de cuero.

¿C-Cómo? -exclamó Miia, muy sorprendida y con los ojos como platos. Cuando se hubo calmado murmuró, con voz triste pero con una sonrisa. Yo guardo en mi corazón una historia muy parecida a lo que tú me has contado. Suspiró. Este mismo día hace cinco años, mi hermano murió por culpa de un sincorazón... En este mismo lugar... Prometí que, algún día, derrotaría aaquel monstruo que le mató... Volvió a suspirar. Pero yo tampoco he avanzado...

Estaba volviendo a llorar, así que cogió sus sombrero naranja y se secó las lágrimas mientras lo abrazaba.
Tal vez quieras contármelo, Kyo. Eso siempre ayuda...

Aquel individuo no parecía ser peligroso, a pesar de su aspecto...

-Hmmm...- Parecía algo rehacio a contar sentimeintos, aún así con aire de despreocupación se hechó hacia atrás, quedando su cabeza mirando a las vigas de aquella especie de balcón, el cual sostenía el gótico tejado del Big ben.

-No Miia, creo que no... quiero contarlo.-*Bajó la mano que señalaba a la estrella.- Pero me interesa saber más de ése Sincorazón. ¿Cual era su aspecto?- su voz seria y áspera a pesar de poseer 22 años resonaba en lo hueco de la estructura. Y en el fondo de aquel luminoso abismo bajo los pies de ambos, llamado Londres se podía discernir como una niebla empezaba a asolar las calles oscuras de ésa ciudad consumiéndola en la penumbra como de costumbre... Realmente comenzaba a hacer algo de frío.

¡Ah! exclamó chasqueando los dedos, como si se hubiera acordado de algo urgente. ¡Ahora vuelvo!

Y saltó de nuevo para ir volando a donde estaba Kerloxsand.
¡Vamos, Kerlox, no hay peligro! ¡Te llevarás bien con ese tío! Venga...
Dijo tratando de apartarle de la torre para que fuera con ella volando.

-Argh -gruñó-, está bien. Solo deja que... me las apañe para subir.

Kerloxsand hizo aparecer sus dagas Sepultura y las fue clavando por la fachada para subir.

-No es que no vuele -quizo explicarse ante la mirada de Miia-, pero el hecho de saber hacer algo no quiere decir que tenga que hacerlo así.

Un minuto o dos después, ya había subido y observó a aquel hombre vestido de negro.

Kyotsu alzó una mano en señal de saludo hacia el nuevo desconocido y volvió a apoyarla en la barandilla del balcón, aún con la pregunta del aspecto del sincorazón que turbó la infancia de Miia en mente, ya que probablemente, estuviese más derca de lo que creía, y Kyotsu podía tener su hubicación.

ése enigmático ser que hace un momento vio sobre el puente de buckinham parecía tener similitud con aquel ser con el que una vez luchó no hace tanto en Agrabah...Y también era un sincorazón.

Miia volvió a la parte de la torre donde estaba el peliblanco.
Esta vez no aterrizó, sino que se quedó en el aire.
Ya son más de las once y media... Pronto me iré.

Pensó durante unos momentos sobre lo que le habían preguntado, hasta que lo recordó.
¿El sincorazón? Era algo así como una capa con vida propia, con una esfera de color cambiante donde deberían estar los pies. ¿Eso es todo?

¿Y si... estuviera ya acechando...Qué harías Miia?- dijo extendiendo una mano hacia el puente señalándolo con total relax, en el cual, la sombra ya no estaba pero él, de espaldas a las vistas, no sabía que se había esfumado de allí.

Bajó la mano y miró a Aquel desconocido esperando a que al menos se presentara, entonces asomó medio cuerpo por el balcón para mirar las manecillas y corroborar la hora que Miia decía... -Efectivamente.- Musitó, eran más de las Once y media.

¿Quéeeeeee?
Miia se giró rápidamente a donde había señalado. Pero allí no había nada.

Por favor... No me gastes este tipo de bromas.
Para asegurarse, la chica se acercó volando al puente, pero lo bastante lejos como para que nadie la viera.
Y entonces, oyó una especie de voz en su mente:
Niña... Niña...

Miia se giró hacia todos los lados, asustada.
¿¡Quién eres!?
Pequeña... seguía aquella voz gutural que solo ella podía oír.
¡Déjate ver!
Hoy no es el día... (Repito: HOY NO ES EL DÍA)
¿Qué quieres decir?
Algún día, acabaré contigo, igual que hice con toda tú familia...
¡Vete! ¡Aléjate!

Pero ya nadie habló.
H-Hola... farfulló Miia.
Lentamente, Miia volvió a la Torre y se sentó encima de una de las agujas...
Me estoy volviendo loca...

Off: Hay una indirecta en el mensaje, por si alguien no lo ha notado XDXD

][Esfuerzo notable por tu parte, pero yo estaba pensando que se tratara
simplemente de una especie de Mimo que se pone en el puente de
Buckingham y que nadie le hacía caso por ser ése mismo oficio... Uno de esos que se ponen como si fuesen una estatua xD][

Kyotsu suspiró y se dió la vuelta para seguir a Miia con la mirada cuándo derrepente, ése ser ya no se encontraba allí. el de blanquecinos cabellos arqueó una ceja y volvió a mirar al desconocido de negros ropajes volviéndose a acomodar en su baranda esperando a que Miia volviera de aquella manecila que ya casi marcaban las 12

¿Por qué le estaría mirando así? A Kerloxsand no le gustaba que se le quedaran mirando así.

-Kerloxsand -dijo al fin-. Aunque puedes llamarme Ker. Si total, todo el mundo va a terminar llamándome así.